El sistema educativo entrerriano carece de datos sobre ausentismo docente, aun cuando desde el Consejo General de Educación (CGE) se han dado a conocer distintas estimaciones que ubican por encima del 20% el índice de designación de suplencias producto de la enfermedad de maestros y profesores, muy por encima del 8% que establece la Ley de Presupuesto.

El dato lo reveló la vocal gremial del CGE, Perla Florentín, que hoy se presentó, en audiencia pública, ante la Comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos de la Cámara de Senadores para responder a distintas preguntas de los legisladores. “No hay índices, no hay datos. No solo de los docentes. Tampoco de los estudiantes”, aseguró Florentín, frente a los senadores y a los tres vocales políticos de Educación que, desde las gradas, siguieron con atención su exposición: Rita Nievas, Marisa Mazza y Gastón Etchepare.

“Se nos acusa a nosotros, pero hay toda una cadena de descontrol, que empieza por los médicos”, aseguró Florentín.

La audiencia pública, previa al acuerdo constitucional que deberá prestarle el Senado a su pliego, ocurre varios meses después de que Florentín fuera votada por los docentes.

Los docentes entrerrianos votaron a Florentín como su representante en el órgano de conducción de la educación el 23 de junio de 2016. Pero extrañamente la aprobación de su pliego en el Senado se ha visto demorado, hasta ahora, que está en la etapa final.

 

Florentín se impuso a la vencedora en las dos oportunidades anteriores, la ahora  secretaria general de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), Susana Cogno, representante de la Agrupación Rojo y Negro. Florentín proviene del riñón de la histórica Lista Celeste,

 

Así, después de dos elecciones con triunfos cómodos –en 2008 y 2012— la Agrupación Rojo y Negro de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) cedió en 2016 la vocalía gremial de Educación.

 

Susana Cogno no pudo conseguir repetir tercer mandato, y su lugar lo ocupó finalmente la dirigente de La Paz Perla Florentín. En las elecciones de 2016, la dirigente se impuso al frente de una alianza que selló Agmer con la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET).

 

La lista que encabezó Florentín se impuso por 586 votos en toda la provincia: 8.204 a 7.618. De ese modo, sobre un padrón conformado por 22.821 docentes en condiciones de emitir el voto, lo hicieron 16.72, o sea el 70,87%.

Antes lo senadores, Florentín, oriunda de La Paz, contó que es docente desde 1985, año en el que se afilió a Agmer. En su larga trayectoria docente, dijo haber transitado por todos los estamentos y que por eso, afirmó, “conozco el sistema educativo desde los distintos niveles, por haberlo transitado. Vengo al CGE para aportar, desde el conocimiento que tengo, para mejorar y trabajar en beneficio de los derechos de los compañeros”.

La dirigente dijo que en el sistema educativo está pendiente la implementación de un sistema de licencias por violencia de género, y cuestionó el hecho de que en el Consejo de Educación no haya un control periódico de la salud de los docentes. “Y a veces los docentes se enferman, no por el trabajo, sino por las condiciones de trabajo. El trabajo no enferma, sino las malas condiciones. Mi tabajo en el CGE ha sido trabajar sobre un punto, que es la recalificación laboral. Es decir, generar las condiciones para que el docente que ha estado con licencia por enfermedad, vuelva pero en las condiciones que necesita para trabajar”, aseguró.

“La Ley de Riesgos del Trabajo reconoce el accidente laboral y la enfermedad profesional. Pero no dice cómo debe ser tratado el trabajador cuando se reincopora –señaló-. El Consejo no tiene normativa para poder encuadrar la recalificación laboral, la vuelta al trabajo después de una enfermedad laboral. No puede volver a su mismo espacio en donde se desempeñó y de donde se fue enfermo por las malas condiciones”.

En ese punto, dijo que la Aseguradora de Riegos del Trabajo (ART) de los docentes no aporta demasiado. “La ART tiene la obligación de hacer ese trabajo, y también der hacer periódicos exámenes sobre la salud de los docentes. Sabemos que hay muchas licencias, pero no hay un seguimiento de la salud de los trabajadores”, apuntó.

Un punto que juega en contra de la salud del docente, aseguró, es el déficit de infraestructura escolar. “Las escuelas todavía no logan ser suficientes para dar cobertura a la obligatoriedad escolar. Lo que se ha hecho es incorporar escuelas en espacios adaptados: a una escuela que se creó como primaria, se le agrega una secundaria. Cuando se construyen escuelas, a los únicos que no les preguntan es a los que las usamos. Y muchas veces las escuelas se construyen de acuerdo a modas”, puntualizó Florentín.

Los senadores se mostraron insistentes en conocer su opinión sobre el índice de licencias, y la vocal gremial dijo que no se puede hablar sin datos. “Hace un tiempo que el Consejo está tratando de reconstruir esa estadística, que cuando era a lápiz, la teníamos, pero hoy con todo informatizado, no la tenemos. Si tenemos una base de datos, vamos a poder trabajar sobre las enfermedades –de qué se enferman los docentes-, y así poder acompañarlos. Necesitamos equipar al Consejo con la tecnología que hace falta para tener un verdadero control de lo que pasa en el sistema educativo”, subrayó.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.