El juez de Transición y Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, dictó hoy la prisión preventiva al cura Juan Diego Escobar Gaviria en el marco de una nueva investigación penal preparatoria por un caso de abuso y corrupción de menores que instruye el fiscal Federico Uriburu.

La prisión preventiva, que se agrega a la que ya cumple desde el 21 de abril en la Unidad Penal de Victoria por otros otros cuatro casos, será hasta que se dicte sentencia en el juicio oral al que será llevado el sacerdote.

El juez Acosta hizo lugar al planteo del fiscal Uriburu y sostuvo que existen «riesgos procesales», y entre estos, el principal es el peligro de fuga de Escobar Gaviria, por cuanto ya carga con una durísima condena, todavía no firme, a 25 años de cárcel. De modo que ahora el sacerdote, que fue párroco de Lucas González, cuenta con «doble» prisión preventiva. La que le prorrogó el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, en septiembre último, al condenarlo, y que cumple desde abril pasado, y la que le impuso ahora el magistrado nogoyaense.

La calificación legal del nuevo hecho que carga sobre sus espaldas Escobar Gaviria es el delito de promoción a la corrupción agravada, que tiene una pena de 10 a 15 años de prisión.

 

La medida fue dictada en el marco de la investigación penal preparatoria N° 919/17 caratulada “Escobar Gaviria Juan Diego s/Promoción a la corrupción agravada”.

Escobar Gaviria, miembro de la Cruzada del Espíritu Santo –la orden religiosa que dirigió el cura Ignacio Peries, residente en Rosario, y que ahora bastonea Henry Wilson Echavarría, afincado en Estados Unidos–, que fue párroco de Lucas González, en el departamento Nogoyá, entre 2005 y 2006, enfrentó en agosto último un juicio oral que derivó en una durísima condena, la primera para un miembro activo del clero, por parte del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay.

El 14 de septiembre se conocieron los fundamentos del fallo que habían adelantado el 6 de ese mes el tribunal conformado por los jueces María Angélica Pivas (presidente), Roberto Javier Cadenas y Darío Ernesto Crespo, que condenó a 25 años de prisión al cura Escobar Gaviria, al hallarlo material y penalmente responsable por cuatro hechos de abusos y corrupción de menores, que salieron a la luz en 2016.

El sacerdote colombiano de 59 años era el párroco de la Parroquia San Lucas Evangelista de la localidad de Lucas González, del departamento Nogoyá, y desde el 21 de abril se encuentra alojado en la Unidad Penal Nº5 de Victoria, y permanecerá allí hasta que el fallo condenatorio quede firme.

Pero antes de que se conocieran esos fundamentos, el cura fue notificado de una nueva denuncia, la quinta en su contra, que se ventiló durante aquel juicio, en agosto pasado, y se relaciona con la denuncia que efectuó el sábado 19 de agosto, en Lucas González, el joven S, de 17 años. “Pasaba una semana y me empezaba a llamar por teléfono, me pedía disculpas, me escribía por whatsapp, me decía que me quería mucho, que le hacía mucha falta, que no me aleje de Dios”, contó S. respecto del acoso que soportaba de parte del párroco de Lucas González.

Aunque Escobar Gaviria está condenado a 25 años de prisión, ese fallo no está firme. Sus defensores, Milton Urrutia y Juan Pablo Temón fueron en Casación a pedir que se lo declare inocente y que se lo ponga en libertad de inmediato. Aunque cuando el asunto iba a ser abordado en audiencia, los letrados recusaron a todo el tribunal de la Cámara de Casación Penal: Hugo Perotti, Marcela Badano y Marcela Davite.

Así, el recurso de casación y el pedido de libertad de Escobar Gaviria fueron aplazados, de momento, sin fecha.

Aunque en el ínterin, una nueva causa avanza hacia el juicio oral, y pondrá, otra vez, al sacerdote en el banquillo de los acusados.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.