El Teatro por la Identidad no podrá no podrá mostrarse en el Carnaval de Gualeguaychú.
Y no podrá estar a pesar de las gestiones hechas, de la palabra empeñada por parte de los organizadores y de que ya estaba todo planeada para que así fuera, para que estuviera Teatro por la Identidad en el Carnaval del País. Habían conseguido armar el número, conseguir los actores, lograr el apoyo del Ministerio de Cultura de la Nación.
Pero a último momento les dijeron que no.

“En octubre pasado la ONG Teatro por la Identidad (TxI) realizó un pedido formal de participación artística en el espectáculo más importante de la ciudad a la Comisión del Carnaval, la cual fue aceptada a principios de noviembre por los organizadores del evento.
“Ilusionados con la participación artística en las dos noches del fin de semana largo de la fiesta más importante del país a cielo abierto, los integrantes de TxI pusieron en marcha las gestiones necesarias que implicaron: presentación de un proyecto ante el Ministerio de Cultura de la Nación que fue aprobado con el fin de apoyar esta causa y el pago de las reservas para alojar los 20 artistas necesarios para la actuación.
“La intervención artística consiste en el desfile de un títere de una abuela de 5 metros de altura (manipulado por 5 personas) y de un nieto (manipulado por 3) que, acompañados por reconocidos percusionistas que generan el clima, van buscándose y encontrándose durante la marcha. La única pancarta que se quiere difundir dice: ´Si dudás de tu identidad comunícate con las abuelas. 011-4384 0983´.
“Días atrás se formalizó la sorpresiva decisión de no aceptar la participación de TxI, faltando al valor de la palabra dada con anterioridad. Si bien se aclaró denodadamente que la intervención artística no busca ´politizar el carnaval´, en el sentido que quisieron instalar algunos integrantes de la comisión, quedó en claro que se trata una propuesta que, evidentemente, ni siquiera había sido leída”.
El texto es parte del posteo que hizo en su muro de Facebook Matías Ayastuy.
Matías Ayastuy se crió en Gualeguay, al cuidado de sus tíos. Sus padres, Marta Bugnone y Jorge Ayastuy, están desaparecidos.
“El 6 de diciembre de 1977 se produjo el Operativo Escoba, por el que la fuerzas represivas secuestraron en una sola noche más de 100 militantes del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). Marta y Jorge eran cuadros de ese partido. Vivían en el barrio porteño de Caballito. Matías tenía entonces nueve meses y estaba enfermo con un principio de tuberculosis. Los padres atinaron a dejárselo a unos vecinos. Al día siguiente, los represores volvieron a buscar al bebé, pero una pulserita con el nombre lo salvó del anonimato. Los abuelos maternos viajaron de inmediato desde Gualeguaychú para recuperarlo. Recorrieron instituciones durante días, en busca del nieto. Del 6 al 23 de diciembre, Matías estuvo secuestrado, cree que su frágil salud lo salvó de la apropiación. En la Casa del Menor y la Familia, la oportuna y providencial intervención de una enfermera permitió que los abuelos lo encontraran. Para ellos, Elvira y Enrique, se trató de un milagro”, escribió Sonia Tessa en Página 12.
Matías se enteró en 2012 de que su madre, al momento del secuestro, estaba embarazada. Y empezó a buscar a su hermano.
Matías creció en Entre Ríos, la provincia de su familia materna. Lo adoptaron la hermana de su mamá, Estela, y el marido, Guillermo Almeida. A ellos les dijo siempre papá y mamá. Pero también supo siempre qué había pasado con sus padres. Vivió su infancia y adolescencia en Gualeguay. Cuando terminó la secundaria, llegó a Rosario para estudiar Comunicación Social. Estuvo en Hijos desde los orígenes, y allí militó durante años. Formó parte del colectivo que fundó el periódico El Eslabón. En 2007, una amiga íntima de su mamá le contó que Marta tenía un embarazo incipiente al momento de su desaparición. Matías y sus familiares hicieron la extracción de sangre para cotejar en el Banco Nacional de Datos Genéticos. El resultado fue negativo. Para Matías, hasta entonces, era muy improbable que su hermano hubiera nacido. Siguió con su militancia, y la búsqueda de justicia: fue querellante del juicio por el circuito represivo ABO, que el 21 de diciembre de 2010 terminó con condenas para 16 represores.
La búsqueda de ese hijo nacido en cautiverio no ha cesado. Y la búsqueda de otros hijos de desaparecidos. Y por eso quiso mostrar en Gualeguaychú, en el Carnaval del País, esa búsqueda, a través de Teatro por la Identidad. No pudo.
Desde el Registro Único de la Verdad de Entre Ríos compartieron el mensaje de Matías, “y acompañamos las declaraciones de Matías Ayastuy acerca de la sorpresiva decisión de no incluir Teatroxlaidentidad TxI) en los carnavales de Gualeguaychú, cuando ya se había acordado, arreglado y programado”.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.