Luego de dos horas de un recital tan intenso como impecable, el santiagueño baja del escenario de la primera noche de la Edición 2019 de la Fiesta del Pescado y el Vino Entrerriano. Camina tranquilo, como si estuviera camino al patio de su casa materna en Frías, haciéndose espacio entre el abrumador calor. Ingresa al colectivo que oficia de camarín y que lo traslada durante las giras, y apenas unos minutos después, baja para sacarse fotos y responder cuatro preguntas.

Raly Barrionuevo es sencillo, claro, directo, franco. Tan transparente como sobre el escenario, tan niño como cuando recuerda a su madre que partió «cruzando el puente», como el suele decir, y muy frontal para defender sus convicciones.

El autor de «Niña de los andamios» habló de otros temas, de esos de la actualidad que lo preocupan y con los que también se compromete. En relación a lo que dejó  2018 en materia de la lucha por la legalización del aborto, remarcó que sólo quienes tienen dinero pueden afrontar una práctica abortiva segura y, por ende, la mayoría de las mujeres padece la clandestinidad: «Yo confío que este año pueda salir la legalización del aborto porque considero que es una lucha muy fuerte y no se puede permitir que mujeres sigan muriendo en situaciones muy marginales. Ya lo dijo el doctor René Favaloro «el aborto es solamente para las niñas ricas y las chicas que necesitan abortar por alguna situación».

«Las mujeres pasan por situaciones muy extremas y poco cuidadas. Eso causa muchas muertes, aunque muchas son tapadas. Se ha comprobado en otros países donde se legalizó que no aumenta la cantidad de abortos. Quiero que todas tengan derecho porque sabemos que las pibas que son de familia con dinero lo hacen y las más pobres no pueden acceder».

Lejos del poder

«Yo trato que mi camino no se choque con los extractos de poder, esté quién esté en el gobierno. Confió en las luchas de abajo y en el fortalecimiento de esas luchas. Vivimos una gran liberación en los espacios de autogestión y vamos generando como arcas -para decirlo de manera poética- y esas arcas se tienen que ir uniendo, juntando. Desde ese lugar podemos hacer frente a lo que se venga».

«Es una época en la cual cada vez se come más veneno, es lamentable. La medicina de prevención prácticamente ya no existe, salvo las excepciones maravillosas que siempre hay, pero todo es un gran negocio donde la libertad se va achicando. Ojalá podamos resistir y sigamos teniendo educación pública para que los de abajo también tengan acceso y formación por ejemplo en arte».

David vs Goliat

La recuperación de la ruralidad, el respeto por los movimientos campesinos y el cuidado del ambiente son tres convicciones de Raly Barrionuevo: «Monsanto es un monstruo tan enorme. Uff, qué difícil es ganarle!. En Córdoba hemos demostrado que uniendo fuerzas se puede enfrentar semejante monstruo. Aquí, en Gualeguaychú, se han prohibido las fumigaciones a pesar que hicieron de todo para tratar de voltear esa Ordenanza, aunque no sucede así -lamentablemente- en el resto de la provincia. Ya sabemos cómo funciona el agronegocio: no es lo mismo la «gente del campo» que el «poblador de campo», porque esa «gente de campo» vive en contacto con la naturaleza mientras que para los otros «el campo» sólo es un espacio donde generar dinero. Las convicciones son muy distintas».

Antes de retirarse a descansar y pensar en su próximo destino, Raly destacó su vínculo con los espectadores. «Al público de Gualeguaychú lo siento mucho más entrañable porque se inició una relación con la presentación por segundo año consecutivo. Eso es natural, la organización nos hizo sentir cuidados los dos años y hoy lo disfrutamos mucho», concluyó. Después siguió caminando lento, sostenidamente lento, como si a las dos de la madrugada estuviese en el patio de su casa materna en Frías, pero siendo las dos de la tarde.

 

 

 

 

Fuente: Reporte 2820