“Te entregué uno de los tesoros más importante y le arruinaste la vida. Dios nunca te va a perdonar”.

Mercedes de Huck se enteró que hoy el cura Marcelino Ricardo Moya llegaba a Villaguay, para participar de la audiencia de depuración de pruebas en la causa por abusos que lo tiene como único imputado, y lo esperó a las puertas de los Tribunales.

Llegó de la mano de su nieta. Y lo buscó con la mirada. “Le dije que me mirara a los ojos, y le gritaba, pero lo único que hacía era reírse. Lo único que veía era a él, y después era todo borroso. Quería que me mirara, le grité que yo le había entregado a mi hijo para que lo cuidara y terminó arruinándole la vida. Se lo dije, se lo grité.

Había alguna gente alrededor de él, que le hizo cerco. ¡Como si yo le pudiera hacer algo!”, dice Mercedes.
Mercedes Huck es la mamá de Pablo Huck, uno de los denunciantes del cura Moya.

Dos años después del comienzo de la causa por abusos en los Tribunales de Villaguay, el cura Marcelino Ricardo Moya se presentó por segunda vez. La primera fue en diciembre último, a declaración indagatoria, cuando prefirió el silencio.

Ahora, con cuerpo de abogados nuevo, fue a reclamar la prescripción de los delitos que se le imputan.
Moya está suspendido en su función de cura desde junio de 2015, cuando se abrió la causa penal en su contra, y está imputado por dos casos: uno es por promoción a la corrupción, y otro es un abuso sexual simple, en ambos casos, agravado por ser un ministro de la Iglesia Católica.

El abogado Gustavo Amílcar Vales renunció a su tarea como defensor del cura Moya. La tarea quedó a cargo ahora del abogado Néstor Fabián Nicolás Paulete, oriundo de Colón. Junto a Paulete actúa también su colega Rubén Darío Germanier. Hoy se presentó sólo Paulete. Y Moya en los Tribunales de Villaguay.

El martes, otra vez habrá audiencia ante juez de Garantías y Transición Carlos Ramón Zaburlín. Será para que la fiscal Nadia Benedetti y los querellantes Juan Pablo Cosso y Florencio Montiel fundamenten su pedido de remisión de la causa a juicio.

Entonces, Zubarlín deberá resolver entre el planteo de la fiscal y los querellantes, de elevar la causa a juicio, o resolver el planteo de la defensa, que reclamó la prescripción.

“Entendemos que este artilugio de la prescripción no va a prosperar. Hay jurisprudencia y está el caso Ilarraz como antecedente”, entendió Florencio Montiel, uno de los abogados querellantes.

En mayo último, la fiscal Benedetti dio por concluida la investigación penal preparatoria y pidió la elevación a juicio de la causa. Este miércoles el juez Zaburlín había citado a las partes para un proceso de depuración de prueba. Pero el cura Moya, con nuevo abogado, sorprendió con el pedido de prescripción de la causa.

La nueva audiencia por el caso Moya será el martes, a las 9,30, en los Tribunales de Villaguay.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.