El cura Alfredo Nicola ya no es párroco de Oro Verde.

No sólo fue corrido Nicola, sino también su vicario, Daniel Rodríguez. De momento, no se sabe cuál es el destino que le dieron.

Sí se sabe quiénes lo reemplazan.

La curia anunció que en la parroquia Jesús Maestro y Señor y Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, de Oro Verde, ha sido designado como párroco Hernán Arismendi, responsable de la radio FM Corazón, y como vicario, el cura Héctor Rodríguez.

De ese modo, buscan correr de la escena a uno de los sacerdotes que estuvo en boca de todos. Aunque no ha sido el único.

Los escándalos no le dieron tregua en 2017 al jefe de la Iglesia de Paraná, Juan Alberto Puiggari,

Uno de los suyos, el cura Juan Diego Escobar Gaviria, fue condenado el 6 de septiembre a 25 años de prisión, acusado de los delitos de abuso y corrupción de menores. Escobar Gaviria estuvo una eternidad en Lucas González, en el departamento Nogoyá: llegó en 2005 y permaneció como párroco hasta finales de octubre de 2016, cuando debió salir, a hurtadillas, entre gallos y medianoche, después de la presentación en la Justicia de la primera denuncia por abuso de un nene de 11 años.

En medio, otro cura, Marcelino Moya, pleitea en la Justicia para conseguir que un tribunal lo beneficie con la ley del olvido. Tiene dos denuncias por abuso y corrrupción de menores, pero en vez de vociferar su inocencia, pide que se dicte la prescripción, o sea la imposibilidad de investigar por el transcurso del tiempo. Mientras, el año cerró con otra mala nueva: la novedad de que en abril próximo otro sacerdote, Justo José Ilarraz, se sentará en el banquillo por siete denuncias de abuso en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo.

En medio, otro escándalo, un docente de la Escuela Parroquial Jesús Maestro y Señor, Gabriel Flores, fue denunciado por un supuesto abuso a un alumno. Cuando supo que había sido denunciado, el docente desapareció de Oro Verde en medio de la noche, abandonó su auto al costado del río, y en el interior dejó una carta dirigida a sus padres -viven en Misiones-  y todos supusieron un suicidio. Nada de eso. Nadó hasta una isla y de allá fue traído por un pescador, se presentó en la Policía y entonces se anotició de la denuncia en su contra en la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abusos del Poder Judicial.

En paralelo, se conocieron denuncias por abusos contra el cura Alfredo Luis Marcelo Nicola, párroco en la Parroquia Jesucristo Maestro y Señor de la Humanidad y Nuestra Señora de Pompeya, de Oro Verde.

Antes de que ganaran la luz pública esas denuncias, Nicola anunció por whatsapp que se tomaba un tiempo de licencia por estrés, después de un acuerdo al que había llegado con Puiggari. Pero al mes volvió, dispuesto a tomar su lugar que había quedado en manos del vacario Daniel Rodríguez. El vicario se sorprendió cuando lo vio volver y estuvo a punto de renunciar por la situación incómoda. Finalmente, no renunció y ahora se conoció que ni él ni Nicola siguen al frente de la parroquia de Oro Verde.

Una práctica corriente dentro de la Iglesia Católica: mudar a los curas cuando se ven envueltos en situaciones escandalosas.

 

 

Los cambios


El cambio en Oro Verde no fue el único que dispuso la Iglesia.

Mediante decreto, Puiggari, ha resuelto otro cambios en las tareas pastorales de algunos sacerdotes:

 

– En la parroquia Nuestra Señora de Luján, de Paraná, ha designado como párroco  José María López y como vicario,  Gustavo Olmo

– En la parroquia San José Obrero, de  Paraná, ha designado como párrocoMatías Volpe.

– En la parroquia Santa Rosa de Lima, de Villaguay, ha designado como vicario Emanuel Tropini.

– Como formador del Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo ha designado  Lionel López.

Las fechas de los cambios se darán a principio del mes de febrero.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.