No tienen limpieza. Nadie los asea. Hace rato. Están destartalados: no los ponen a punto. Son coches viejos: el artículo 14 de la ordenanza Nº 9.546, que en 2017 aprobó el pliego de bases y condiciones para la concesión del servicio, que finalmente ganó Buses Paraná, fijó que el parque «deberá integrarse con vehículos que brinden seguridad y comodidad, respondiendo la potencia de motor, tamaño y capacidad a las características de los recorridos y al volumen de transporte a atender según las frecuencias necesarias, tendiéndose a que la circulación no afecte con ruidos o emanaciones a la población y satisfaciendo también aquellas exigencias impuestas por la estética y por la rápida individualización». Letra muerta. Les faltan, faros, les sobra suciedad, los asientos están destrozados, la carrocería idem. Así se viaja. Cada día. Todos los días.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora