La Agencia Textual, especializada en auditoría de medios y publicidad, con actividad en el rubro desde 1999, ingresó en 2022 en una situación de incertidumbre tal que ha dejado a sus 15 trabajadores sin el cobro de salarios y en un virtual despido. La mayoría no ha podido hacerse de sus salarios de los últimos meses y tampoco han podido percibir las horas que trabajaban «en negro». Algunos, incluso, iniciaron el camino del reclamo prejudicial. El trámite de divorcio de la pareja que fundó la empresa derivó en un desbarajuste legal y económico, y las principales víctimas resultaron los empleados.

El huevo de la serpiente fue un conflictivo divorcio entre Ruiu y Camiolo que derivó en un perjuicio para la firma de comunicación. La desvinculación de la pareja y su impacto en el desarrollo de la firma Textual fue explicitado por la propia Ruiu en una carta que dirigó a los empleados.

Para zanjar un conflicto laboral y previsional  el año último transformaron a la Agencia Textual en SRL y convencieron a un grupo de siete empleados para ser parte de la misma, con un 1% de las acciones.

La estrategia, en vez de resolver los problemas que venían agudizándose -el principal, el pago en cuotas de los sueldos- terminó generando un conflicto para los empleados «socios» de la firma.

Una trabajadora que  empezó a prestar servicios en Agencia Textual en forma presencial y tenía asignada la tarea de seguimiento de medios de  Santa Fe, da cuenta del modo de relación laboral. Al principio, viajaba a Paraná pero luego propuso el «teletrabajo» antes de que esa modalidad adquiriera notoriedad con la pandemia. A ese modo de  relación laboral se sumaron otros trabajadores -del norte de Santa Fe, de Buenos Aires, de Villaguay y de Gualeguaychú- pero, según Goitia, «la empresa nunca nos pagó un adicional por los costos de utilización de internet y de los insumos personales para trabajar».

El trabajo que hacía el grupo de 15 redactores y editores de auditoría de medios y seguimiento de temas no está contemplado en el Estatuto del Periodista, por lo cual las acciones gremiales se encararon a través del Sindicato de Empleados de Comercio.

No sólo se dejaron de pagar salarios, se precarizó trabajadores monotributistas sino que además, explicó la empleada, se produjo un «vaciamiento digital» de la Agencia Textual. La página web no funciona, las redes sociales se dejaron de atender, e incluso dejó de pagar la cuenta de Gmail, un insumo tecnológico básico para el contacto con los clientes. «En los últimos meses la Agencia funcionó sólo por voluntad de los propios trabajadores. Camiolo no aparece desde agosto», dijo la trabajadora.

Ruiu-Camiolo, la pareja fundadora de Agencia Textual se divorcio y empezaron los problemas con la empresa.

 

Desde 2016, además, se dejaron de realizar los aportes previsionales a los trabjadores.

Entre Ríos Ahora consultó sobre el tema a Ruiu, que reenvió una carta que escribió dirigida a los trabajadores de la Agencia Textual.

“No se puede desconocer el enorme esfuerzo que implicó sostenernos y atravesar las diferentes crisis del país y la provincia; aunque eso no fue obstáculo para crecer y sostener el servicio con los principios y valores con que se presentó en sociedad”, dice la empresaria de medios en su carta a los trabajadores de Agencia Textual. “Tampoco –agrega- puedo negar que Textual se creó bajo las particularidades condiciones con las que nacen las Mipymes familiares, donde muchas veces los límites entre las relaciones personales y corporativas están difusos, y algunas decisiones terminan afectando el desempeño de la empresa, por mucho que se haga para evitar esto”.

Ruiu sostiene que su firma pudo sortear las crisis económicas y sociales que afectaron al país mas no los desaguisados internos producto de la relación familiar empresaria con Camiolo. “De hecho, se ha podido sortear todas las crisis económicas y sociales externas que nos impactaron, sin embargo esas experiencias no fueron suficiente para superar la crisis interna suscitada en torno al vínculo con Daniel Camiolo, fundamentalmente a partir del año 2022”, planteó.

“Los avatares que debimos superar en lo vincular terminaron impactando en el rumbo de Textual. De mi parte siempre consideré prioritario sostener la fuente de trabajo y garantizar el sustento de empleadas y empleados, aunque eso implique pérdidas personales, conflictos familiares y deterioro de mi patrimonio y el de mis hijos”, apunta.

En su carta a los trabajadores, deposita la mayor responsabilidad en su ex, Daniel Camiolo. “Sin embargo, y a pesar de todo esto, no pude desviar el sentido que había tomado en los últimos meses Textual ya que legalmente soy sólo la apoderada de la empresa, no estando en mi potestad la posibilidad de dirigir, gerenciar y tomar las decisiones clave que la empresa hubiese necesitado para superar los graves y crecientes problemas que fue adquiriendo y que hubiesen permitido su sustentatibilidad en el tiempo”, se defendió.

 


Foto de portada: Ilustrativa.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora