El 1° de julio de 2020 Alejandro Negri denunció a César Roberto Cepeda por los abusos de sus dos hijas, entonces de 3 y 6 años. Lo hizo con la esperanza de alcanzar la verdad, esa verdad que suele hallarse en un despacho judicial. No lo consiguió, de momento. Luego de esa denuncia, las niñas atravesaron el proceso judicial, las demandas del proceso judicial. Casi cinco años después, sigue en espera de que el juicio tenga fecha de arranque.
Los hechos sucedieron en Lucas González, en el departamento Nogoyá.
Un año atrás, en febrero de 2024, la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) anuló el pronunciamiento del juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, que el martes 13 de septiembre de 2022 firmó la resolución de remisión a juicio oral de la causa por abusos a menores que involucra a César Cepeda.
Los hechos, según denunciaron en 2020 los papás de dos niñas, de 3 y 6 años, sucedieron en la vivienda de Cepeda, en Lucas González: allí las niñas permanecían al cuidado de sus tíos mientras la mamá -separada del padre- cumplía con su horario laboral. Esa decisión de Acosta, remitir la causa a juicio, fue ratificada por el vocal del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú, Mauricio Derudi, el 28 de septiembre de 2022.
Pero el abogado Walter Martínez, defensor de Cepeda, acudió con una impugnación extraordinaria ante la Sala Penal, que dispuso «anular» la audiencia en la que el juez de Garantías de Nogoyá remitió la causa de los abusos en Lucas González a juicio y ordenó «retrotraer las actuaciones al momento previo a dicho acto procesal, debiéndose encauzar el proceso a través del sistema de Juicio por Jurados».
Pero además, el alto cuerpo encomendó a la Secretaría de Juicios por Jurados y a la Oficina de la Mujer del STJ para que, «en forma conjunta y de acuerdo a las pautas que oportunamente se definan, instruyan a los miembros del jurado interviniente en procesos de esta naturaleza y de acuerdo a las consideraciones aquí referidas».
Cepeda es la pareja de la hermana de la mamá de las dos niñas. Según la imputación fiscal en la apertura de la causa, se lo acusó de que, «durante el transcurso del período de aislamiento obligatorio decretado a nivel nacional (cuarentena), aprovechando la circunstancia de que la denunciante dejaba a sus hijas menores de edad (G y C, de tres y seis años respectivamente) al cuidado tanto de su hermana SS como del encartado Cepeda, en el domicilio que éstos habitan en calle Eduardo Mongeloz (…)de la ciudad de Lucas González, en el horario de 13 a 16 hs. o 20 a 22 hs., dependiendo la demanda laboral de la madre de las menores, como así también en otros horarios donde la menor se quedaba en la casa de ellos en virtud de la relación de parentesco que los une, el incurso, valiéndose de la relación de confianza y rol que tenía respecto de la menor de tres años GN, en reiteradas oportunidades le dio besos en la boca y tocó por debajo de la ropa”.
Los fiscales Maite Burruchaga y Rodrigo Molina, de la Unidad Fiscal de Nogoyá, y el querellante particular, Mariano Navarro, pidieron 19 años de cárcel para Cepeda. Pero la realización del juicio se ha visto demorada por las sucesivas presentaciones del defensor de Cepeda.
Pero el juicio no se realiza.
Se había fijado fecha de audiencia para que el juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, resuelva la remisión a juicio por jurados del caso el 26 de diciembre de 2024.
Pero en el ínterin el defensor del acusado, Walter Martínez, recusó al juez.
El juez Acosta hizo declaraciones al programa Cuestión de Fondo, de Canal 9 Litoral, en octubre pasado, y salpicó al defensor Martínez con causas de narcotráfico. Dijo el magistrado que en Nogoyá «se han dado hechos que han sido públicos, como la radicación de gente de Rosario con historial delictivo en nuestra región. El más importante es Diego Cuello, que es público el tema de la relación que fue investigado primero por el asesinato (Martín) “Fantasma” Paz y que posteriormente da una voltereta en la testimonial y testimonia a favor de los Monos y termina siendo jefe de laboratorio de los Monos, pasándose al bando contrario. Y que fue gestionada su estadía por el doctor Walter Martínez, que lo ha reconocido en algunos reportajes, donde ha dicho que su gestión es tratar de que esta persona pueda insertarse».
«En este caso Diego Cuello se instaló en Nogoyá, posteriormente hubo una gran resistencia social, logró ubicarse en Betbeder -añadió-. Y cumple la condena condicional. Allí adquirió y explota la única parrilla comedor que había, donde hace peñas en determinados días y donde se lo puede ver al doctor Martínez entrando como Pancho por su casa. Pero, la explicación que realiza también en algunos medios locales es que él gestionó ese tratado con la voluntad de que se reinsertara social y laboralmente. Habla de “un campito” con ovejas, cabritas y verdes. Parece que habla de Heidi, pero no está hablando de Heidi sino de Diego Cuello. Pero, bueno, ese es el relato ante los medios locales. También se lo ve a Cuello junto al doctor Mariano Navarro, que fue expresidente de Colegio Abogado y cuyo estudio fue allanado. También, otro punto, es Eric Rojas, que fue también… es un sicario que fue detenido en la ciudad de Nogoyá. Yo intervine porque fui el juez exhortado ante un pedido del fiscal de Rosario, Luis Schiappa Pietra, recuerdo que fue el año pasado. Esta persona está viviendo en una vivienda en calle Lavalle 736, que era propiedad del hijo de Walter Martínez. Allí también explotaban un negocio mayorista de bebidas, donde se proveían los bares, los negocios de la ciudad de Nogoyá. Y que, como era público, cuando los bares se quedaban sin cerveza, a veces el único lugar donde tenían para proveerse. Lo complicado de Eric Rojas, por ejemplo, es que chicos del barrio me contaban que él les mostraba los videos de cuando hacía las balaceras en Rosario, porque ese video es la muestra que le hace a quien le encomendó que realizó ese “trabajo”. Y a estos chicos les decía que ganaba 6 millones por esas dos horas de trabajo. Y los chicos del barrio que jugaban al fútbol con él, también… viendo que se gana la plata fácil con esto».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora