La ministra de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Soledad Acuña, visitó este viernes Paraná y brindó una charla en la sede del Rectorado de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) durante la cual se mostró partidaria de aplicar «un cambio» en el país y dejar a un lado definitivamente «el modelo populista» en educación.
Acuña habló de una «caída en la calidad» de la educación en el país y cuestionó que Entre Ríos sea una de las provincias que no efectúa mediciones sobre el rendimiento de los alumnos por lo cual se desconoce cuál es el estado de la educación en la Provincia. Aunque admitió que las distintas mediciones que se hacen sobre el humor de la gente, la educación no está dentro de las prioridades: dijo que pasó del lugar 15 al puesto 10, por cuanto lo más acuciante hoy es la economía para las familias.
La funcionaria de la administración del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta fue contundente: «Este modelo populista está agotado. Hace muchos años que venimos cayendo en el nivel de la educación. Tenemos que dejar de lado el modelo populista educativo».
Ese «modelo populista», aseveró, sólo persigue que estén todos los chicos en las escuela pero sin preocuparse por el rendimiento o con qué nivel egresan de las aulas. «Lo importante es que estén todos adentro. No sabemos para qué. Solo se busca que estén todos los chicos adentro del aula y por más tiempo. Y se dejó de evaluar, porque eso es liberal, mercantislista. Convirtieron en mala palabra a la evaluación educativa», sostuvo durante la charla que compartió con el rector de Uader, Luciano Filipuzzi y el referente de «AmorxParaná», Emanuel Gainza.
Un punto clave sobre el que se mostró en desacuerdo es el hecho de que «los sindicatos hayan conseguido un lugar para discutir en la mesa de los Ministerio de Educación. Ahora, las decisiones en materia educativa las toman las corporaciones sindicales. Pesan más los derechos de los docentes que el derecho a educarse de los niños. Hoy, es más importante la huelga que el niño».
Acuña planteó que el sistema educativo está en crisis y planteó un «estado de emergencia educativa» que se profundizó luego de la pandemia de coronavirus. Por eso, propuso más días de clase y más tiempo del chico en la escuela, pero para estudiar, y mostró como un lugar lo que sucede con las escuelas en Buenos Aires: abren los sábados para reforzar conocimientos. Por eso, se mostró a favor de una «revolución educativa» que cambie de raíz el actual estado de cosas.
«La educación tiene que ser declarada esencial. Las escuelas no se pueden cerrar ante una medida de fuerza de los docentes. Y hay que establecer que el docente, que tiene su derecho a huelga, si no trabaja, no cobra. Y el que trabaja, cobra más», planteó. «Hoy en día, el derecho a hacer huelga está por encima del derecho de los niños a recibir educación», completó.
Luego, se pronunció en contra del «falso federalismo» que deja en libertad de acción a las provincias para que desarrollen su política educativa sin criterios comunes al resto del país. «Si la Nación envía fondos, tiene que haber una contrapartida. No puede ocurrir como lo que pasó en Formosa que recibió fondos de Nación para enfrentar las consecuencias de la pandemia en la educación y destinó esos recursos a crear más cargos docentes».
Luego, se permitió criticar el funcionamiento de los comedores escolares en Entre Ríos, donde el directivo, dijo, ocupa su tiempo en hacer las compras de los insumos en vez de estar atento a mejorar la educación de los alumnos. «El rol de la escuela no es dar de comer. La función de la escuela es enseñar, no contener. Y tampoco funcionan estos sistemas de más chicos adentro, durante más horas, que crean un sistema de escuela caliente, difícil de implementar», observó.
La funcionaria porteña también se refirió al Estatuto del Docente y planteó la necesidad de aplicar cambios en el régimen laboral de los docentes, centrado en la formación permanente. Habló de la «vaca sagrada» en relación al Estatuto. «Nadie se anima a tocarlo. Pero hay que hacerlo, porque el modelo populista en educación no va más. Yo planteo que los docentes son profesionales, no trabajadores de la educación, y al ser profesionales necesitan formarse. Pero la formación no debe implicar restar horas de clase. Lamentablemente, la realidad hoy del país es que la mitad de los alumnos de 3º grado no comprenden lo que leen. Y eso abre una incógnita sobre la trayectoria de esos alumnos hacia el futuro», cerró.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora