Juan José Canosa, presidente del Sistema de Crédito Entre Ríos (Sidecreer) durante las dos gestiones de Sergio Urribarir al frente del Poder Ejecutivo, está siendo investigado por la Justicia por la posible comisión de dos delitos: enriquecimiento y negociaciones incompatibles con la función pública.
Canosa está mayormente comprometido en una maniobra que compromete a su entorno familiar en licitaciones que adjudicó Sidecreer.
Canosa, según reveló el sitio noticiauno.com.ar, compró a su hermano, Carlos Alberto Canosa, a través de la suegra de éste, Mirta Graciela Gueler, por un valor de 262.300 dólares en concepto de indumentaria y uniformes para el personal de Sidecreer.
Además, hizo negocios con su cuñada, Alicia Susana Cuestas (pareja de Carlos Alberto Canosa), y a la hermana de ésta, María José Cuestas, y al esposo de esta última, Diego Aníbal Urba, a través de la firma Excelcom SA por otros 635.000 dólares en insumos informáticos.
Mirta Gueler, suegra del hermano de Juan José Canosa, es la madre de María José y Alicia (presidenta y directora de Excelcom SA respectivamente), y es suegra también de Diego Urba, otro integrante de la sociedad anónima, amigo personal de Juan José Canosa y concuñado de Carlos Alberto Canosa.
Hay otra firma bajo sospecha, Diveria SRL. Se trata de una firma que funciona en calle San Martín 3427, primer piso, en pleno centro de la ciudad de Santa Fe. Esta firma fue contratada en 2013 por Canosa para realizar «tareas de diseño, desarrollo e implementación de una nueva solución informática que dé soporte a los procesos de negocios de Sidecreer» por 2.946.000 pesos más IVA. Las caras visibles de Diveria SRL son Marcelo Luis Fassi y Andrés Víctor Hoyos.
El sistema informático aún no funciona y eso motivó que el Tribunal de Cuentas hiciera observaciones respecto de que «las falencias del sistema actúan en detrimento de la fiabilidad e integridad de la información de la empresa».
El fiscal Juan Malvasio, con la intervención de la jueza Paola Firpo, ya realizó cuatro allanamientos el lunes en Paraná y en Santa Fe, y este jueves hizo un quinto, en el domicilio de la suegra de Canosa, en calle Buenos Aires, en Paraná. Allí vive la mamá de una funcionaria judicial, Paula Montefiori, esposa del extitular de Sidecreer. De esa vivienda colectaron documentación de Sidecreer relacionada a la causa que investiga Malvasio.
La Justicia trata de atar cabos y determinar de qué modo las empresas allanadas se relacionan con la familia de Canosa, y cómo pudieron adjudicarse licitaciones que convocó la empresa cuando la presidía el exfuncionario de Urribarri.
El abecé parece bastante básico y la documentación secuestrada aportaría pruebas suficientes.
Además, hay elementos probatorios que saltan a la vista de los investigadores.
El senador Raymundo Kisser (Cambiemos) se presentó el jueves en Tribunales y aportó información sensible: dijo que el domingo 15, a la madrugada, un testigo vio cómo ingresaban documentación relacionada a Sidecreer en el departamento0 de la suegra de Canosa. El fiscal Malvasio allanó ese departamento y comprobó que efectivamente era así: la documentación estaba adentro de una bolsa.
Antes, ya había surgido una sospecha: durante los allanamientos del lunes, se halló un teléfono celular.
En ese teléfono celular había un audio de whatsapp enviado por uno de los hijos de la suegra del hermano de Canosa, Mirta Graciela Gueler. Ese hijo, que todavía no se ha podido identificar, decía en el audio: “No se preocupen por los allanamientos. La documentación ya fue llevada a otro lugar”.
Ese otro lugar, después se supo, era el departamento de la mamá de la defensora oficial Paula Montefiori, suegra del expresidente de Sidecreer. Canosa nunca pensó que la Justicia pudiera allanar la propiedad de la madre de una defensora oficial. Pero ocurrió.
El whasapp fue clave.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.