Otra diputada provincial del Frente para la Victoria (FPV) se sumó al virtual interbloque antiaborto que apareció en los últimos días en la Cámara de Diputados.

Se trata de la exintendenta de Villa Paranacito, Carmen Toller, esposa de exsenador César Melchiori, el legislador que llegó a presentar en el Senado un proyecto de ley para prohibir en Entre Ríos la práctica del aborto.

Toller se sumó así a la postura que sostienen los diputados María Alejandra Viola,  Joaquín La Madrid y Martín Anguiano, de Cambiemos, y Gustavo Guzmán (FPV), que rechazan el protocolo de actuación en casos de aborto no punible que aprobó en agosto último el Ministerio de Salud, a tono con un fallo de 2012 dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

“Somos muchos los que trabajamos a favor de la vida”, dijo Toller en declaraciones que formuló a la radio de la curia, FM Corazón.

“Indiscutiblemente cuando se llega a hablar de esta situación es porque venimos transitando una senda de dolores, injusticias, angustias. Estoy convencida de que las personas que proponen el aborto legal, piensan que esa es la solución al problema. Nosotros consideramos que nunca una injusticia puede ser la solución de otra injusticia. Todos buscamos soluciones. Un grupo la busca a través de quitarle la vida al niño por nacer y otro grupo dice que la solución a la pobreza, a la violencia, a la indigencia, a la soledad de las madres, tiene que ser a través de otros caminos”, sostuvo la legisladora.

Por otro lado, aseguró que “no somos solamente cinco los que pedimos derogar este protocolo. Somos varios los que trabajamos a favor de la vida. Algunos pares míos, supieron de esta entrevista y me dijeron que cuente que somos muchos los que estamos a favor de la vida”.

“En un contexto en el cual se está luchando contra los femicidios, se propone esta situación de que cuando una mujer sufre una violación, puede no hacer la denuncia para practicarse un aborto. Anteriormente se manifestaba que sí había que hacer una denuncia para que se tome un ADN, descubrir el violador y detenerlo. Más si es intrafamiliar. Si no se denuncia, entramos en un círculo vicioso”, explicó.

 

“Este artículo del protocolo va a contrapelo de toda la conciencia ciudadana que pide la penalización profunda de los agresores sexuales. Para eso es fundamental que la denuncia se realice en organismos pertinentes, no a través de una declaración jurada en una mesa de entrada de un hospital”, dijo Toller

 

El segundo punto está relacionado con la objeción de conciencia por parte de los trabajadores de salud. “En el protocolo no se respeta la objeción de conciencia del trabajador de salud. Entonces, cuando esa persona dice que no quiere practicar un aborto, el protocolo prevé echarlo del servicio. Vemos que hablamos de derechos para un lado y no miramos los derechos para el otro. Se había dicho que la Superintendencia quitaría la habilitación a los centros que ofrecen servicios de salud que no quieran practicar el aborto. ¿Podemos quitarle la fuente de trabajo a miles de trabajadores? ¡No!”.

 

El tercer punto tiene que ver con la información que se brinda previamente a la práctica del aborto. “El protocolo no especifica la debida información a la madre sobre las consecuencias que puede tener el aborto. Para que ella acepte libremente hacerlo, debería conocer todas las consecuencias del ámbito físico y psicológico. Esa mujer tiene que saber. Porque muchas veces son abortos inducidos, aseguró.

 

Según Toller, “no existe contención, asistencia, ni ayuda de profesionales para aquellas madres que no quieran practicarse un aborto. Nos preocupamos por implementar las medidas del aborto porque hablamos de derechos, pero no contemplamos el derecho de esa mamá de querer tener ese bebé. Hay situaciones tan tristes en la sociedad, y esas situaciones pueden impulsar la decisión de abortar. Con el aborto, miramos a un costado y no vemos las situaciones que incitan a que esas mujeres se practiquen el aborto”,

 

En ese marco, sostuvo: “En primer lugar, queremos reunirnos con el Gobernador. Queremos saber su decisión política y de ahí ver cómo seguir. Debemos sumarnos y no trabajar en forma atomizada. Buscar la manera de trabajar en red y de forma mancomunada. Cada uno tendrá su aporte. Trabajar juntos y multiplicar expresiones. Y por otro lado, es necesario dar contención y ayuda a esas madres. Si las ayudamos reamente, no se van a practicar tantos abortos. Con o sin ley. Porque si nos preocupamos por ellas y su realización personal, cada mamá va a saber cómo cuidar esa vida”.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.