El salario docente del cargo testigo, el maestro de grado sin antigüedad, la base de la pirámide, pasó en marzo en la provincia de $15.291 a $16.881, producto del aumento dispuesto por el Gobierno del 10% a cuenta de la negociación que todavía no se cierra en el marco de la conciliación dictada, el 22 de marzo, por la jueza laboral Gladys Beatriz Pinto.
En ese esquema, en mayo, cuando se complete la suba global para el semestre y se agregue el 12% restante, ese monto pasará a $18.504, con un incremento en el período del 23%, según las simulaciones que distribuyó la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) para ser evaluadas en las asambleas previas al congreso de este miércoles 24, en Larroque.
Los números posibles indican que un maestro con el máximo de la antigüedad, 24 años, pasó de $26.016, que cobraba a principios de año, a $28.617 en marzo, y en mayo ese monto subirá a $31.600. Y un maestro de grado que está en el inicio de la carrera, sin antigüedad, pero con el adicional por “zona desfavorable”, pasó de $18.904 a comienzos de 2019 a una cifra de $20.705 en marzo y llegará a $22.883 en mayo.
La propuesta salarial del Gobierno que se presentó en la cuarta audiencia de conciliación judicial, este lunes 22, excluyó lo que antes se había presentado como parte de la negociación: la devolución de los días descontados por paro durante 2018. No habrá tal devolución.
Agmer indicó que la oferta del Gobierno incluye un 22% discriminado así: un 10% que ya se abonó en marzo, y un restante 12% que se pagará con los salarios de mayo, que se perciben a principios de junio.
Y aclaró que de ese 22%, un 11%, la mitad, se imputará a cuenta de la recuperación salarial por depreciación frente a la inflación de 2018, que bordeó el 48% y una recomposición de haberes que fue del 33%. En el primer semestre de 2019, además, se incluye una cláusula gatillo de actualización: así, una vez que se conozca el índice de inflación de los primeros seis meses, “se liquidará en forma automática, con haberes de julio, un incremento que ascenderá a la cantidad que surja de la diferencia de la sumatoria del índice inflación”.
En el hipotético caso de que la inflación fuera del 21% en el primer semestre, se pagará la diferencia del 10% después de descontar el 11% ya abonado entre marzo y mayo (el otro 11% se destina a recuperación de 2018). Y para el segundo semestre, no habrá cláusula de actualización mensual sino trimestral: para el trimestre julio, agosto y septiembre, el “gatillo” se abonará con los sueldos de octubre, a percibir en noviembre; y para el último trimestre de 2019, la actualización según el índice inflacionario se abonará con los salarios de enero, a principios de febrero de 2020.
Marcelo Pagani, secretario general de Agmer, no hace valoración respecto de la propuesta salarial del Gobierno –esa tarea la deja a criterio del congreso del gremio que se reúne este miércoles en Larroque-, aunque valora que el Gobierno haya respondido a un planteo de los maestros: recuperar la depreciación que tuvo el ingreso de los maestros durante la inflación. El otro punto, dice, “en un contexto inflacionario dramático para los trabajadores, no perder frente a la inflación y esto se logra mediante una cláusula gatillo, aunque en las actas figura como cláusula de actualización automática”.
“Para el segundo semestre, nosotros habíamos pedido una cláusula gatillo mensual, y el Gobierno plantea una cláusula gatillo trimestral, que toma el índice de inflación de julio, agosto y septiembre, y en octubre se abona el porcentaje resulte por el aumento de precios. Luego, el trimestre octubre, noviembre y diciembre, se pagaría el índice inflacionario con los haberes de enero de 2020”, cuenta. “Hoy –agrega Pagani- lo que tenemos para contar es el aumento del 22% para el primer semestre. Los otros aumentos dependerán del índice de inflación que se registre de aquí en más”.
“Sin duda que este escenario con cláusula gatillo es mucho mejor que la cláusula de revisión. La cláusula de revisión nos obligaba a sentarnos nuevamente. En cambio, la cláusula gatillo es una actualización automática, no hay que discutir: se paga”, indicó el dirigente docente.
Eugenio Medrano, secretario general de Agmer Nogoyá, enrolado en la Agrupación Rojo y Negro, dice sin ambages que la oferta que se conoció este lunes “es peor” de lo que ya se conocía, y explica por qué: “Acá, el aumento que nos ofrecen es del 11%. El otro 11% es a cuenta de la recuperación salarial del año pasado. La propuesta para 2019 es pagarnos el 11% en junio. Después, cláusula gatillo para pagarnos en noviembre, y después, en febrero de 2020. O sea, si firmamos ahora, hasta finales de febrero de 2020 no se puede hacer ningún reclamo. Es una propuesta a largo plazo, que da un aumento ínfimo”.
Y es “peor”, asegura, porque la propuesta no incluye la devolución de los días descontados por paro en 2018.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora