La administración del intendente de Gualeguaychú, Martín Piaggio (PJ), reaccionó de modo destemplado a la presentación judicial formulada por el Foro Ambiental respecto del funcionamiento del Ecoparque, el sitio donde se realiza la disposición final de los residuos urbanos en el sur de Entre Ríos.
Los abogados Dario Carrazza, Julieta Carrazza y Leonardo Chesini, presentaron en septiembre último una acción de amparo ambiental para que la Justicia entrerriana investigue irregularidades en el funcionamiento del Eco Parque Gualeguaychú. En la demanda contra el Ejecutivo local, sostienen que desde el año 2014 no se cuenta con el certificado de aptitud ambiental que debe otorgarle la provincia de Entre Ríos para su funcionamiento.
En el texto, los demandantes sostienen que el Ecoparque Gualeguaychú -predio ubicado en la zona sur de la ciudad a 600 metros al Sur del Arroyo del Cura- fue autorizado mediante resolución número 212 del 19/05/14, de la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos, autoridad de aplicación en toda la provincia en la materia. Mediante dicha resolución se le confirió un Certificado de Aptitud Ambiental (CAA) que tendría una vigencia de dos años debiendo ser renovado a pedido y con intervención de la Municipalidad de Gualeguaychú cada dos años periódicamente».
En la presentación, pidieron que se investigue las irregularidades en el funcionamiento del Ecoparque, irregularidades que también fueron denunciadas públicamente por el Foro Ambiental de Gualeguaychú. Los amparistas establecieron que, desde el año 2014 el Ecoparque se encuentra funcionando con el certificado ambiental vencido, sin lograr cumplir los requerimientos de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.
Luego de transcurrida la etapa de presentación de las pruebas y las pericias correspondientes, el juez del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú, Mauricio Derudi, condenó a la Municipalidad a cumplir con los requisitos correspondientes para el correcto funcionamiento del predio en el cual se tratan los residuos de la ciudad.
La Municipalidad de Gualeguaychú fue condenada en dos aspectos: La renovación del Certificado de Aptitud Ambiental (CAA) y el pedido de la realización de obras complementarias para evitar que los lixiviados corran hacia el arroyo El Cura. Desde el Ejecutivo local apelaron la resolución judicial. Este lunes deberán fundar la medida en el marco de los plazos establecidos por el juzgado competente.
Con el correr de los días, se hizo cada vez más notorio el silencio del Ejecutivo. De hecho, desde Prensa Institucional no se difundió ninguna posición oficial de la gestión. Pero en la tarde de este viernes, el titular de Asuntos Legales de la Municipalidad de Gualeguaychú, Martín Britos, utilizó la red social Facebook para difundir su postura al respecto.
Bajo el título «El problema de la verdad» cargó fuertemente contra el Foro Ambiental e instó al acompañamiento del gobierno de Entre Ríos para mejorar las condiciones del predio del Ecoparque.
Dijo, textualmente:
«A la luz de la reciente sentencia del amparo del Ecoparque y, a propósito de lo que el Foro Ambiental «dijo que dijo», me propongo emitir una subjetiva pero no por ello menos honesta opinión.
«En junio de 2022, cuatro meses después de haber realizado un pedido de información pública sobre el funcionamiento del Ecoparque, cuya respuesta inmediata hasta el día de hoy aún espera ser retirada, llegó la advertencia pública del Foro Ambiental local a nuestra gestión, presentada ante todo el circulo –variopinto por cierto- de precandidatos a intendentes y referentes políticos de juntos por el cambio, que a la postre dio origen al amparo contra el Ecoparque.
«En el fondo, la cuestión expuesta, poco o nada tuvo que ver con la realidad, y menos aun con un aporte constructivo como pretendieron presentarlo. Y a la luz del último comunicado, bien deberían dejar de apelar a una ética maniquea y enterrar definitivamente el trasnochado anhelo de objetividad que pregonaban y que les duró –definido los alcances de la sentencia del amparo- lo mismo que las falacias que enarbolaron para atacar políticamente una de las banderas más preciadas de nuestra gestión, el cuidado del ambiente.
«Postrada entonces ante intereses que sobre todo fueron politico sectoriales, se esconde la verdad.
«Se denunció, de cara a la comunidad y sin rubor alguno, que teníamos bajo la denominación de un Ecoparque, un basural a cielo abierto. Que en cada lluvia contaminaba con sus lixiviados el arroyo “El cura”, afluente de nuestro Rio Gualeguaychú. Este fue el meollo de la denuncia pública que realizaron, y fue el motivo de nuestra enérgica respuesta y repudio.
