Oscar Segovia y Elsa Cardozo, los papás de Rodrigo Segovia, el chico de 22 años que el martes desapareció en las aguas del río Araza, en el poblado de Quincemil, en la región del Cusco, Perú, tras haberse arrojado para salvar a una compañera de viaje, fueron al lugar de los hechos, al sitio adonde acampaba su hijo.
Rodrigo Segovia había iniciado un viaje como mochilero a principios de diciembre, y había llegado a esta región selvática peruana, donde llueven más de 7.000 milímetros de lluvia al año. Estaban a orillas del río para refrescarse en un día de mucho calor. Pero una chica se internó un poco más al río, y fue llevada por la correntada. Rodrigo Segovia corrió en su ayuda, logró sacarla, pero fue arrastrada por la corriente del río. Desde el martes, nada se sabe de él.
Los papás comparten el campamento con los otros ocho mochileros que acompañaban a Rodrigo, y ahí se piensan quedar, en Quincemil, al aguardo de noticias de su hijo. Consiguieron apoyo del Gobierno de Entre Ríos para trasladarse hasta Lima, y desde allí, la Embajada argentina los llevó hasta Cusco. Pero no quisieron quedarse en el hotel que les asignaron, sino estar cerca del sitio adonde se perdió el hijo.
“Fue decisión de ellos quedarse ahí, en las carpas, esperando noticias, esperando poder saber qué pasó con mi hermano”, dice Pablo Segovia, hermano de Rodrigo.
El Gobierno de Entre Ríos costeó el viaje.
Un auto oficial los buscó a los papás de Rodrigo por su vivienda, en calle Camino de la Cuchilla, y los llevó hasta el aeropuerto de Rosario. Allí embarcaron directo a Lima, y en Lima recibieron atención de personal de la Embajada, que los trasladó hasta Cusco, y los alojó en un hotel.
De Lima a Cusco hay 573 kilómetros.
La prensa peruana indica que “la búsqueda” del chico “es diaria”, aunque la familia contradice esa aseveración.
Las informaciones publicadas en diarios del Perú aseguran que agentes policiales de la Unidad de Salvamento de Alta Montaña (USAM) Cusco intensificaron la búsqueda del turista argentino Oscar Rodrigo Segovia, de 22 años de edad, quien fue arrastrado por el río Araza en el distrito de Camanti, provincia cusqueña de Quispicanchi.
El drama se registró al mediodía del último martes, cuando el chico se bañaba junto a una delegación de ocho turistas entre chilenos, argentinos, peruanos y franceses, a la altura del puente Oroya, centro poblado de Quincemil.
La crecida del río habría provocado que Rodrigo Segovia desaparezca casi de inmediato. El ciudadano Arterio Tito Bellido Poma (34), manifestó a la policía de la comisaría de Quincemil, que el grupo realizaba turismo, se bañaban y tomaban fotografías.
Los agentes realizaron en el lugar el “peinado y rastrillaje” por las riberas río abajo sin resultado positivo. Del joven desparecido no se encontraron indicios como la ropa de baño que indicara su paradero
Los papás de Rodrigo Sergovio ahora están en Quincemil, y ahí se van a quedar hasta saber qué destino tuvo el chico. “Hay hosteles, y hoteles chiquitos para hospedarse. Pero ellos decidieron acampar con el resto de los mochileros que iban con mi hermano. Lamentablemente, no hay apoyo de las autoridades. La policía no colabora, no pregunta, no informa”, dice el hermano.
Ayer a la mañana, hubo una colecta, y consiguieron alquilar un gomón con el un grupo de mochileros salieron a recorrer el río. El problema mayor es la falta de recursos y de personal especializado en la zona para apoyar la búsqueda, que requiere de embarcaciones y helicóptero.
–¿No hay apoyo de la Embajada?
–La Embajada en lo único que colaboró fue en contratar cinco especialistas para la búsqueda de mi hermano. Pero esos especialistas se manejan solos, salen a recorrer el río en gomón, pero no informan nadea. Mi viejo, que está ahí, no sabe a qué hora trabajan, a qué hora lo buscan, qué encuentran, qué novedades tienen. No le dicen nada. Nadie le dice nada.
–¿Y el Consulado?
–Están en contacto permanente desde Cusco. Pero lo que se necesita es más ayuda, más colaboración, que vayan helicópteros, que haya recursos, trabajo de las autoridades de Perú y de la policía. En la región de Cusco no hay muchos especialistas en la búsqueda, pero estamos seguros que sí hay en Lima. Y por eso queremos sensibilizar al Gobierno nacional, y para que por su intermedio se pida al gobierno de Perú que apoye la búsqueda con más elementos. Hemos hablado a los medios nacionales y a los medios peruanos, queremos que se sepa que no hay colaboración en la búsqueda. Queremos que se escuche lo que estamos diciendo, que haya más colaboración en la búsqueda.
–No era el primer viaje de Rodrigo.
–No, era el tercero. En el primero fue solo, de mochilero, hasta Mendoza, y de ahí llegó hasta Salta. El segundo lo hizo en auto con la novia. Y el tercero, este último, empezó a principios de diciembre, en Mendoza, y de ahí empezó a subir.
Fuente: El Diario