El Ministerio de Salud de Entre Ríos mandó al archivo una investigación que había abierto al cura Alfredo Nicola, expárroco de Oro verde, en su calidad de capellán del Hospital Fidanza, de Colonia Ensayo y ante la sospecha que estuviera envuelto en denuncias judiciales por abuso o corrupción de menores.

Los capellanes de los hospitales públicos son empleados que integran la plantilla de empleados del Estado. Nicola, además de sacerdote, es personal de planta del Ministerio de Salud. En el área que está bajo el mando de la ministra Sonia Velázquez se había abierto el expediente número 2060809.

Se trató de una investigación de oficio ordenada por la ministra Veláquez a partir de las publicaciones periodísticas –más específicamente de la revista “Análisis”- que daban cuenta de una situación  delicada en la que se vio involucrado Nicola: supuestas denuncias por abusos a menores.

Abierta la investigación, se puso en conocimiento del propio sacerdote para que efectuara un descargo: lo hizo negando la existencia de esos hechos. Y además, agregó una certificación, firmada de puño y letra por el vicario general de la diócesis de Paraná, Eduardo Tanger, en la que la curia deja constancia de que no existen presentaciones contra Nicola.

«De ese modo, la actuación se mandó al archivo. Aunque quedamos atentos. Si tomamos conocimientos de que se presenta una denuncia contra Nicola por abuso, o aparecen nuevos cargos que se puedan constatar, se reinicia la investigación», contó a Entre Ríos Ahora Germán Coronel, asesor legal del Ministerio de Salud.

-O sea: sigue siendo empleado del Estado.

-Claro. Cumple funciones como capellán en el Hospital Fidanza.

Nicola fue, hasta su reemplazo por orden del obispo Juan Alberto Puiggari, párroco en la Parroquia Jesucristo Maestro y Señor de la Humanidad y Nuestra Señora del Rosario de Pompeya de Oro Verde.

Luego de la designación de un reemplazante en Oro Verde, Hernán Arismendi -asumió en febrero último-, Nicola quedó sin destino: no tiene parroquia a cargo, vive en su casa, aunque sigue empleado en el Estado, como capellán, en Colonia Ensayo.

Allí, Nicola concurre dos veces cada semana, celebra misa y da atención espiritual a los internados.

En esa tarea, reemplaza al cura Carlos Barón, muerto en 2014, quien había llegado al Hospital Fidanza en 2002, y allí se quedó por el resto de sus días. Barón fue noticia ese mismo año cuando se supo que, a su muerte, la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos decidió otorgarle una pensión a la mujer que había convivido con él en los últimos años.

Barón fue empleado del Estado, y aportante a la Caja por su labor como capellán del Hospital Fidanza. Y logró lo que ningún cura ha logrado aquí: que la pensión pasara a la mujer con la que había compartido los últimos años de su vida.

A través de la resolución N° 4.558, del 27 de noviembre de 2014, la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos reconoció el beneficio de pensión para SSR, la mujer que convivió con el cura Barón hasta la muerte de éste, en junio de 2014.

La vida privada de Barón tuvo una aceptación tácita en la curia, aunque en el caso de Nicola la ventilación de asuntos ligados a su vida pastoral y privada han adquirido rango de escándalo. Los más turbadores fueron los casos de abusos a menores que se le adjudican.

De acuerdo a lo que publicó la revista “Análisis”, “Puiggari conoce de las denuncias en contra de Nicola desde hace –al menos- cinco años. De hecho, el arzobispo ya sabe que no fueron dos los que denunciaron al cura Nicola sino tres. El tercer caso en realidad fue el primero al cual tuvo acceso la máxima autoridad de la curia entrerriana. El hecho sucedió en Luján –provincia de Buenos Aires- allá por 2012, cuando el propio Doumolín le hizo llegar a Puiggari la existencia de una víctima de Nicola que había decidido escribirle una carta al arzobispo donde señalaba que había sido abusado por el actual párroco de Oro Verde”.

Nicola protagonizó un pequeño sainete en Oro Verde antes de ser reemplazado. Se fue de modo intempestivo de la parroquia de Oro Verde el 25 de octubre por un cuadro de estrés, según se encargó de explicar, pero volvió antes de que cante el gallo: el miércoles 29 de noviembre apareció, aparentemente recuperado de su cuadro de salud, y exultante. El cura Daniel Rodríguez, que había sido vicario -un escalón por debajo de párroco- y fue promovido a adminsitrador parroquial durante la ausencia de Nicola puso el grito en el cielo con ese regreso sorpresivo. La indignación de Rodríguez fue tal que hasta manejó la posibilidad de renunciar al sacerdocio, y marcharse de vuelta a su ciudad, La Paz.

En medio de la ausencia de Nicola, sucedió el escándalo con el profesor de música de la escuela parroquial de Oro Verde. Gabriel Flores, oriundo de Misiones, fue denunciado en la Justicia por un caso de abuso. En un confuso episodio, Flores despareció una noche, se fugó de Oro Verde, apareció en el Paraje La Virgen, de allá volvió, se entregó en la Policía y después declaró en la Justicia.

El asunto derivó en el apartamiento de la directora de la Escuela Parroquial Jesús Maestro y Señor, Daniela Cabrol.

Antes Nicola ya había estado bajo la lupa. El fiscal Federico Uriburu, de la Unidad Fiscal de Nogoyá, que llevó adelante la instrucción de la causa del cura Juan Diego Escobar Gaviria, pidió a Puiggari el legajo del sacerdote cuando éste fue citado por la defensa en el juicio que se desarrolló en Gualeguay. Pero el arzobispo sacó un as de la galera: impidió que Nicola declarase en el juicio, y al responder la petición del fiscal, expresó que el mismo se había tornado “abstracto”, y dejó a buen resguardo los antecedentes del párroco de Oro Verde.

Respecto de los supuestos casos de abuso, Nicola los desmintió en forma pública y después acudió ante la curia para conseguir una especie de salvoconducto que lo dejara a salvo de las sospechas.

“El que suscribe, Monseñor Eduardo Tanger, Vicario General del Arzobispado de Paraná, CERTIFICA que en dicho Arzobispado no existe ningún expediente sobre abuso de menores referido al Pbro. Alfredo Luis Marcelo Nicola (D.N.I. 23.341.742).

“Se extiende la presente certificación en la ciudad de Paraná, a los 11 días del mes de diciembre de dos mil diecisiete.”

Eso dice el documento, que el sacerdote presentó al Ministerio de Salud y que derivó en que su caso fuera enviado, de momento, al archivo.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.