«Pero hoy, el problema de quienes sostuvieron esta denuncia, no es otro que encontrarse de frente con la verdad: nada de esto era cierto y así quedo probado. Nunca llegó lixiviado al arroyo “El Cura”. El perito especialista Noir, de la UNER, que fue el único en ir al predio a analizar científicamente la situación de los residuos, concluyó que la “infiltración (de lixiviado y en el hipotético caso de darse) resultaría insignificante”, destacó también de manera categórica, ante también la hipótesis o conjetura de un “desmoronamiento o ruptura del canal: la posibilidad que este evento suceda es muy baja, lo que se justifica por el ancho que posee el terraplén que brinda una estructura sólida. Pero, si ocasionalmente ocurriera, el lixiviado escurriría hasta el nivel de ruptura del canal. (ver Imagen IV). La cantidad de lixiviado que escurriría dependería de la magnitud del daño que se haya suscitado en el terraplén. Aun así, no existiría posibilidad alguna que el líquido llegue hasta el arroyo, debido a la distancia a la que se encuentra”. Vale aclarar que con todo tipo de Incidencias climáticas, en el transcurso de diez años de funcionamiento del Ecoparque, ninguna de estas hipótesis a la fecha ocurrió.
«La realidad entonces hay que buscarla en los hechos, y lo único acreditado objetiva y técnicamente es que basurales a cielo abierto hay en toda la provincia, menos acá en Gualeguaychú, aun cuando nuestra ciudad tiene aspectos por mejorar y debe hacerlo.
«Sin dudas, le hicieron creer a nuestras vecinas y vecinos (amparados como asociación de la sociedad civil en su irrefutable historia de lucha por el ambiente), que estábamos ante un riesgo grave e inminente por una contaminación consumada. Escondieron la verdad.
«Y a cuento del corolario de su última nota de interpelación pública y política enviada a los medios, me permito decir que si quieren que “trabajemos mancomunadamente por el bien común, dejando la soberbia y los intereses mezquinos fuera de toda contienda”, lo primero que deben hacer es una autocrítica y reconocer que le mintieron a la comunidad, y que para cumplir esos objetivos éticos que proponen, sobre los que todos y todas acordaremos sin titubeos, el primer paso es dejar de usar la mentira como herramienta para hacer política.
«Ahora bien, por otro lado y para hacer un ejercicio diferente al que abiertamente critico, no voy a omitir hablar del resultado del amparo ni a dejar de reconocer que el fallo al amparo del Ecoparque debemos aceptarlo abiertamente. Teniendo como norte que la línea ambiental, que transita argumentativamente de fondo, no es más que la bandera que hemos defendido como gestión en la causa de las pasteras, de Amarras, de la prohibición del Glifosato y en cualquier otra cruzada que hayamos emprendido bajo el único sentido de proteger nuestro ambiente y nuestra calidad de vida. Bienvenido entonces cualquier juez que, ante la duda –y vaya si las tiene en sus considerandos- se defina políticamente por defender el ambiente. Lo digo, más allá de disentir (en algunos párrafos de manera irreconciliable) con los argumentos que emplea el Juez Derudi para fundamentar conclusiones que, en gran medida, comparto.
«Hablo de un fallo que, en su resolutorio, establece que hay que obtener la renovación del certificado de aptitud ambiental cuanto antes; sin dudas coincidimos (queremos volver a ser el único municipio con un Ecoparque en regla administrativamente y obtener nuevamente el CAA, y para eso trabajamos hace 5 años incansablemente), y también hay que mejorar el manejo de los lixiviados; nuevamente como gestión, coincidimos. Conclusión: compartimos el resolutorio del fallo judicial. Esto es éticamente inapelable. No obstante la apelación que pueda caer por las deficiencias técnicas del fallo.
«Como también resulta ineludible que venimos trabajando sin necesidad de sentencia alguna para mejorar otras cuestiones en el tratamiento de residuos que se alojan en el mismo predio. Nuestro compromiso ambiental de trabajo ha sido y será siempre el mismo.
«Ante esto redoblamos este compromiso con el ambiente y empuñamos esta resolución como una herramienta que nos permita generar aún más recursos para profundizar el trabajo que venimos haciendo, realizándolo en el único Ecoparque probado que existe en toda nuestra Provincia.
«Y hablando de nuestra Provincia, vale decir que esperamos el acompañamiento irrestricto y comprometido para que todas las recomendaciones que se hicieron en el expediente judicial sean una realidad para nuestros vecinos y vecinas. Y que de paso, recorran con esa implacable capacidad de fiscalización y crítica que nos han demostrado en este amparo,algunas zonas aledañas a nuestra comunidad, en esa férrea búsqueda de que la calidad del ambiente que en Gualeguaychú estamos logrando, sea una realidad para todos y todas las entrerrianas.
«Finalmente, a modo de conclusión y de cara a la época que se viene, que mejor que, así como erradicamos hace muchos años el basural a cielo abierto que alguna vez hubo en materia de residuos en nuestra ciudad, erradiquemos el basural a cielo abierto en el que algunos espacios políticos quieren transformar la política y decidamonos a abrazarla con honestidad, como la mejor herramienta posible para darle andamiaje a nuestra democracia, pilar de nuestra libertad y garante de la autonomía de nuestra comunidad. Asumiendo que, para ello, el objetivo más cercano debe fijarse en que la verdad deje de ser un problema».
Con información de R2820Radio
De la Redacción de Entre Ríos Ahora