El tercer operativo de evaluación Aprender, que en Entre Ríos se desarrolló el viernes 19 de octubre y que alcanzó a 22.363 alumnos de sexto grado de las escuelas primarias públicas y privadas generó una queja tardía e insólita de la Iglesia Católica de la Provincia.
Los obispos de Paraná, Juan Alberto Puiggari; de Gualeguaychú, Héctor Zordán; y de Concordia, Luis Collazuol, salieron a cuestionaron la «intromisión», así lo plantearon, del Estado al relevar en ese operativo de evaluación aspectos relacionados con la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI).
Del Aprender 2018 en Entre Ríos participaron 1.650 docentes de aula, que evaluaron a los alumnos del último año de la primaria.
Desde el Ministerio de Educación de la Nación, que coordinó el operativo, se dispuso incluir cuestionarios complementarios para monitorear la aplicación de políticas educativas. También se incluyeron preguntas sobre educación intercultural bilingüe y sobre educación rural.
En relación a la aplicación de políticas públicas se indagó directamente sobre la ley de Educación Sexual Integral (ESI). En el cuestionario de los chicos se listaron los contenidos de ESI que deberían haber visto ese año y se les preguntó si recibieron esos temas. A los docentes se los indagó sobre esos mismos temas, si fueron trabajados en el aula y si tenían dificultados o necesitaban capacitaciones para cumplir con la norma vigente desde 2006.
Enterados de esos cuestionamientos sobre aplicación de la Ley de Educación Sexual a los estudiantes de las escuelas católicas, los obispos pusieron el grito en el cielo.
«Como representantes del Consejo Provincial de Educación Católica de la provincia de Entre Ríos, consideramos inaceptable esta intromisión que contradice abiertamente la gradualidad y el enfoque que plantean los planes de Educación Sexual Integral de nuestras escuelas, en el marco de los Idearios institucionales», dijeron los obispos.
Y en lo que pareció una declaración de guerra, apelaron misteriosamente a otros mundos: «Rogamos a Dios para que las instituciones de la Nación trabajen por el bien común de los argentinos».
La Iglesia se incomodó por cuanto los alumnos de sexto grado «fueron evaluados en Lengua y Matemática, y además respondieron un cuestionario sobre su ´experiencia como estudiantes´, al cual no hemos tenido acceso previo al momento de su aplicación según el protocolo de procedimiento evaluativo».
«Manifestamos, entonces, nuestro total repudio hacia algunas de las preguntas planteadas, que constituye una intromisión indebida, sorpresiva e innecesaria del Estado en la vida de los ciudadanos, y especialmente de los niños», plantearon los jerarcas de la Iglesia.
El cuestionamiento eclesiástico está a tono con la pelea contra eventuales cambios a la Ley de Educación Sexual, que ahora trata el Congreso, y que podría convertirla de «orden pública» y así aplicable a todas las instituciones educativas, públicas y privadas, una situación que hoy no se da. La Iglesia alienta la campaña de los sectores integristas que se oponen a la aplicación de esa legislación bajo el eslogan «Con mis hijos no te metas».
Foto: Arzobispado de Paraná
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.