Francisco Garcilazo decidió dar una batalla en la Justicia para conseguir dar vuelta la dura sanción que le aplicó el consejo directivo de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE): 45 días de suspensión.

El actual secretario adjunto de ATE generó una corriente de rechazo desde un sector del sindicato cuando decidió, en junio, aliarse con Adrián Gómez, referente de los municipales a nivel provincial, y participar en las elecciones de renovación de directorio del Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (ATE), de la que su gremio decidió no participar por fuertes diferencias con la Junta Electoral.

Gómez fue reelecto como director de Iosper, pero la alianza que selló Garcilazo terminó jugándole en contra. Pero no fue el único argumento de ATE para aplicarle la suspensión de 45 días. También le reprocharon haber cambiado una resolución en torno a la conformación de la representación del sindicato en la comisión de suplentes del Hospital San Roque. Garcilazo cuenta que los delegados votaron una fórmula, pero el consejo directivo provincial de ATE no estuvo de acuerdo y varió la representación. Enterado del cambio, Garcilazo modificó la resolución y designó a quienes habían sido votados por los delegados.

Esos encontronazos terminaron con la decisión del gremio de suspender a su secretario adjunto, por un plazo de 45 días. Garcilazo recurrió esa sanción, pero el Juzgado Laboral N° 2, a cargo transitoriamente de Nanci Bautista, declaró abstracto el recurso de amparo que el dirigente presentó contra su propio gremio.  “Garcilazo Labat Juan Francisco c/ Asociación Trabajadores del Estado (ATE) Entre Ríos s/Acción de amparo” quedó caratulada la causa.

Disconforme con esa decisión de la Justicia Laboral, Garcilazo acudió con una apelación ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ), que todavía no se ha expedido. “Quiero que la Justicia se expida. Quiero que diga si la sanción está bien impuesta. Quiero que se definan, no que me digan que está abstracta”, asevera el dirigente.

“La situación (del país) hoy amerita tener sindicatos organizados (…). Tendríamos que estar todos en la calle para enfrentar lo que estamos teniendo, tarifazos, salarios a la baja”, evalúa el dirigente. “Creo en las autonomías, y creo que las discusiones tienen que darse de otra manera”, completa.

Durante una entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Costa Paraná 88.1, Garcilazo fustigó la falta de “libertad y democracia sindical” en ATE. Y también cuestiona cierto interés de algunos dirigentes –no lo nombra, pero hace alusión al titular del gremio, Oscar Muntes- por ir por la reelección en sus cargos. “Cuando asumimos esta gestión con Muntes, dijimos: ´Cuatro años y nos vamos´. Tenemos que dejar que vengan otros compañeros. Pero parece que hay muchos sindicalistas, incluso de ATE, que no es ´cuatro años y nos vamos´, sino que se quieren quedar”, señala.

Luego, fustiga el manejo interno del gremio. “ATE fue siempre un sindicato de mucha democracia sindical. En ATE decimos que la asamblea define. Pero de ser ese sindicato de mucha libertad, pasa a ser un consejo provincial cerrado, de 15 miembros, que dice qué hacer y qué no. Pero los municipales somos rebeldes y eso nos lleva a la suspensión”, plantea.

 

Efectivamente, Garcilazo proviene de la rama municipal de ATE. Y desde esa base decidieron sumar su voto a la lista de otro municipal, Adrián Gómez, en las elecciones de Iosper. Esa definición fue la piedra de toque de la fuerte división que ahora vive el gremio.

En septiembre de 2019, ATE irá a las urnas nuevamente, pero Garcilazo dice que “le da vergüenza” que los dirigentes piensen en fórmulas “mientras tenemos compañeros despedidos”.

Aunque ya se anota en la pelea de ATE nacional, cuestiona la actual conducción de Hugo “Cachorro” Godoy, y promociona otra figura, “de renovación”; y en ese camino anota la candidatura del rionegrino Rodolfo Aguiar para quedar al frente del gremio.

Y respecto de la suspensión por 45 días –que ya expiró- explica que a pesar de la sanción “nunca dejamos de estar en funciones. Seguimos recorriendo la provincia, firmamos paritarias, y demás, y por eso se nos quiso llamar la atención. Ante eso, les dijimos: ´Si quieren, vayan y denúnciennos en La Haya´. Todos tenemos que estar del lado del trabajador”, asegura.

 

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.