En 2020 y 2022, Matías Enrique Mautone logró acumular la comisión de delitos suficientes como para que un tribunal lo condenara a 6 años de cárcel: los delitos que se le reprocharon van de amenazas calificadas por el uso de armas, resistencia a la autoridad, tenencia de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización, tenencia de un arma tumbera en su domicilio, abuso sexual y amenazas calificadas por el uso de armas en contexto de violencia de género.

Los hechos ocurrieron en la ciudad donde vive, Victoria, y el juicio por el que recibió 6 años de prisión se desarrolló en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay.

Dice el fallo del juez Darío Ernesto Crespo: «En efecto, valorado el plexo probatorio conformado por los elementos de convicción que se han incorporado legítimamente al proceso, se han podido reconstruir históricamente los hechos que son motivo de juzgamiento, utilizando para ello el consagrado método de la sana crítica racional, siendo factible arribar válidamente al cabo de tal operación a una conclusión de carácter condenatorio y con contenido de certeza, en primer lugar en lo que hace a la ocurrencia material de los sucesos atribuidos, que en sus aspectos esenciales han quedado demostrados con los alcances que seguidamente se deslindarán, habiéndose acreditado que los mismos acontecieron en los marcos espaciales y temporales asignados por la acusación pública a Mautone, y en ese orden, pueden tenerse por probados los siguientes sucesos reputados criminosos siguiendo lo que ha sido el derrotero secuencial con el que fueran expuestos en los alegatos fiscales de cierre, aunque no se correspondan en la línea de tiempo histórica, ello a los fines de no modificar el modo en que fueran abordados y debatidos por las partes; a saber»:

Convertido en una especie de Chacal, a Mautone le reprocharon judicialmente los siguientes hechos:

El 4 de diciembre de 2020, siendo las 20, Juan Carlos Ríos circulaba en su vehículo Fiat 125 junto a Emanuel Ríos, Danilo Pereyra y Juan Coronel, y al llegar a la intersección de calles Bartoloni y Catamarca, de Victoria, se produce una colisión entre el vehículo conducido por Ríos y una Ecosport blanca conducida por una mujer.

Luego del choque, desciende de la Eosport Matías Enrique Mautone, quien iba como acompañante, y a los gritos comienza a pedirle los papeles del vehículo a Ríos, quien le pide que se calme, que iban a arreglar las cosas. Trascartón, Mautone saca de su cintura una pistola y se la coloca en la cabeza, exigiéndole que se bajara del vehículo y le diera los papeles. La reacción inmediata de Ríos fue acelerar su vehículo y retirarse del lugar.

Mautone entonces toma el volante de la Ecosport y comienza una persecución. Lo encuentra a Ríos en su vivienda, en calle Perón, entre Marcos Paz y América, desciende de su vehículo y nuevamente le pone un arma en la cabeza. Sólo lo hizo desistir de esa actitud pendenciera la amenaza de Ríos de llamar a la Policía.

Otro incidente tuvo lugar al día siguiente, el 5 de diciembre de 2020, a la 1,45: fue en el momento en que funcionarios policiales se disponían a individualizar al conductor de la Ecosport que estaba estacionada en la playa de estacionamiento del Casino Victoria tras la denuncia de Ríos. Al advertir la presencia policial, Mautone se da a la fuga. Se lo vuelve a encontrar en la zona de calles Italia y Rawson, donde se le dio la voz de alto por parte del móvil policial. Otra vez la resistencia y la fuga. Logran detenerlo más tarde, sobre calle Rawson, entre Sola e Yrigoyen.

El 10 de diciembre de 2020, en oportunidad de un allanamiento ordenado por la Justicia a la vivienda de Mautone, se constató que el mismo ejercía la tenencia ilegal de un arma de fuego de uso civil, tipo pistola, calibre 22”, sin contar con la debida autorización legal administrativa correspondiente, a la cual además le había suprimido el grabado del número de serie impidiendo su correcta identificación registral. También se verificó la tenencia ilegal de un arma hechiza de uso prohibido, tipo tumbera, confeccionada con caños tubulares soldados entre sí y clavo percutor, encontrándose ambas armas de fuego en condiciones aptas para el uso y disparo.

Mautone sumó un delito de violencia de género el 22 de mayo de 2022: su pareja, MJA. Ocurrió en una vivienda ubicada sobre la ruta 11, a 5 kilómetros de las Termas de Victoria. La pareja de Mautone le pidió que la llevara de vuelta a su casa, a lo que éste se niega. La mujer insiste porque no tenía en qué volverse. Comienzan a forcejear, porque Mautone no le permitía subir a su vehículo, luego el imputado la tomó de los pelos, y le pegó patadas para alejarla, pero igualmente ella logra subir a la parte de los asientos traseros de la camioneta y emprenden la marcha hacia la ciudad. Al llegar a la tranquera de salida del campo Mautone se da cuenta de que no tenía su teléfono celular, situación que lo ofusca y cuando su pareja le dice que debió caerse cuando forcejearon, toma un arma de fuego y le apunta a la mujer.

Las situaciones de abuso también las soportaron las dos empleadas que Mautone mantuvo trabajando en su kiosco La Cunaca ubicado en calle Ezpeleta al 100, de la ciudad de Victoria. Entre mayo de 2021 y de junio d e2021, “en reiteradas oportunidades, aprovechando que MEMR se encontraban en una situación de dependencia por ser su empleada, realizó distintos abusos sexuales en perjuicio de la nombrada, por cuanto en distintas oportunidades, ya sea en la vivienda que el imputado ocupa en Basualdo y Rawson, de la ciudad de Victoria, como en el kiosco ubicado en Ezpeleta 174 de la misma ciudad, de manera sorpresiva y por lo tanto violenta, le dio besos y apoyó a la víctima desde atrás con su miembro erecto, mientras le decía `mirá cómo me pones`».

Más todavía. Entre mayo y junio de 2021, “aprovechando la relación de dependencia que tenía para con él su empleada CLL, realizó abusos sexuales en su perjuicio, consistiendo los mismos en apoyarle su miembro de manera sorpresiva y por lo tanto violenta, en la cola a la víctima, como así también procurar obtener a la fuerza que ésta le diera besos en la boca”.

El séptimo hecho que se le imputó tiene que ver con el comercio de estupefacientes. Las dos empleadas que lo denunciaron por abuso sexual contaron de esas prácticas. Desde su kiosco, y en la modalidad de delivery, Mautone comercializaba clorhidrato de cocaína y marihuana, “habiéndose encontrado, como producto de los allanamientos realizados el 12 de junio de 2021, por orden del juez de Garantias, sustancia estupefaciente, la cual se encontraba en el negocio del nombrado ubicado en Ezpeleta 174 de la ciudad de Victoria y en su vivienda, habiéndose encontrado en el comercio la cantidad de doscientos cincuenta y un gramos de cannabis sativa, mientras que en su domicilio de Basualdo y Rawson, se encontró la cantidad de 27 gramos de cannabis sativa y un envoltorio de nylon color verde, que contenía en su interior clorhidrato de cocaína, no habiendo arrojado peso al ser sometida dicha sustancia a pesaje”, según detalla el texto del fallo condenatorio.

El último hecho imputado es la portación de un arma de fuego de uso civil sin la debida autorización, por cuanto en oportunidad de llevarse a cabo una requisa personal a Mautone, en el marco del allanamiento dispuesto por el Juez de Garantías, el 12 de junio de 2021, en el domicilio de Basualdo y Rawson “se le secuestró una pistola calibre 22, marca Venturini S.A. modelo RUBI, con número de serie 1917, con cinco cartuchos  en su almacén cargador marca Remintong, la cual el imputado tenía oculta entre las piernas».

Luego del juicio que se sustanció contra Mautone, la Justicia lo declaró autor penalmente responsable de los delitos de amenaas calificadas por el uso de arma, resistencia a la autoridad, tenencia de arma de fuego de uso civil sin declarar, tenencia de arma de guerra sin declarar, amenazas calificadas por el uso de arma en contexto de violencia de género, abuso sexual reiterado, comercio de estupefacientes y portación de arma de fuego de uso civil sin autorización.

Por esa conjunción de hechos se lo condenó a la pena de 6 años y 6 meses de cárcel de cumplimiento efectivo. Además, la Justicia le negó la prisión domiciliaria y, hasta que la condena quede firme, lo mantiene en la Unidad Penal de Victoria con prisión preventiva.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora