El abogado Luciano Daniel Filipuzzi conoce la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) como pocos: llegó en 2003 y ha trabajado de cerca con los dos últimos «normalizadores», Mario Mathieu (2003/2007) y Graciela Mingo (2007/2011) y vivió de cerca la etapa de las tomas de la Universidad en reclamo de normalización. En 2012, cuando Aníbal Sattler resulta electo como primer rector votado por los órganos de cogobierno de la Universidad, Filipuzzi accede al cargo de secretario general de Rectorado. Lo acompañó en el segundo mandato, de 2016 a 2020.

Pero en 2019, un año antes de que Sattler dé un paso al costado en el Rectorado, Filipuzzi comenzó a anotar su nombre en la Universidad con un estilo de conducción propio y una destreza peculiar para sellar alianzas con sectores antes irreconciliables entre sí. La Facultad de Ciencias de la Gestión -una de las cuatro unidades académicas que componen la Uader- atravesaba ese año un período de convulsión, con la renuncia del vicedecano Luis Francisco Costamagna, enemistado con la entonces decana, Liliana Battauz. En 2016, Battauz había sido votada para completar la gestión hasta 2020, pero se fue un año antes por jubilación.

Filipuzzi es el nuevo decano de Gestión

 

Entonces, se convocó a elecciones y resultó ganador Filipuzzi, cuyo nombre circuló mucho antes de que los consejeros echaran su voto en la urna. Ese año asumió el manejo de la Facultad de Ciencias de la Gestión sin vicedecano. Y sólo estuvo en ese puesto un año: en 2020,  convertido en decano, batalló y consiguió la elección como nuevo rector, y sucedió así a Aníbal Sattler. Movió piezas, convenció a díscolos, ató alianzas, y en el primer año de la pandemia de coronavirus logró llevar adelante un proceso de elección de autoridades de la Uader  que concluyó en diciembre de ese año con la asamblea universitaria que votó a Luciano Daniel Filipuzzi como rector, y a la uruguayense Rossana Sosa Zitto, como vicerrectora.

El 18 de diciembre de 2020, y por abrumadora mayoría (95 sobre 96), la fórmula Filipuzzi-Sosa Zitto es votada para conducir la Uader. No tuvo competencia.

La Uader vota rector y vicerrectora en una fórmula sin competencia

 

A esa votación se llegó casi  con candidatos cantados.

Sólo hubo competencia previa en la Facultad de Humanidades, la unidad académica más poblada, y que ahora está en proceso de nacionalización y cuya conducción no comulga con la línea de Filipuzzi.

En las otras tres facultades, Ciencias de la Vida y la Salud, Ciencias de la Gestión y Ciencia y Tecnología hubo listas únicas. Eso, que no haya competencia electoral en ninguno de los claustros en tres facultades, fue producto de la tarea de Filipuzzi. Los acuerdos derivaron en posicionar a Sattler como decano de Ciencias de la Vida y la Salud; a Daniela Dans, en Ciencia y Tecnología, y Carlos Cuenca, en Ciencias de la Gestión.

«Después de tantos años de trabajo y militancia, que me hayan considerado junto a Rossana y de la manera contundente que lo han hecho, significa mucho para mí. Nunca hubo una asamblea con tanta presencia ni tanta contundencia y eso demuestra que hemos trabajado mucho en los consensos y diálogos, poniendo a la Universidad por encima de todo. No empezamos esto hace dos semanas, sino que lo trabajamos gestionando durante cuatro años. Soy un trabajador incansable; lo saben los que han trabajado conmigo», dijo Filipuzzi en 2020, ya convertido en nuevo rector de la Uader.

Recambio con paridad en Uader: asumen Filipuzzi y Sosa Zitto

 

Filipuzzi diseñó su proyecto desde mucho antes de asumir al frente del Rectorado de la Uader. Incluso, se barajó la posibilidad de convertirse en rector en 2016, aunque finalmente fue Sattler quien consiguió un segundo mandato. En 2019 había logrado un cómodo triunfo en el consejo superior de la Facultad de Ciencias de la Gestión para convertirse en nuevo decano, cargo que revalidó en 2020, aunque el lugar quedó finalmente para el vicedecano, Carlos Cuenca, que se convirtió en decano cuando Filipuzzi asumió como rector.

En su primer discurso como rector electo, definió: «Soy un defensor de la universidad pública en la que creo firmemente. Soy un defensor acérrimo de la autonomía universitaria, que se defiende y profundiza año a año, gestión a gestión. Creo en la gratuidad, creo en la universidad inclusiva y comparto con los y las presentes el convencimiento de que la universidad es artífice concreta de una movilidad social ascendente. Sepan que la Universidad cambia realidades. Espero poder demostrar mi gratitud en el trabajo diario, en la lucha por una Uader con excelencia académica, multiplicidad de voces y para todos los entrerrianos y entrerrianas».

En privado, Filipuzzi rehúsa presentarse como «continuador» de la gestión de Sattler, de la que se ocupa en marcar diferencias.

Ahora, que transita la mitad de su gestión y ve con tranquilidad la posibilidad de la reelección al frente de la Uader, con un segundo mandato, su nombre se instala con la fuerza de los golpes de efecto: se incorporó a los equipos técnicos del precandidato a gobernador por Juntos por el Cambio, Rogelio Frigerio.

El rector de Uader, con Frigerio

 

Ese movimiento de piezas -y su salto al redil del PRO- no es reciente ni impensado: viene trabajándose desde hace tiempo. La foto de Filipuzzi con Frigerio en el Rectorado de Uader fue parte del detrás de escena de ese pase del rector a Juntos por el Cambio que venía cocinándose a fuego lento.

De momento, Filipuzzi no pronunciará palabra sobre ese hecho político: dejará que la noticia transite y, después, cuando la ola haya pasado, hablará. Eso, al menos, dicen en su círculo próximo.

Filipuzzi no da un movimiento sin antes meditarlo. Y este último no fue una excepción.

La incógnita es qué pasará con sus incipientes alianzas con dos intendentes del PJ con aspiraciones, Adán Bahl, de Paraná, y Enrique Cresto, de Concordia.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora