«Con profunda preocupación y hondo malestar nos hemos anoticiado de que en el ámbito de la Universidad Nacional de Entre Ríos se vulnera el derecho de las identidades no binaries. Se trata del derecho a ser nombrade en la documentación expedida por la UNER de acuerdo a la identidad autopercibida; derecho consagrado por la Ley 26.743 de Identidad de Género (2012). El irrespeto al que aludimos, a todas luces inaudito, es de larga data y afecta nada más ni nada menos que la obtención/entrega del título de Tecnique de Licenciade en Comunicación Social de Ireí Berduc Fernandez. En una extensa, precisa y argumentada nota le estudiante narra las penurias vividas durante un año en interminables y, a la postre, infructuosas gestiones ante las autoridades».
De ese modo, el Sindicato de Trabajadores Docentes Universitarios (Sitradu) pone en alerta al rector de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Andrés Sabella, y le hace conocer que la Ley de Identidad de Género, sancionada por el Congreso en 2012, consagra derechos que la Universidad no estaría respetando. Señala al respecto que la norma legal «en su articulado expresa con claridad que el cambio en el DNI no es condición para el reconocimiento de la identidad autopercibida. Las dilaciones burocráticas fundamentadas en la necesidad de la elaboración de una resolución específica para llevar adelante la redacción y expedición de los títulos, no tienen razón de ser. Los efectos de tal acción tan ilegal como ilegítima, agravada por su persistencia en el tiempo, solo acrecientan la victimización y agravan el daño de un modo que no debe tolerarse. De hecho la última decisión del Consejo Superior consagra una desigualdad, donde la aplicación de la Ley de Identidad de Género garantizaría el respeto y reconocimiento de manera igualitaria (entre quienes deciden realizar la modificación del DNI y quienes no). ¿Por qué insistir en la redacción de una resolución específica cuando la ley de garantiza el respeto de un derecho?».
La docente Alicia Naput, que fue profesora en la Facultad de Ciencias de la Educación y está en el área de Género de Sitradu, dice que la UNER exige a estudiantes un requisito que la Ley de Género no establece: el cambio registral en el DNI para otorgar un título en lenguaje ni binario. «Estos son tiempos de mucha intolerancia, de discursos de odio, por lo cual esta discusión no debería darse en la Universidad. Ireí no se identifica ni con el género masculino ni con el género femenino. Y la ley ampara esa decisión. Sabemos que las mejores leyes son hijas de luchas por reivindicaciones. Lo que plantea es su derecho a recibir su título intermedio nombrade con género neutro. La Ley de Género tiene muchos años, más de 10. Entendemos que las instituciones tienen que ajustar su reglamentación, su ordenanzas, sus formas burocráticas y ajustarse al derecho. Llevamos mucho tiempo. Hay antecedentes de otras universidad. Ireí solicita su título que necesita para desarrollarse profesionalmente. Y esto lleva mucho tiempo. Lleva un año su pedido», apunta.
Luego, suma: «Esto no es en contra del rector ni de nadie. Lo que decimos es que se está vulnerando un derecho, más allá de las intenciones. Citamos el relato de Ireí. Lo que hace público Ireí es un lujo de argumentación. Cuenta sus trámites a lo largo de un año, y la respuesta de la Universidad que le dice que si cambia su DNI podría darle curso a su pedido. Pero esto fue después de mucho tiempo. Es claro que la Universidad va a la saga del proceso de transformación de cambio cultural y reconocimiento de derechos. Libertades que van de la mano de la igualdad. Decimos que es muy grave que la Universidad no resuelva este tema de manera expedita, que lleva tiempo y el tiempo lo que hace es perpetuar el daño».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora