Está a punto de recibirse de abogada, milita en el radicalismo desde los 4 años –acompañó primero a su abuelo, Humberto Varisco, en la segunda gestión como intendente de la ciudad; después a su padre, Sergio Varisco, en la primera y la segunda gestión, la actual-, es muy tímida, tiene un rostro de adolescente y habla con un modismo peculiar: en tercera persona.
Heredó de su padre cierta obsesión por el trabajo. Está en la secretaría privada de la Intendencia y también en el terreno: recorre los barrios, otea el modo cómo avanzan distintas obras públicas, charla con los vecinos, recibe reclamos, canaliza respuestas, y está convencida de que Sergio Varisco, su padre, necesita un nuevo mandato para concluir lo iniciado. Que cuatro años no bastan para concretar lo proyectado.
Hace política todo el tiempo y está convencida del rol clave que deben jugar los jóvenes en las estructuras ejecutivas de los distintos municipios y en las concejalías. “Los jóvenes estamos para mucho más. En toda la provincia, tenemos 12 concejales jóvenes”. Lucía Varisco, 28, lo dice y cae en la cuenta de que hay que avanzar un poco más. Que estuvo bien todo lo que se hizo pero que desde un puesto ejecutivo es desde donde se consiguen los cambios.
“Ahora llama la atención que esté junto a mi padre en la gestión, pero siempre estuve. En la primera gestión lo acompañé. Lo que pasa es que ahora se ve más por las redes sociales”, dice Lucía Varisco, que cuenta lo que hace en las redes sociales. Da pocas entrevistas. Prefiere el bajo perfil. “Es parte del compromiso de la gestión estar trabajando 100%. En la oficina y también en las recorridas”, cuenta.
em>-Se ve que te gusta el contacto cara a cara con el vecino.
-Sí, desde ya. Es muy satisfactorio ver cómo con pequeñas cosas se le cambia la vida a la gente. Y también sirve mucho recibir el reclamo en forma directa. No es lo mismo que te manden una foto o que te lo cuenten. Es totalmente distinto. Es mucho más práctico, además.
¿Cómo es ser la hija del intendente?
(Busca eludir la pregunta, y responde con una frase que la pone a salvo del fisgoneo) -Tiene de todo un poco.
-¿Cómo ves la gestión?
-Trato, juntándome con amigos y conocidos que no forman parte de la gestión, de ver qué piensan, qué dicen, en qué tenemos que mejorar. Hoy se están viendo muchas cosas que parece que salieron de un día para el otro, pero que en realidad se están trabajando desde el primer día de la gestión. Hoy en día se está viendo en la calle todo el esfuerzo.
-¿Qué te dice la gente?
-Una gran parte está contenta por las cosas que se ven en la calle, las máquinas trabajando, las cuadrillas, el trabajo en el Parque, en cada plaza, en cada barrio: hay muchachos cortando el pasto, juntando la basura. Es enorme la alegría que te da estar trabajando en eso. Quizá otros se quedan de brazos cruzados y dicen, bueno, total esto se mantiene, no pasa nada. Y no. Nosotros vinimos con esa vocación de servicio, y no tenemos horario. Nosotros estamos de corrido hasta la noche. Está el trabajo en la oficina y están las recorridas. Mi viejo es sumamente obsesivo del trabajo. Me llena de orgullo estar haciendo todo lo que estamos haciendo.
-¿Qué proyección política tenés?
-Lo mío es estar en el lugar que corresponda, no tengo ninguna ambición personal. Pero sí, de a poco, ir aprendiendo un poco más. Al radicalismo lo veo muy bien en Paraná. Estamos preparándonos como radicalismo para seguir con la gestión en la ciudad. Desde ya que no es cuestión de ambición, sino que muchas de las cosas que se empezaron, queremos terminar de concretarlas, que se lleven adelante. El plan de obras es enorme. Y creo que el radicalismo está muy bien dentro de Paraná.
-¿Hay reelección?
-No lo he hablado con él (con el intendente Varisco), pero queremos repetir quienes estamos en la gestión. Cuatro años se hacen muy cortos para la cantidad de cosas que uno tiene y para llevarlas adelante y concretarlas.
-¿Cómo afectó la causa que investiga la banda narco de Daniel Celis en la Justicia Federal?
-No sé si puedo ser muy objetiva en esto, porque lo viví muy desde adentro, muy de cerca, y el daño ha sido incalculable. Creo que para afuera, la gente valora la gestión, lo que uno hace. Primero que nada, tengo que decir que es todo mentira, y la gente sabe que es mentira. No hemos tenido ninguna agresión en la calle, la gente nos conoce. No somos funcionarios de oficina: estamos constantemente en la calle. Es una vocación de servicio con la que uno llega. Tenía 4 años cuando mi abuelo era intendente. En ese sentido, electoralmente no afecta (la causa judicial), pero sí es una mancha que no sé de qué manera se puede sacar.
-¿Qué mirada tenes ahora de la Justicia?
-Yo empecé a estudiar Abogacía, tengo respeto por la Justicia. Creo en las instituciones, en la República, pero muchas cosas no terminan de ser como yo lo estudié. La última materia que rendí, hace dos meses, fue Filosofía del Derecho y me costó muchísimo estudiarla, leyendo lo que decían los libros, y con la realidad de lo que pasa, aparte. Pero tengo mucho respeto a la Justicia. Yo no sé si por ahí son equivocaciones, malos conceptos, hay algo que está fallando. Nunca me animo a hablar mucho, porque no una no quiere entorpecer. Pero es mentira. No tenemos nada que ver. En mi vida tuve nada en la mano, ni en la vista y yo formo parte de la gestión. Es una cuestión muy particular que me toca muy personalmente. Quizá el tiempo haga que lo pueda mirar de lejos, y cambiar la perspectiva.
-En el último allanamiento ordenado por la Justicia Federal te secuestraron tu teléfono persona. ¿Cómo lo tomaste?
-En un principio, no entendía mucho de qué se trataba. Había sido una amenaza de un mes atrás. Uno trabaja como todos los días. No podía entender lo que pasaba. En el celular, además, está todo ahí, el trabajo, tu familia, todo. Pero por otro lado, el hecho de que nos secuestraran los teléfonos lo entendí como una forma de la Justicia de cuidarnos a nosotros, porque fue una amenaza hacia nosotros. Aunque acá no sólo está el rol de la Justicia, sino también de los medios, sobre todo los medios de Buenos Aires. A nivel nacional ha sido un tratamiento agresivo de una manera que no se entiende. Quizá son las reglas de juego.
-¿Cómo definirías la relación con el PRO?
-Considero que es una relación buena. Con Emanuel (Gainza) se trabaja en conjunto. Con la viceintendente (Josefina Etienot) no hay mucho diálogo. Pero tampoco es una relación mala. No hay casi relación, lamentablemente.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.