“Sanear los arroyos es cuidar el río, que es una de las prioridades de nuestra política ambiental”, explicó el intendente Adán Bahl luego de recorrer la obra de saneamiento del arroyo Las Viejas.  El trabajo abarca desde el nacimiento a la desembocadura en el río Paraná, a lo largo de 1.600 metros, y es financiado por el Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Recursos Hídricos que depende del Ministerio de Infraestructura de la Nación. “Es una obra muy importante y, por lo tanto, muy costosa. Agradecemos al Gobierno nacional y provincial por entender la prioridad que tiene para Paraná”, señaló Bahl.

«Es una obra hidráulica que busca resolver los desbordes en épocas de lluvia, pero sobre todo es una obra turística y ambiental. El objetivo es sanear completamente el agua del arroyo para recuperar el ingreso al Thompson, uno de los balnearios más lindos del Litoral”, agregó el intendente. En ese marco, dijo que «sanear los arroyos es cuidar el río, y eso es prioridad dentro de nuestra política ambiental».

La obra, sin embargo, zozobró por un amparo ambiental que presentó en la Justicia la Fundación Cauce que reprochó la falta de estudio de impacto ambiental.

Arroyo Las Viejas: el STJ confirmó el rechazo al amparo

 

El 27 de mayo de 2022, el intendente Bahl firmó el contrato para comenzar la obra que permitirá el saneamiento y la integración urbana del arroyo Las Viejas, además de recuperar el ingreso a las aguas del Thompson. «Estamos haciendo lo que parecía imposible hace tres años, en medio del caos en el que encontramos el Municipio”, señaló el jefe comunal. La obra consiste en el saneamiento del arroyo Las Viejas, entre su nacimiento en la confluencia de los arroyos Colorado y Culantrillo, en zona de avenida Uranga y su desembocadura en el río Paraná, a lo largo de 1.600 metros, con un presupuesto de $1.029 millones, financiado por Nación y Provincia.

La Fundación Cauce  pidió a la Justicia que ordene a la administración del intendente  Bahl rediseñar el proyecto de sistematización, saneamiento e integración urbana del Arroyo Las Viejas de modo tal que «se eviten o al menos minimicen obras de impacto ambiental irreversibles (como la canalización del tramo en cuestión) sobre un sistema fluvial actualmente alterado y en riesgo y se recupere su integridad ecológica, garantizándose así una mejor calidad de sus aguas; para lo que se deberán realizar oportunamente eficientes estudios de calidad de las aguas, proponer alternativas a la canalización y relevamientos socio-habitacionales de las personas y familias que viven en las inmediaciones del arroyo».

Pero dos fallos no le dieron la razón. En noviembre pasado, el Superior Tribunal de Justicia  (STJ) dejó firme el rechazo al amparo ambiental que había presentado la Fundación Cauce contra el Municipio de Paraná por la supuesta falta de estudio de impacto ambiental de la obra de sistematización del Arroyo Las Viejas. En primera instancia, el juez Civil y Comercial Nº 9, Ángel Luis Moia, había negado la acción de la organización ambientalista.

El STJ concluyó que la Fundación Cauce no hizo la aportación de la prueba suficiente que acredite el daño ambiental que podría producir la obra ahora en marcha.  Al respecto, el vocal Martín Francisco Carbonell fundó su posición en que “la omisión de prueba de que el proyecto atacado pudiera causar algún perjuicio al medio ambiente se convierte en un obstáculo insalvable para el despacho favorable de la acción que se intenta, justamente porque ello implica la falta de acreditación de las condiciones de viabilidad consistentes en la amenaza, restricción, alteración, impedimento o lesión de manera manifiestamente ilegítima del derecho ambiental que se invoca”.

 

Detalles del proyecto

Resuelta la cuestión judicial, la obra avanzó.

 

La obra va a sumar un nuevo espacio público a la ciudad: un parque lineal que va a ir desde Ambrosetti hasta el río Paraná, con su respectivo plan de arbolado.

 

El trabajo consiste en el saneamiento del arroyo Las Viejas, entre su nacimiento en la confluencia de los arroyos Colorado y Culantrillo en zona de avenida Uranga y su desembocadura en el río Paraná, a lo largo de 1.600 metros.

 

El saneamiento consta de dos grandes intervenciones. Por un lado, la sistematización del arroyo para evacuar los excedentes pluviales provenientes de las 1.200 hectáreas de aporte que tiene la cuenca, cuya obra de conducción consiste en un canal a cielo abierto.

 

Por otro lado, y como una primera etapa del tratamiento de la calidad del agua que conduce el arroyo, se propone un sistema de rejas para los residuos sólidos urbanos arrastrados en las crecidas, un sistema de sedimentación de sólidos y un filtro biológico para bajar los niveles de contaminación del agua previa a la descarga en el río. Esto permite una mejora del sector, pero también favorece al aprovechamiento de la playa del Thompson.

 

Las obras hidráulicas consideran, además, la solución a los desagües pluviales del camping y calles de la zona. El saneamiento se complementa con la extensión de la red cloacal faltante en la zona, como así también la reparación de tramos de red cloacal existente.

 

 

 

De la Redacción de Entre  Ríos Ahora