Cuatro años después de la habilitación de la ciclovía en el Acceso Sur a Paraná, ya no queda nada: ni las barras demarcatorias ni la señalización horizontal. Poco queda del espacio creado para que los ciclistas puedan circular con seguridad. Cuando se habilitó, en 2020, desde la Municipalidad de Paraná se explicó que se basaron en un los lineamientos definidos por el Ministerio de Transporte de la Nación, que recuerda como un dato a favor el hecho de que «el estacionamiento sobre el lado izquierdo se encuentra prohibido por normativa en la mayoría de las arterias (norma general)». Pero además, el Municipio destacó que se decidió la implementación de una ciclovía que está demarcada sobre el lado izquierdo de la calzada. Para su ubicación se tuvo en cuenta no solo el flujo y dirección de los vehículos, sino también comprender el ingreso de los mismos a la colectora, su salida, y el estacionamiento de los mismos. También se consideró que el estacionamiento de autos sobre el lado izquierdo se encuentra prohibido en la mayoría de las arterias (es norma general), que el ancho de la calzada permite el estacionamiento del lado derecho, y que significa mayor protección para el peatón que circula sobre la vereda derecha (separando el auto que circula con el estacionado), es que se determinó delimitar la ciclovía del lado izquierdo. Para su identificación, Vialidad Provincial pintó líneas que la demarcan, dejando la misma de un ancho de 1,50 metros -ya que es en sentido único- y se colocaron separadores físicos para una mayor seguridad. De todo eso, ahora, casi nada.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora