Carlos Maisterrena, el técnico al que apelaron las últimas gestiones en la Municipalidad de Paraná para evaluar el costo del transporte y definir la tarifa final del servicio del transporte urbano de pasajeros, concluyó que 6 de cada 10 pesos que demanda la puesta en marcha de las unidades de colectivos se financia con subsidios de Nación, de Provincia o del Municipio.
La tarifa explica una ínfima parte del costo del servicio. Este jueves, se reunió el Órgano de Monitoreo y Control del Sistema Integrado Transporte Urbano (SITU), un órgano que agrupa a miembros del Ejecutivo, del Concejo Deliberante, de la prestadora Buses Paraná y del sindicato de los choferes, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), con el objetivo de analizar una propuesta de incremento de la tarifa, por encima de los $300 -hoy está en $2o4- que finalmente fue descartada.
¿Qué pasó? En realidad, ocurrieron dos hechos. Mientras la reunión del SITU había sido prevista para las 10, desde primera hora de la mañana los choferes de colectivos anunciaban a los pasajeros que el servicio se interrumpiría entre las 14 y las 15. Efectivamente eso ocurrió y fue un lockout patronal: la concesionaria adujo falta de combustible para poner a andar las unidades. Esa situación de lockout se mantendrá al menos en los próximos días. La otra mala nueva fue que la Nación decidió eliminar el Fondo Compensador del Interior, que subsidia al transporte urbano, como forma de «castigar» a las provincias por el fracaso en el Congreso de la Ley Ómnibus.
Enrique Ríos, jefe de la bancada oficialista en el Concejo Deliberante de Paraná, habló este jueves con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7 y dijo: «Estamos en una situación muy compleja, muy complicada, de difícil resolución. Por un lado, Buses Paraná decidió hoy (por este jueves) en forma unilateral, incumpliendo las normas vigentes, prestar el servicio solo desde las 5 y hasta las 14. En este marco, un gran número de usuarios del transporte no va a poder cumplir con sus obligaciones laborales ante esta situación. A esto se agrega esta novedad que viene a complicar mucho más la situación que es la decisión de la Nación de eliminar el Fondo Compensador. Hablan de reemplazarlo a nivel SUBE, que el subsidio llegue directamente al usuario. Pero poco se sabe. Esto genera más incertidumbre. Está prácticamente colapsado el servicio, y con la imposibilidad de hablar de una tarifa. Fijar hoy una es imposible para los usuarios. No podrían pagarla».
Ríos aceptó que la reunión de este jueves del SITU se había convocado para empezar a analizar una eventual suba de la tarifa. Pero todo cambió cuando llegó la novedad de que Nación no garantizaría el sostenimiento de subsidios. En ese escenario, fijar una nueva tarifa sería absorber los fondos que ya no vendrán y derivaría en un precio imposible. «Estamos frente a un Gobierno nacional que actúa de forma irracional ante un proceso democrático: se debatió un proyecto que no tenía el consenso necesario (la Ley Ómnibus), y ante el rechazo, se busca disciplinar a los gobernadores, pero lo que hace es perjudicar a la inmensa cantidad de usuarios que se ven perjudicados por la falta de servicio y además, pone en jaque a todo el sistema», planteó.
Aunque rescató «el grado de madurez» de los distintos bloques que componen el Concejo Deliberante, y la decisión del gobernador Rogelio Frigerio de sostener en los próximos dos meses las remesas de subsidios, dice que todo eso resulta insuficiente. «Esta medida del Gobierno nacional de disciplinar a las provincias retirando el subsidio al transporte agudiza más la situación y lo vuelve insostenible al sistema. Si trasladamos a la tarifa el costo real del transporte, sin subsidio, sería imposible de afrontar por los usuarios. Sería una tarifa impagable», planteó Ríos.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora