La hemeroteca del Archivo Histórico de Entre Ríos -que funciona en una casona contigua a la sede de la Delegación Entre Ríos de Gendarmería Nacional, en Avenida Alameda de la Federación al 200- resiste en pésimas condiciones las filtraciones de lluvia toda vez que llueve.
Este martes no fue la excepción: los empleados de la hemeroteca tienen un lote importante de baldes -en realidad, recipientes de plástico que han servido para otros fines- y los ubican entre medio de las colecciones de diarios y revistas históricas. Cuando llueve, los distribuyen en los lugares donde se llueve.
Basta levantar la vista al techo de la hemeroteca -una habitación pequeña, atestada de anaqueles- para caer en la cuenta de que las manchas de humedad avanzan muy rápido. Algunos sectores están tapados con bolsas de nylon negra.
La hemeroteca fue inaugurada en 2004, cuando Graciela Bascourleguy estaba al frente del Archivo Histórico. La hemeroteca cuenta con cuatro salas: una denominada Prensa Entrerriana que está dedicada a los diarios aparecidos en la provincia entre los que se podrán consultar publicaciones históricas aparecidas en el siglo XIX. Por iniciativa del actual director, Damián Capdevila, la hemeroteca sumó la importante colección de periódicos provinciales que guardaba Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), editora de El Diario, en la parte alta del edificio ubicado en Buenos Aires y Urquiza.
Desde 2022, sin embargo, ya no se guardan ejemplares en papel sino que comenzó la tarea de digitalización.
El próximo paso que aguardan es que comiencen las obras de impermeabilización de los techos para terminar con las filtraciones en días de lluvia y así evitar que se dañe el valiosísimo material que guarda la hemeroteca. Un arreglo que se hizo con la colocación de membrana no resultó.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora