Cerró el boliche Ortiz y dejó a 18 trabajadores en la calle.
La novedad la cuenta Hugo Permayú, del sindicato de los gastronómicos, aunque lo cuenta sin muchos elementos en la mano: la empresa no comunicó oficialmente nada, y de todo se enteraron por boca de uno de los despedidos.
El 30 de mayo, en su muro de Facebook el boliche colgó el cartel de «Cerrado por refacciones», aunque a los trabajadores ya les están llegando las cartas documento: los despiden y les avisan que tienen la liquidación de la indemnización a su disposición.
Ortiz abrió el 18 de octubre de 2014, con un restó que entonces era manejado por Ricardo Annichini.
El local abrió sobre el edificio donde antes estuvo el Museo de la Ciudad, aunque muy remodelado: se le instaló un deck y se lo rodeó de rejas que cubren toda la esquina de Avenida Costanera y Acuerdo de San Nicolás.
Uno de sus dueños, el empresario de la construcción Miguel Marizza
Marizza siempre se las ingenió para montar boliches en propiedades del Estado.
Marizza y Urribarri, en diciembre de 2014, durante la cena de la Cumbre Mercosur en Ortiz.
En 2003, consiguió que la Municipalidad le cediera, por baratijas, las instalaciones de la vieja planta de agua, en la Toma Vieja, donde montó el boliche Budha.
La concesión fue por diez años, pero el furor por el negocio duró menos de cinco, y luego fue abandonado.
Después, las instalaciones quearon a las buena de Dios. Hoy, lo que fue Budha, el boliche bailable, en el subsuelo, y Señor Anderson, el comedor, cerca de la entrada, son ruinas.
Cuando Marizza abandonó la Toma –por derrumbes en la barranca, y por la caída del negocio—consiguió otro bien del Estado para montar un boliche: los galpones del Puerto Nuevo, donde abrió Señor Anderson y el complejo Z, que después también abandonó.
En 2014, volvió a ocupar un predio del Estado.
En lo que fuera el Museo de la Ciudad abrió el boliche Ortiz, un nombre que remite al poeta entrerriano Juan L.Ortiz.
Ahí, en ese lugar, sobre la Costanera, funcionaron el Molino Rojo, Tío Po y, más recientemente, La Baxada, que abrió sus puertas entre 2006 y 2013.
Vencida esa última concesión, el gobierno de la ciudad llamó a licitación y se presentaron dos propuestas: Spoturno SRL y Altos de la Toma S.A., del empresario de la construcción Miguel Marizza.
Ganó Altos de la Toma SA.
Ortiz tuvo un bautismo de fuego: allí se hizo la cena de recepción de autoridades y de la prensa que asistió a la Cumbre de Presidentes del Mercosur, en 2014, encuentro que derivó después en la apertura de dos causas en la Justicia: una por la contratación de la productora del empresario farandulero Jorge «Corcho» Rodríguez, y otra por los negocios que se hicieron con las empresas constructoras de la ciudad, comandadas por Mariza.
El Ministerio Público Fiscal le imputa el delito de Defraudación contra la Administración Pública.
En la “rendición de cuentas” que envió el excoordinador de la ya inexistente Unidad Operativa Mercosur, Hugo Félix Céspedes, a la Legislatura, es una pequeña ventana para asomarse al peculiar modo cómo el Estado gastó, sin licitación, para contratar servicios durante la realización de la Cumbre de Presidentes de mediados de diciembre, en Paraná.
En el rubro “agasajos”, el Estado pagó una cena al “equipo de trabajo” de la Cancillería por $ 6.750 en un comedor de calle Urquiza; en el mismo lugar, cenó el “equipo de prensa de la Nación”, así dice el informe remitido a la Legislatura. Los comensales, en este caso, gastaron $ 3.217.
Más oneroso resultó el “catering presidentes y seguridad presidencial”, todo un mismo rubro al parecer, que facturó MC Catering SA por $ 40.777.
Pero la firma rosarina MC Catering SA no fue lo único que facturó. El 22 de diciembre cobró una factura por $ 1.100.000; y el 30 de ese mes, otra por $ 1.002.859.
Aunque en este rubro, uno de los que mejor facturó fue el empresario Miguel Marizza –que participó de la Cumbre con su empresa Caballi SA—a través de Altos de la Toma SA, que controla el boliche bailable Ortiz.
El gasto, por $ 199.045, se anotó en el rubro “agasajo prensa nacional e internacional”.
El encuentro tuvo lugar el martes 16 de diciembre de 2014 en Ortiz, a un mes de haber abierto sus puertas.
Fue una fiesta glamorosa, de la que participaron funcionarios de todos los niveles.
Ahí estuvieron el entonces gobernador Sergio Urribarri, la ex intendenta Blanca Osuna, el ex ministro de Cultura, Pedro Ángel Báez, y hasta el ex secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni.
Incluso, Berni se fotografió con uno de los enviados del diario La Nación a Paraná, el periodista Mariano Obarrio.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.