¿Que futuro tendrán los rieles que quedaron al descubierto sobre calle Santa Fe, como parte de las obras de remodelación de la Plaza Carbó, detrás de Casa de Gobierno? ¿Se pensó en su rescate y exhibición, como ocurrió en el mandapeatón de Plaza 1º de Mayo? Los rieles son testigos de un tiempo que pasó en Paraná. Los tranvías eléctricos llegaron a la ciudad por una resolución, el 5 de agosto de 1920. Fue concesionado por la empresa White Company Limitada y luego se transfirió a la Empresa Paraná Tramways Company Limited. Paraná tenía una población de 60.000 habitantes. La inauguración oficial del servicio se realizó el 20 de mayo de 1921. Ese día, a las 15, desde Puerto Nuevo el coche Nº 6, debidamente ornamentado, junto al gobernador Celestino Marcó acompañado por una comitiva, e invitados especiales, hicieron el viaje inaugural. Seguidamente salieron 7 coches más para que el pueblo pudiera disfrutar de la puesta en marcha de los modernísimos Tranvías Eléctricos Standart Safety Card, construidos en la ciudad de Filadelfia, estado de Pensilvania.  Ese día se transportaron 2674 personas que abonaron 10 centavos el pasaje, con un descuento del 50%. El segundo día se duplicó la cantidad de personas que viajaron. Como anécdota encontramos que el 21 de mayo, o sea el segundo día de trabajo se produjo el primer accidente, que tuvo como protagonista al tranvía, ya que al pasar por la zona céntrica un caballo de una “victoria” -coche de paseo- se espantó por el sonido.  Al principio se instalaron 12 Km de vías, con un inicio de 8 tranvías, luego en dos etapas más se completó la flota que llegaron a ser 14. Se contaba con dos zorras blindadas y dos acoplados de cargas, que se utilizaban para el acarreo de la carne que se faenaba en los Corrales, Villa Uranga. Entre 1921 y 1929, se convivió en este tramo de Corrales hasta el Mercado Central con los últimos tranvías a caballos, que eran los encargados justamente de llevar la carne para venta y distribución. Estos Tranvías Eléctricos se los llamaba los coches de la seguridad, por sus características, tenían aparatos automáticos de funcionamiento de seguridad, que estando el coche en marcha, bastaba que el conductor deje de apoyar la mano sobre el control o palanca de mando, para que inmediatamente se detengan los motores, arroje arena seca sobre los rieles, se detenga el coche y se abran las puertas. Al principio cuando eran de la “Paraná Tranways Company Limited”, eran de color verde con filetes de colores para identificar las líneas que eran siete (Nº 1, 2, 3 y 3b, 4, 5 y 6 ). Por distintas ordenanzas se fueron modificando recorridos y horarios, hasta llegar al día 15 de Marzo de 1944, donde empezó a regir otra resolución conformando solo las últimas tres líneas (la Nº 1, Nº 5 y Nº 6.), y cambiaron el color definitivo, pasaron a ser crema con algunas luces de color para identificar las tres líneas. Es tanto lo que entregaba este servicio, que un solo artículo, o una sola nota no alcanza para contar los atributos del mejor transporte público, el más moderno que existía en el mundo, y en Paraná lo tuvimos. Fueron 14 los tranvías eléctricos que recorrieron las calles de la ciudad desde el año 1921 hasta el 20 de julio de 1962, cuando dejaron de funcionar por diversos motivos. El entonces intendente Máximo Aldasoro decidió donar los tranvías a distintas escuelas, por lo que se fueron dispersando y tomando caminos hacia la desaparición.

 

Con información de Municipalidad de Paraná

De la Redacción de Entre Ríos Ahora