Por Víctor Hutt (*)
Estamos en tiempos en que se imponen en nuestra sociedad, no sin dificultades, las cuestiones de igualdad de género, incluso es un tema que atraviesa en forma transversal los contenidos del sistema educativo. Hoy todos y todas tenemos claro que la ESI (educación sexual integral) es un tema del que no podemos escapar en la formación de niños, niñas, adolescentes y adultos y esto implica un crecimiento de la humanidad en nuestra sociedad.
Desde el Consejo General de Educación nos indican que las ESIs son de abordaje obligatorio en el sistema educativo y coincidimos plenamente con ese criterio. Se realizan encuentros de formación en ESI, días dedicados a la ESI, cargos de coordinaciones en ESI y uno de los temas fundamentales de las ESI es la igualdad de género, la igualdad de derechos.
Justamente, en este contexto en el cual la autoridad educativa nos conduce desde un discurso en el cual la igualdad de género se establece como un paradigma que impone un verdadero cambio de época, nos resulta profundamente contradictorio que, desde el CGE, el organismo desde el cual se genera el discurso, se tomen medidas que presentan una fuerte contradicción con ese discurso.
El Consejo General de Educación es el organismo del Estado entrerriano que tiene que regirse por la Ley Provincial de Educación y debe ser el garante de su cumplimiento en todos sus puntos. Pues bien, la Ley de Educación establece:
“Artículo 43°: El Consejo General de Educación garantizará en escuelas secundarias de adultos el funcionamiento de jardines maternales con el propósito de asegurar la permanecía y egreso de los alumnos y alumnas.”
Actualmente y desde hace muchos años, el organismo que es garante del cumplimiento de la Ley de Educación y que además es una de las voces que sostiene fuertemente el discurso de la ESI, el discurso de la igualdad de género, es el responsable de sostener el incumplimiento de la Ley respecto a los Jardines Maternales en Escuelas Secundarias de Adultos. Es el responsable de que no haya igualdad de género frente al derecho a la educación, porque la gran mayoría de quienes necesitan estos jardines son madres, son mujeres que han salido del sistema educativo común por ser madres y que vuelven a intentarlo en la Educación de Jóvenes y Adultos y que vuelven a ser expulsadas del Sistema por los mismos motivos.
Nos dicen que no se puede avanzar en la apertura de jardines porque no hay presupuesto, no hay presupuesto para lo que no importa. ¿importa o no importa que las jóvenes madres sean expulsadas por segunda vez del sistema educativo? Los presupuestos se deben construir en función de las necesidades y ésta es una necesidad de resolución urgente, tal cual lo dice el discurso del Consejo General de Educación en lo referente a la igualdad de derechos de género.
Hemos escuchado como respuesta: “Veremos cómo se puede avanzar”. Tampoco sería una respuesta, porque 15 años de demora, cuatro gestiones de gobierno, nos demuestran que no se avanza porque no hay decisión de avanzar.
Es una decisión que pasa por otros funcionarios, por el presidente del CGE, por el gobernador, por los legisladores, pero ¿para qué sirve el discurso de la igualdad de derechos de género si no se puede utilizar para luchar ese derecho?
En este 8M levantamos fuerte las voces reclamando el cumplimiento del artículo 43 de la Ley de Educación, levantamos fuerte las voces reclamando los Jardines Maternales, exigimos al organismo que debe garantizar el derecho a la educación, que pregona la enseñanza de la igualdad de género, le decimos al Consejo General de Educación que no queremos seguir desgarrándonos ante el abandono de las jóvenes madres que son expulsadas del Sistema Educativo por ser madres, un incumplimiento del CGE que, a diferencia de otros, discrimina a las mujeres.
(*) Víctor Hutt es docente, y rector titular de la Escuela Secundaria de Jóvenes y Adultos N° 12 “25 de Junio”, de Concepción del Uruguay.