El diputado José Ángel Allende –el diputado José Ángel Allende es diputado desde 1999 en forma ininterrumpida, y en todo este tiempo se ha recostado según cómo soplen de los vientos de los cambiantes oficialismos dentro de su partido, el peronismo–, Allende, entonces, dice que se siente agraviado.
El agravio que siente es por las sospechas que se echaron a rodar hace tiempo –póngase un año, 2012, cuando la Justicia empezó a investigarlo con la pereza que la Justicia sólo aplica con los pocos– por el origen de su patrimonio. Una versión –investigaciones periodísticas de la revista «Análisis»– dizque Allende es millonario: un diputado millonario. Y que sus millones tienen un origen, por así decirlo, no del todo claro.
En los Tribunales esa sospecha sólo cabe ubicarse en una sola figura penal: enriquecimiento ilícito. Y por eso lo investigan.
También Allende es sindicalista.
Allende dirige la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) desde 1998. Nada que reprochar: si está en la poltrona de gremialista por tanto tiempo es porque sus representados así lo prefieren. Lo votan.
Allende, el diputado, el gremialista, ha dicho esta frase: «Nunca fui un multimillonario, ni lo pienso ser».
Que nunca fue millonario. Que no lo piensa ser, tampoco.
«Ni desde que soy diputado hasta la fecha, mis ingresos han sido inferiores a lo que he obtenido al cerrar el ejercicio», declaró el viernes 3 de marzo, en la puerta del Juzgado de Transición N° 3, donde el juez Gustavo Adolfo Roque Maldonado lo investiga por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito.
Es críptico Allende.
Como a un evangelista de este tiempo, a sus dichos hay que interpretarlos, buscarle un segundo sentido, tratar de entenderlos. Y después aceptarlos con la certeza de un padrenuestro.
¿Y a mí por qué?, responde el diputado sindicalista Allende a las sospechas que se han acentado sobre el origen de su patrimonio.
Antes de ser diputado, dijo, y ese «antes» hay que ubicarlo previo a 1999, entonces, antes de eso, «ya tenía muchísimos bienes, mucho más de lo que uno pretende que podamos tener».
Eso dijo.
No se entiende cómo es que teniendo tantos bienes recaló como empleado del Estado, y de ahí, derivó en gremialista de los trabajadores del Estado.
Como fuere, por boca de Allende urbi et orbi han tomado nota de lo que posee: departamento, una casa, una quinta y otro inmueble sobre calle 25 de Junio, el que compró hace diez años con un crédito a 15 años del Banco Hipotecario y en cuotas fijas de 1.200 pesos. «En ese momento, ese monto representaba el 20% de mi sueldo, hoy cobro 100.000 pesos, y sigo pagando una cuota de $1.200», anotició al mundo.
Allende cobra diez sueldos de un básico de bolsillo del escalafón general del Estado entrerriano: un poco de $9.000 al mes; diez sueldos de un maestro en la base de la pirámide, el cargo testigo, maestrado de grado, sin antigüedad, $9.239.
Un buen inversionista, Allende.
¿Sólo eso posee?
El sitio «Análisis Digital» porfía en que son más los bienes que figuran en la lista del patrimonio Allende.
El 6 de febrero publicó un listado tentativo de bienes del diputado gremialista.
–Residencia en calle Castelli, pleno Parque Urquiza: 720.922 dólares.
–Piso 27 en Puerto Madero, Capital Federal: 536.000 dólares (es idéntico al que tenía el fiscal muerto Alberto Nissman).
–Casa quinta en Sauce Montrull, 368.162 dólares.
–Semipiso en el edificio Torres del Cóndor, pegado al Hotel Marán, en pleno Parque Urquiza. Fue adquirido por Diana María Traverso (ex esposa) en fecha 28/06/2007 y donado posteriormente a sus hijos en octubre del 2010. Está a nombre de Victoria, Carolina y Julio Allende. Está valuado en 297.192 dólares.
–Departamento 10 “A” en el edificio de calle Cervantes y Santiago del Estero, 130.600 dólares.
–Departamento 10 “B”, en el mismo edificio, 81.800 dólares. Los dos inmuebles están a nombre de José Angel Allende, hijos y la señora Traverso
–Inmueble ubicado en calle Laprida Nº 152, Paraná, Matricula Nº 148596, Plano nº 111159. Adquirido por Jose Angel Allende en fecha 25/11/2004, posteriormente donado a sus hijos en diciembre de 2006. Sale 378.289 dólares.
O sea que hace a un total de 2.512.965 dólares o 38.950.957 pesos, a lo que habrá que agregarle otras inversiones, tanto en Entre Ríos, como así también en la República Oriental del Uruguay.
Allende mira para un costado, y dice: «Estoy confiado y tranquilo porque los hombres públicos tenemos que presentarnos a la Justicia, dar explicaciones, y no quería que el juez se enterara de lo que yo pensaba o de lo que tenía, por la prensa».
Habrá que decir que al juez lo estuvo esperando bastante tiempo, el tiempo que Allende permaneció resguardado en los fueros de diputado. Sólo cuando la Justicia avanzó sobre su mujer, su exmujer y sus tres hijos, todos ellos sin fueros, decidió acudir, como Mahoma, a la montaña.
Después, dijo, sin ambages, que es «víctima» de una «operación» de un medio periodístico. Raro: Allende antes se victimizó amparándose en sus fueros para jugar a las escondidas con la Justicia.
Pero, se sabe, Simón Pedro lo negó tres veces al hijo de Dios y ahora está en los altares.

 
Ricardo Leguizamón
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.