La prestación del servicio de colectivos en Paraná seguirá interrumpida durante los próximos días a pesar de la transferencia de una partida de $12 millones que efectuó este viernes el Gobierno provincial a la Municipalidad de Paraná para ser derivado a Ersa Urbano SA y Mariano Moreno SA de modo que puedan cancelar la deuda salarial con sus 500 trabajadores.

Desde el martes 6 de agosto, los choferes agrupados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) mantienen una huelga, que este viernes va por su día undécimo, en reclamo de una deuda salarial que las empresas han dicho que no tienen recursos para cancelar. Los trabajadores levantaron una carpa en Plaza 1° de Mayo, frente a la Municipalidad de Paraná, el miércoles 14 y allí se mantendrán hasta que se resuelva el conflicto.

Este viernes, Buses Paraná hizo público un comunicado en el que dejó sentado que la prestación del servicio de transporte público en la ciudad resulta “inviable” en las actuales condiciones caracterizadas por un retiro de los subsidios que, hasta diciembre de 2018, sostenía la Nación.

“Al haberse registrado en la jurisdicción un atraso tarifario superior al año, reconocido por el Municipio, el déficit mensual del sistema asciende a $16 millones, tal como surge del reclamo enviado por la Municipalidad al Ministerio de Transporte el 14 de agosto”, dice el texto del comunicado de Buses Paraná.

Y agrega: “Considerando esta situación y que la concedente no ha adoptado las medidas necesarias para que el sistema de transporte de Paraná y área Metropolitana sea sustentable, Buses Paraná Agrupación hace saber a los usuarios y a la comunidad en general que, en estas condiciones, la operación del servicio resulta inviable”.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.