El Tribunal de Cuentas fue uno de los organismos salpicados por el proceso de juicio político que se desarrolló contra la presidenta del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Claudia Mizawak.
Si bien la magistrada fue salvada por la mayoría oficialista y aliados en la Cámara de Diputados, el bloque de Cambiemos emitió un dictamen acusatorio en el que se cuestionó que la jueza haya rendido con un “simple recibo” la percepción de Gastos Protocolares, como se lo calificaba a los fondos que el Gobierno provincial giraba al Poder Judicial. Los denunciantes y los diputados acusadores hablaron de cobro de “sobresueldo” o gastos reservados.
En ese dictamen, los diputados de Cambiemos reprocharon “la falta de control por parte del Tribunal de Cuentas” ya que consideraron que el organismo se dio “por satisfecho con un mero y huérfano recibo de percepción de los fondos”. Citando informes del organismo de control, detallaron que sólo entre octubre de 2015 y abril de 2016, Mizawak percibió $ 1.394.000,00 en concepto de Gastos Protocolares.
Al respecto, el presidente interino del Tribunal de Cuentas, Federico Tomas, dijo que “muchas veces recibimos críticas porque nos acusan de inacción por tal cosa o que no observamos tal otra” pero indicó que “el Tribunal tiene una competencia que es la que nos da la Ley y al que nosotros nos tememos que ajustar”. Cabe aclarar que el funcionario no ejercía la presidencia del organismo durante el período reprochado por los legisladores opositores.
Tomas sostuvo que no comparte los cuestionamientos en relación a la rendición de cuentas del Poder Judicial. “Nosotros, cuando controlamos al Poder Judicial, lo hacemos en los aspectos numéricos, legales, documentales y formales”, dijo.
En ese marco, mencionó que el artículo 68° de la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas dice que el examen de la gestión administrativa determina que se hará “con exclusión de cualquier otra valoración”. “Entonces, si el Poder Judicial presenta la rendición de cuentas y está el comprobante de entrega de fondos a nosotros no nos corresponde indagar más de esa facultad”, señaló Tomas y agregó que “cuando nos endilgan el tema de los viáticos, lo mismo”.
Al respecto, el titular interino del Tribunal de Cuentas explicó: “Cuando el auditor observa la rendición -si está el viático-, siempre hablando a ejercicio vencido, se verifica que la liquidación del gasto esté correcta. En sentido de que si se fue de la provincia tanta cantidad de días, la liquidación sea tantos pesos. No indaga si esa persona efectivamente viajó o no viajó. Nosotros no llegamos a hacer ese tipo de control”.
“Uno cuando escucha ese tipo de crítica le duele porque queda como que no controla. En realidad controla dentro del marco legal que tenemos. A veces se nos pide control de gestión, como si controlamos resultados. Nosotros no controlamos si tal gestión fue exitosa o superadora de la anterior. Nosotros lo que controlamos son papeles”, enfatizó el funcionario.
En esa línea argumental, Tomas citó un caso en el que sí el Tribunal pudo constatar una rendición irregular: la sobrefacturación de obras de pavimentación, que ha generado denuncias en algunas ciudades. “Está dentro de nuestra competencia en el sentido de que podemos determinar que si eso que se pagó corresponde a los valores de mercado. Lo que no nos corresponde es decir que en vez de hacer 50 cuadras deberían hacerse 40. Eso ya es lo que el presidente municipal habrá analizando con su equipo técnico”, sostuvo.
Uno de los críticos de la forma cómo el Poder Judicial rinde los viáticos ha sido el exconvencional Juan Carlos Arralde.
“Es escandaloso que el Tribunal de Cuentas pueda, con un simple recibo, justificar que se han rendido los viáticos. O esa partida de gastos reservados que salían del Presupuesto provincial al Poder judicial”, aseguró.
A su vez, Arralde esgrimió que “estas cosas revelan que hay que hacer un fuerte ajuste en los organismos de control. Eso pasa por los instrumentos que tenga el organismo y también por el perfil que tengan los hombres y mujeres que controlan. No podemos despegar al organismo de la capacidad técnica y la moral de quienes están en el Tribunal de Cuentas”.
Especial para Entre Ríos Ahora.