Hay una noticia que no es noticia: los 80 extrabajadores de Sociedad Anónima Entre Rïos (SAER), la empresa editora de El Diario de Paraná -otrora un medio provincial que marcaba agenda, hoy una web que se actualiza a regañadientes con Inteligencia Artificial- que fueron despedidos en 2018 sin que se les pagase indemnización están al aguardo de los tiempos de la Justicia para acceder a migajas. Los tiempos de la Justicia -los tiempos del juez civil y comercial Ángel Moia, que tiene en su poltrona el concurso de El Diario- escapan al entendimiento de cualquier mortal.

En medio, se  cocina a fuego muy lento un acuerdo comercial-inmobiliario: la transferencia del paquete mayoritario de SAER de manos de Nea Capital Creativo SA, en poder del rosarino Ramiro Nieto -a su vez que comprador del financista Walter Grenón, que en 2010 sacó del negocio de El Diario a la familia Etchevevehere- a Difutec SA, cuyo mascarón de proa resulta ser Gustavo Scaglione, mandamás en «La Capital», de Rosario; y los diarios «Uno», de Santa Fe, y «Uno», de Entre Ríos. El juez Moia debe refrendar ese pase de acciones entre dos empresas, y muy atrás viene el reclamo salarial de los extrabajadores, y más atrás todavía, el negocio periodístico, que ya no es negocio.

Por eso no sorprenden las dos tapas que el diario Uno le dedicó a El Diario, y en particular a la familia Etchevehere .que tiene el 30% de las acciones de SAER, y un exsocio de los Etchevehere, Walter Grenón.

Si se leen los textos publicados con suficiente detenimiento, no se tratan de piezas periodísticas: el domingo pusieron como título central: «Los Etchevehere, del poder al banquillo de los acusados». Daban por cierto que la familia del excandidato a gobernador de Entre Ríos por La Libertad Avanza, Sebastián Etchevehere, iban a juicio por una causa denunciada en 2013 por Dolores Etchevehere. Lo que hay es un procesamiento a la familia y sus exsocios, dictado por la jueza de Transición, Carola Bacaluzzo, refrendada esa decisión por el Tribunal de Juicios y Apelaciones y la Cámara de Casacióni Penal.

Casación, además, rechazó una impugnación extraordinaria y por eso la defensa de los Etchevhere fue en queja a la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) por aquellos procesamientos.

Los restos del naufragio: Difutec SA se queda con «El Diario»

El cuento del gran bonete

Luis Félix  Zahorí Etchevehere murió el 6 de septiembre de 2009. Fue el último director de El Diario que llevó el apellido Etchevehere. Menos de un año después, el 25 de agosto de 2010, se produjo lo que muchos temían: la venta de la mayoría accionaria del tradicional matutino entrerriano a Nea Capital Creativo SA, que pasó a controlar el 66% de las acciones en Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la sociedad editora de El Diario.A la cabeza de ese nuevo grupo empresarial estaba el santafesino Walter Grenón, dueño de Red Mutual, que tomaría las riendas tambaleantes del negocio editorial sólo por dos años. En 2012 ingresa como cabeza del grupo Nea Capital Creativo el rosarino Ramiro Nieto que, en teoría, todavía mantiene en su poder el 66% de las acciones, en tanto que el resto está en poder de Leonor María Magdalena Barbero Marcial y sus hijos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere.

Difutec no ha mostrado interés por el negocio periodístico, sino más bien por el negocio inmobiliario.

En 2024  Difutec SA solicitó a la Justicia “que se libre de forma inmediata mandamientos” para que la concursada “tome posesión efectiva” de propiedades que figuran en el acervo de la empresa, pero que no usufrutúa. La representante legal pretende resguardar así los intereses de la rescatista financiera en caso que finalmente se quede con las acciones del centenario matutino.

Los bienes ocultos son, entre otros, un campo en Mojones Norte, otro en Pueblo El Carmen, una finca rural en Alcaraz Primero

Difutec quiere asegurarse un negocio redondo: comprar un barco a pique que tiene activos inmobiliarios que superan tres veces y medio la totalidad de las deudas. A este planteo se le oponen Leonor María Magdalena Barbero Marcial, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere, quienes dicen que esas haciendas son suyas como herencia de una distribución previa de utilidades. Los más de 80 despedidos de esta debacle observan, pasmados, este culebrón latinoamericano que transcurre en Tribunales.

Por fuera del concurso preventivo de El Diario, se libran otras causas por posible defraudación y vaciamiento: una en el fuero federal, otra en la Justiia provincial, que se inició en 2013, por denuncia de Dolores Etchevehere.

La historia de esa denuncia la contó Entre Ríos Ahora. Todavía no llega a su fin.

La pelea judicial de la familia Etchevehere -Dolores, la menor, denuncia a sus tres hermanos mayores, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego, y a la madre de los cuatro, Leonor María Magdalena Barbero Marcial, por haberla estafado en el reparto de la herencia a la muerte del padre, Luis Félix Etchevehere, en 2009, pero que después amplía por el supuesto delito de vaciamiento de la empresa Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), editora de El Diario- , ese pleito, entonces, desnuda en la Justicia un sinuoso camino en el que intervinieron cuatro jueces, 7 fiscales, con opiniones muy distintas entre ellos, y un trámite de declaración indagatoria que duró más de un lustro en concretarse.

Denuncia Etchevehere: la causa que casi naufraga por decisión fiscal

 

La presentación judicial ocurrió en 2013 pero los tres hermanos no se sentaron a dar cuentas ante un juez sino hasta siete años después, en 2020.

En el ínterin, la denuncia estuvo a punto de ir a dormir el sueño de los justos, luego de los dictámenes de dos fiscales que juzgaron que el tema no tenía la menor importancia.

Hay procesamientos dictados, pero todavía está lejos de ir a juicio.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora