El domingo 20 de noviembre, la escritora Carolina Aguirre escribió la estremecedora columna Colombia en La Nación Revista, y resultó un texto revelador sobre el entramado de la violencia de género, hasta qué punto llega, de qué modo se la esconde, cómo funciona el mecanismo del miedo.

Cuenta de una escena violenta en un hotel de Colombia, adonde había viajado con su novio. “Lo quiero dejar ya mismo, no puedo esperar a volver a Buenos Aires, no sé por qué. En silencio agarro mi celular y busco un hotel cerca. Cuando lo encuentro, lo despierto y le digo que me quiero separar. Él me grita que es tarde y que me vaya a dormir. Yo me levanto de la cama y le digo que esta vez es en serio, que no puedo estar un minuto más al lado suyo. Él me arranca el celular de las manos y vuelve a gritarme que me vaya a la cama. Yo rompo en llanto y le digo que no soy feliz, que no lo amo más hace mucho tiempo, que quiero volver con mi exmarido. Cuando digo exmarido la cara se le deforma de odio. Me agarra del pelo y me grita que nunca nos vamos a separar, que antes de que lo deje y verme con otro me mata”.

Este sábado, Carolina Aguirre posteó varios mensajes referidos al asesinato de Micaela García, en Gualeguay, y la situación de Sebastián Wagner, la Justicia, los padres de la estudiante asesinada.

“A los papás de Micaela aún les faltan meses de post violencia en redes y medios. Van a auditarlos a ellos, a su hija, a culparlos de algo.”