El miércoles 7, el rector de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), recibió a la decana y al vicedecano de la Facultad de Humanidades, María Gracia Benedetti y Daniel Richar, respectivamente, y entre otros temas de agenda, hablaron del enorme crecimiento de la matrícula que registra esa unidad académica «que muestra la confianza puesta en la universidad pública, y la necesidad de generar condiciones que garanticen el derecho al cursado en sedes y carrera».

En 2023, Humanidades registró 3.00o nuevos ingresantes; 2024, 4.000 nuevos ingresantes. «Esto representa un desafío más que un problema», analiza el vicedecano. «La educación es un derecho que hay que garantizar. Tenemos que garantizar que más jóvenes puedan acceder a los estudios superiores. Siempre estamos interpelados para hacer todo lo necesario para garantizar ese derecho», agrega.

El desafío, más que el problema, dirá Richar durante una entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7, es aplicar un presupuesto acotadísimo, que lo absorbe en más de un 90% el pago de salarios, y que alcance para costear principalmente los gastos de funcionamiento. La  devaluación del 188% y la inflación del 211% que ocurrieron en 2023 determinarán que los recursos alcancen apenas para los primeros tres meses del año.

«No es una novedad para nosotros: los presupuestos de funcionamiento no alcanzan para proveer todo el año, mucho menos en este contexto de altísima inflación. A eso se suma la modalidad de compra que hay en el Estado. Conseguir proveedores ya es un tema. Y después está la cuestión de garantizar que coticen y que sostengan las cotizaciones. Es todo un tema, que encima se agudiza debido a los tiempos de pago de la Administración Pública», plantea.

Humanidades, unidad a la que define como una facultad con dimensiones de universidad, «es una estructura demasiado. Hay muchos edificios, mucha ocupación. Todo el día están habitados los espacios. Esa ocupación de los edificios implica mayores gastos de mantenimiento y limpieza. Tener a tono eso implica un trabajo de mantenimiento muy grande».

De todos modos, asegura, «nos hemos preparado para recibir a partir del 26 de febrero a todos los estudiantes. Ese día iniciamos el curso de ingreso e  la Universidad. Estamos con toda la energía. El pasado cerramos con 16.256 estudiantes; este año, se suman 4.000 nuevos inscriptos. Tenemos 44 carreras. Nuestra dimensión no es de facultad, no hay facultades tan grandes. Hace tiempo tenemos dimensión de universidad. Lamentablemente, en este contexto y situación del país, el proyecto nacionalización y de creación de la Universidad Nacional Juan L. Ortiz no pudo avanzar. Pero está latente, hay deseos de que eso ocurra, pero las condiciones por ahora no están dadas».

¿Cómo hace Humanidades para sostener su funcionamiento ante presupuestos tan exiguos y en un marco de ajuste? Richar dice que salen a buscar los recursos: en 2023, explica, «articulamos con los municipios, con ofertas de capacitación, diplomaturas. Hubo trabajo intenso en el territorio con diferentes municipios. Estamos trabajando para renovar esos acuerdos. También, al igual que en las escuelas, en la Facultad hay cooperadora. Desarrollamos una serie de actividades que tienden a trabajar por mejorar las condiciones y garantizar que la Facultad siga funcionando».

«Pero este año estamos muy preocupados no solo por tener más ingresantes, sino porque se agravó la condición del estudiante, que soportan el aumento del alquiler y del transporte. El 27% de nuestros estudiantes vienen de Sana Fe. No queremos perder ningún estudiante. Y hacemos un intenso trabajo con Bienestar Estudiantil para que ningún estudiante abandone», dice el vicedecano de Humanidades.

Alquiler y transporte, entonces, se constituyen en nuevos obstáculos para los estudiantes que deben viajar a una ciudad a otra para cursar carreras. ¿Las clases on line son alternativa para evitar los gastos de traslado?

«Nosotros tenemos aprobadas carreras para ser presenciales -asegura el vicedecano-. En el marco de las normativas nacionales para carreras presenciales, se permite hasta un 30% de virtualidad. Desde el año pasado, en casi todas las carreras, se aplica ese 30%. Así, se redujo el tiempo de asistencia presencial en un 30%. Pero eso no evita que los estudiantes tengan que viajar al menos 4 de los 5 días de la semana. Y los que son del interior, siempre ven la posibilidad de alquilar y eso agrega una complicación. Nosotros buscamos maximizar la ocupación de las dos residencias estudiantiles que tenemos, en Alberdi y en Almafuerte, con el pago de una pensión muy económica».

Richar dice que en Humanidades «hay preocupación» por el estudiante, para que tenga garantizadas las condiciones que le permitan sostener las cursadas. «Históricamente el primer año es de mayor desgranamiento que en el resto de los años. Pero este año estamos muy preocupados porque las condiciones van a ser más adversas que nunca. Veremos hasta dónde llega el sistema de becas. Siempre las becas han sido insuficiente. Tuvimos hasta un 60% de estudiantes con ayuda de beca: las Progresar,  las de Uader, y las del Inaubepro. Queremos que esa ayuda continúe, pero a nivel nacional todavía no hay definiciones», asevera.

«Nuestra Facultad es la que tiene una explosión de matrícula. También la tiene la Facultad de Ciencias de la Vida. Estamos sorprendidos de tener más de 1.000 preinscriptos más.  Todos ellos tienen que tener garantizada una silla donde sentarse», sostiene.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora