La Orquesta Sinfónica de Entre Ríos anunció en redes su próximo concierto, el sábado 4 de mayo, en La Vieja Usina, en Paraná, obras de Tchaikowsky, con extractos de Cascanueces y La Bella Durmiente, bajo la dirección de Luis Gorelik y con Hugo Schuller como solista invitado, y aunque las funciones son con entrada libre y gratuita las quejas del público no se hicieron esperar. Los problemas de acústica, la falta de espacio, los inconvenientes para poder apreciar a los músicos y a los invitados son parte del enfado del público.

«Hermoso programa. Lástima que seguimos sin poder ir al Teatro 3 de Febrero, a disfrutar de nuestra querida Orquesta. Fui el sábado pasado al CPC (Centro Provincial de Convenciones) a escucharla. Bello lugar pero absolutamente inadecuado. Por su mala acústica, además de no poder ver la Orquesta completa (solo algunos metales y la percusión). La directora invitada, que era menuda de talla, invisible para la mayoría», destacó un forista, y los comentarios de ese tenor se replicaron.
Marcelo Barolín, integrante de la Sinfónica, admite esos problemas, y dice que habitualmente reciben los comentarios del público.
Desde hace dos años la Sinfónica no toca en el Teatro -la existencia de murciélagos es un serio problema, pero además la capacidad del escenario, que no logra contener a los 70 músicos-, y los únicos espacios disponibles en Paraná son el Centro Cultural La Vieja Usina, demasiado chico y con demasiados problemas de acústica; y el Centro Provincial de Convenciones, que es un sitio para encuentros y conferencias pero no para recitales de música clásica. La Orquesta está al mismo nivel que el público por lo cual de la fila 3 para atrás se torna complicada la visión y así también la acústica.
«La Vieja Usina tiene un serio limitante que es el espacio. No entran más de 600 personas. Y en el concierto por el 75 aniversario de la Orquesta había más de 2.500 personas en el CPC. El flujo que va a escuchar a la Orquesta es enorme. Y está pasando eso: gente que llega y no encuentra lugar y tiene que irse. Tiene que estar parada o irse. Eso pasa en La Vieja Usina. En el caso del CPC, no es un auditorio: es para convenciones. Te sentas como publico en la cuarta fila y como no tiene desnivel la persona de adelante te tapa y no ves la Orquesta. Pero además es un costo alquilar el lugar y las pantallas, que alguna vez teníamos. Eso ayudaba un poco, aunque con delay. Ahora se ve que no se pueden afrontar esos costos y no hay pantalla y la gente no puede ver la Orquesta y la experiencia no es la misma», cuenta Barolin.
Al respecto sostiene que esa situación «es una lástima porque después de mucho tiempo la Orquesta ha logrado tener el número necesario de músicos, y la calidad sobre todo que la ubica al mejor nivel. Está al nivel de las mejores orquestas del país. Lamentablemente no se luce. Lo que se está tratando ahora es un tratamiento acústico de La Vieja Usina, no solo para los conciertos sino también para los ensayos. El director de la Orquesta, Luis Gorelik, habló con la ministra de Desarrollo Humano, Verónica Berisso, para que se vea la posibilidad de que la Provincia cuente con un auditorio no solo para la Orquesta, sino para cualquier tipo de actividad cultural, que no hay en la Provincia y tampoco en Paraná».
Así, sin el Teatro disponible, a la Orquesta le quedan dos lugares, La Vieja Usina, un espacio chico y con mala acústica, y el Centro Provincial de Convenciones, que tiene mayor capacidad pero problemas de visión de los músicos que están al mismo nivel que el público. «Uno podría decir, bueno, la veo por televisión o por streaming, como se hacía antes, pero la experiencia en vivo es otra cosa. Ver al solista tocando da una interacción de otro nivel. Es una lástima que no se cuente con un auditorio adecuado», plantea Barolin.