El juez de Ejecución de Penas de Gualeguaychú, Carlos Alfredo Rossi, se sentará desde este martes, a las 9, en el lugar contrario: ya no para juzgar, sino para ser juzgado, en el inicio el jury en su contra, acusado por mal desempeño y falta de idoneidad por haber resuelto, el 1° de julio de 2016, la liberación del reo Sebastián Wagner, con dos condenas por abuso sexual. El 1° de abril de 2017, Wagner se convirtió en el femicida de la estudiante uruguayense Micaela García, cuyo cuerpo fue hallado recién una semana después, el 8 de abril. Desde ese momento, se abrió una seguidilla de presentación con pedidos de enjuiciamiento para el magistrado.
Rossi fue designado juez de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Gualeguaychú en 2000. El decreto de su designación fue firmado por el entonces gobernador Sergio Alberto Montiel. Desde entonces, y durante 18 años, se ha mantenido en el mismo cargo, idéntica función. El decreto N° 3.520, del 18 de agosto de 2000, dispuso nombrar con acuerdo del Senado a Rossi, clase 1963, domiciliado en Gualeguaychú. La norma, firmada por Montiel, señala que Rossi “reúne los requisitos legales y personales para desempeñar las funciones”. Ahora, esa cualidad de Rossi está puesta en dudas, y por eso la acusación.
El Jurado que tendrá la misión de juzgar al juez Rossi0 está conformado por los vocales del Superior Tribunal de Justicia (STJ) Germán Carlomagno, que es el presidente; Daniel Carubia y Miguel Giorgio; el senador Daniel Olano, la diputada Ester González, y en representación del Colegio de Abogados de Entre Ríos, Jorge Campos y Roberto Beherán.
El 5 de febrero de 2018, García emitió dictamen, aunque no acusó a Rossi, y se amparó en el andamiaje legal vigente para sostener que no está obligado a acusar
El magistrado tiene ocho denuncias por mal desempeño y falta de idoneidad a raíz de una decisión polémica: el 1º de julio de 2016 otorgó la libertad condicional al violador serial Sebastián Wagner, quien hasta entonces estaba alojado en la Unidad Penal Nº 9 Granja Penal Colonia El Potrero, de Gualeguaychú, cumpliendo una pena de 9 años de prisión por dos hechos de violación. Si Wagner seguía en prisión recién iba a salir a las calles el 16 de julio de 2018.
El 1° de abril de 2017, Wagner asesinó a la joven Micaela García, en Gualeguay. El caso conmocionó al país, y sobre todo al movimiento de mujeres que se movilizó bajo la consigna #NiUnaMenos. En Entre Ríos, el rostro del juez fue parte de las pancartas que se exhibieron en el Poder Judicial, junto al rótulo de “cómplice”. El 17 de octubre pasado, el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay condenó a Wagner a prisión perpetua por “abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con homicidio calificado por alevosía, criminis causae y femicidio”. Su jefe Néstor Pavón fue condenado a cinco años de prisión por encubrimiento y el hijastro de Wagner, Gabriel Otero, fue absuelto.
Durante el jury a Rossi, que se iniciará el 24 de julio, la Asamblea Participativa de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans consiguió que participen como testigos dos peritos, los especialistas en género Rita Segato y Enrique Stola.
El juez Rossi pidió como testigos a Lisandro Beheran, fiscal coordinador de Gualeguaychú; Alejandrina Herrero, defensora de Pobres y Menores; Pablo Ronconi, defensor de Menores; Pablo Ledesma, exdefensor de Pobres y Menores, todos de Gualeguaychú; Gisela Wagner, directora del Patronato de Liberados de Entre Ríos; Mariela Brondani, miembro del Patronato de Liberados; Hugo Splendore, integrante del Servicio Penitenciario de Entre Ríos; José Luis Mondragón, exdirector del Servicio Penitenciario; y Mario Juliano, juez Penal de Nocochea, provincia de Buenos Aires.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.