El médico Marcelo Tedesco tiene los días contados al frente del Hospital de Santa Elena, ubicado en el departamento La Paz. Su salida de la dirección es un paso seguro que oficializará próximamente el Ministerio de Salud de Entre Ríos, a cargo de Sonia Velázquez.

Fuentes de la cartera sanitaria confirmaron que la eventual salida del médico se debe al avance de la causa judicial por mala praxis que involucra al actual director. Se trata de la causa que lo tiene como imputado de lesiones culposas y ejercicio ilegal de la medicina, por su intervención como anestesista en la operación de vesícula de María Fernanda Rodríguez, la docente que lo denunció en agosto de 2016. Este miércoles, a las 9, Tedesco debe presentarse ante el fiscal de La Paz Oscar Sobko para declarar sobre los hechos que se le imputan.

Además, en el marco de un sumario administrativo que se abrió en simultáneo con la causa judicial, en el Ministerio de Salud corroboraron que Tedesco no había homologado su especialidad de anestesista, que obtuvo en Brasil, más precisamente en el Centro de Beneficencia Portuguesa. Es decir, sin ese aval oficial no podía presentarse como especialista en la materia ni ejercer como tal.

En rigor, lo que confirmaron en la cartera sanitaria provincial es un dato ya conocido, y que salió a la luz el 18 de mayo de 2017, cuando en respuesta a un oficio de la Fiscalía de La Paz el Coordinador del Registro y Fiscalización de Profesionales y Auxiliares de Salud, Gonzalo Navarro, contestó que “en el caso concreto el médico Néstor Marcelo Tedesco, no posee autorización para anunciarse como médico especialista en anestesiología”.

Según la imputación del fiscal Sobko, el médico habría estado en esa situación irregular al menos cinco años, entre el 1° de marzo de 2012 y el 2 de noviembre de 2017.

El segundo caso


No es la única causa que preocupa al médico. Y es que sobre él pesa una segunda denuncia penal, esta vez por lesiones gravísimas, que fue formulada por Liliana Alicia Velázquez, ama de casa de 46 años, que reside en el barrio 3 de Febrero, de Santa Elena. La mujer fue operada de una hernia inguinal, y sufrió lesiones gravísimas que atribuye a la mala colocación de la anestesia.

Representada por los abogados Hernán García Guiffre y Mario Ernesto Paz –letrados que también representan a la docente Rodríguez-, la mujer demandó al Equipo Médico que el 18 de marzo de 2015 intervino en su operación de hernia inguinal.

La operación fue realizada en el hospital de Santa Elena, y en la misma Tedesco intervino como anestesista. La mujer contó que se animó a denunciar al médico cuando supo del caso de la docente que lo denunció en agosto de 2016 y cuyo caso salió a la luz pública en junio de 2017. “Cuando me enteré de lo que le pasó a Fernanda vi que no era mentira lo mío”, dijo Velázquez en diálogo con Entre Ríos Ahora.

La mujer relató que en febrero de 2015 comenzó a sentir un dolor en la pierna izquierda y realizó la consulta pertinente al entonces médico cirujano José María Grimaldi (fallecido), quien le diagnosticó una hernia y le recetó medicarse con un diclofenac de 75 mg por día.

A pesar de la medicación, los dolores continuaron. Y entonces el médico le recomendó operar antes de que la hernia siga creciendo. El 18 de marzo de 2015 fue el día elegido para la intervención. La operación comenzó a las 13, y terminó media hora después.

Velázquez contó cómo fue aquel fatídico día en que fue intervenida: “Primero no me habían puesto la anestesia, se habían olvidado. Y después Tedesco me levantó la parte del músculo izquierdo y me aplicó la anestesia. Al ratito sentí todo dormido. Cortaron en la parte inguinal, y no encontraron ninguna hernia”.

Según el relato de la denunciante, tras la intervención debió quedar internada durante tres días en el nosocomio. Al poco tiempo, un comentario del médico cirujano la turbó: “Vas a quedar renga”.

“Yo no sabía por qué motivo iba a quedar renga. Salí del hospital en silla de ruedas. No caminaba ni para ir al baño. No podía marchar, ni mirar bien”, comentó.

A su vez, la denunciante sostuvo que el cuadro se agravó con el paso del tiempo: “Después las cosas se me iban y venían. No podía ver los colores de la televisión, ni a mi familia. Quedé cuatro meses tirada en la cama. Me levantaba y me higienizaba mi marido, porque no podía moverme”.

Además, señaló que su movilidad se vio reducida: “No puedo agacharme, tengo que estar acostada nomás. Los ojos no los puedo abrir mucho y se me nubla todo”.

El caso de Fernanda, la docente que primero denunció a Tedesco, convenció a Velázquez de que algo salió mal en su cirugía, y que el responsable de su situación es el hoy director del Hospital de Santa Elena: “A mí no me hacían caso cuando iba al hospital a pedir ayuda. Se me caía el cuerpo. Me paraba contra la pared en la sala de guardia. Un traumatólogo que consulté me terminó diciendo que me tocaron el nervio de la columna”, dijo.

Hoy, Velázquez sobrelleva su situación como puede. Su gran apoyo es su marido, Carlos Antonio Cardozo. “Él me hace los deberes de la casa: lava y cocina. Además, lleva al nene a la escuela y me atiende”, resaltó.

En su demanda quedó plasmada la amargura que siente por lo que debe pasar junto a su familia: “Toda mi familia está sumida en una depresión que aumenta a medida que empeora mi salud. Sobre todo teniendo en cuenta que el médico que me provocó el daño Dr. Tedesco no estaba habilitado para estar colocando anestesia. Esto lo conocí por los medios de comunicación y esa circunstancia me volvió a causar indignación”.

“Todo esto que me está pasando es como una pesadilla para mí, me quitaron la posibilidad de caminar normal y divertirme con mi familia, no puedo ni siquiera jugar con las mascotas de la casa, ‘Mora’ y ‘Gombal’. A veces no puedo levantarme de la cama y las perras esperan que los atienda y a veces no puedo. Mi vida cambió radicalmente desde el 2015 hasta la fecha”, dijo en otro párrafo de su denuncia.

Y finalizó con un deseo: “Quiero seguir el secundario porque no lo terminé, quedé en 1° año. Por mi hijo, para poder seguir ayudándolo con los estudios, aunque no puedo leer muy bien porque se me nubla la vista y se me pone borrosa con la letra chica”.

Al igual que en el caso de la docente, Velázquez espera que su situación tenga una resolución judicial que repare, al menos un poco, el daño que debe cargar de por vida.

 

 

Gonzalo Núñez

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.