El delegado episcopal de la Pastoral de la Salud del Arzobispado de Paraná, el cura Daniel Rodríguez, fue diagnosticado con un tumor cerebral y en las próximas horas será traslado desde su ciudad, La Paz, para ser internado en el Hospital San Martín, de la capital provincial. De acuerdo a lo que se informó, el sábado ingresó al Hospital 9 de Julio, de La Paz.

Rodríguez, de 42 años, fue ordenado sacerdote en 2010 por el fallecido arzobispo de Paraná Mario Luis Bautista Maulión. En marzo de 2022 el arzobispo Juan Alberto Puiggari lo designó delegado de Pastoral de Salud, tarea que sumó a la capellanía del Hospital San Martín, a cargo de la capilla Virgen de la Medalla Milagrosa, que funciona en el interior del nosocomio paranaense.

De perfil bajo, en 2021 tuvo que acceder a la consulta de los medios cuando el Ministerio de Salud, en medio de las exigencias que impuso la pandemia de coronavirus, decidió desalojar la capilla Virgen de la Medalla Milagrosa, y ocupar ese espacio para servicios médicos. También se desmanteló la casa habitación del capellán, el cura Daniel Rodríguez.

De ese modo, el cura Rodríguez debió mudar todas sus pertenencias y buscar acogida en la Casa Cura Brochero, que funciona en Carbó al 300, un centro de espiritualidad que cuenta con alojamiento. Con ese cambio, la atención espiritual de las personas internadas en el Hospital San Martín se realizó de modo externo. «Es temporal, pero no sabemos cuándo vamos a poder volver», aseguró el sacerdote.

Fue así que se firmó un acta acuerdo entre el director del Hospital San Martín, Carlos Bantar, y el vicario general de la diócesis, Eduardo Tanger, documento que dejó «asegurada la atención religiosa del Hospital a través de sus capellanes».

En el acta compromiso, la Iglesia “acepta” y “permite” la “afectación temporaria del oratorio o capilla y vivienda del capellán” para ser utilizado por el Servicio de Ginecología.

“Atento a ello, y a efectos de no suspender la asistencia religiosa durante todo el tiempo que dure las construcciones mediante los refuerzos estructurales, el nosocomio se compromete a la búsqueda y habilitación de un espacio temporario para la práctica del mismo, debiéndose destacar que no asegura su resultado, como consecuencia de las reafectaciones y la falta de espacios disponibles”, dice el documento.

Acuerdo Salud/Iglesia por la capilla del San Martín

En diciembre de 2022 el arzobispo Puiggari bendijo  un espacio temporal hasta la ubicación definitiva del oratorio de la Medalla Milagrosa.

Antes de desembarcar en el Hospital San Martín, el cura Rodríguez estuvo como vicario en la parroquia Jesús Maestro y Señor y Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, de Oro Verde. Pero de ahí fue corrido en 2017 en medio del escándalo que terminó con la salida de la vida activa de la Iglesia del otrora cura sanador Alfredo Nicola.

Nicola no volvió a oficiar misas en público aunque la Iglesia nunca aclaró públicamente cuál es su situación: actualmente sigue en cuarteles de invierno.

En 2018, la curia anunció que en la parroquia Jesús Maestro y Señor y Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, de Oro Verde, fue designado como párroco Hernán Arismendi, responsable de la radio FM Corazón.

Desde ese día, Arismendi comenzó a gobernar el templo de Oro Verde, de donde fue corrido Nicola.

El nombre de Nicola estuvo salpicado por el escándalo a lo largo de 2017.

Un docente de la Escuela Parroquial Jesús Maestro y Señor, que fundó Nicola, Gabriel Flores, fue denunciado por un supuesto abuso a un alumno. Cuando supo que había sido denunciado, el docente desapareció de Oro Verde en medio de la noche, abandonó su auto al costado del río, y en el interior dejó una carta dirigida a sus padres -viven en Misiones-  y todos supusieron un suicidio. Nada de eso. Nadó hasta una isla y de allá fue traído por un pescador, se presentó en la Policía y entonces se anotició de la denuncia en su contra en la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abusos del Poder Judicial.

En paralelo, se conocieron denuncias por abusos contra el cura.

Antes de que ganaran la luz pública esas denuncias, Nicola anunció por whatsapp que se tomaba un tiempo de licencia por estrés, después de un acuerdo al que había llegado con Puiggari. Pero al mes volvió, dispuesto a tomar su lugar que había quedado en manos del vacario Daniel Rodríguez. El vicario se sorprendió cuando lo vio volver y estuvo a punto de renunciar por la situación incómoda. Finalmente, no renunció.

 

¿Y Nicola?

Antes de eso, Nicola se vio involucrado en la causa penal por abusos y corrupción de menores que se sustanció en Tribunales contra el sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria. Los defensores de Escobar Gaviria, los abogados Milton Ramón Urrutia y Juan Pablo Temón, lo citaron como testigo a Nicola, pero una intervención del arzobispo Puiggari evitó el  papelón.

Pasada la tormenta del caso Escobar Gaviria, el propio Nicola fue centro de todas las miradas.

Enterado de las denuncias que publicó la revista «Análisis» en su contra por supuestos abusos a menores, Nicola corrió donde el vicario general, Eduardo Tanger, y le pidió que le firmara un salvoconducto. 

“El que suscribe, Monseñor Eduardo Tanger, Vicario General del Arzobispado de Paraná, CERTIFICA que en dicho Arzobispado no existe ningún expediente sobre abuso de menores referido al Pbro. Alfredo Luis Marcelo Nicola (D.N.I. 23.341.742).

“Se extiende la presente certificación en la ciudad de Paraná, a los 11 días del mes de diciembre de dos mil diecisiete.”

De ese modo, buscó contrarrestar las denuncias en su contra.

Pero apagada la tormenta, nada se sabe del destino de Nicola.

Puiggari sólo se ocupó de nombrarle un reemplazante, y de hacer pública esa decisión.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.