La barra de señalización cumplió su cometido. La obra de bacheo se concluyó -muy malamente- y el adminículo fue puesto a un costado, cerca de la acera. Ahí quedó. El viento hizo lo demás: la volcó sobre la acera y así entorpecía el paso de los peatones. Justo, los peatones hacían malabares este viernes a mediodía para cruzar por la vereda de calle Gualeguaychú y esquivar la barra de señalización. Sólo Dios sabe hasta cuándo estará ahí.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora