La audiencia ante la Cámara de Casación Penal para revisar la condena a 16 años de cárcel que se le aplicó al entrenador de triatlón Eugenio Balbi -que cumple prisión preventiva en la Unidad Penal de Paraná- prevista para este miércoles fue aplazada debido a la muerte del abonado defensor, Guillermo Pablo Morales. Balbi persigue una revisión de su condena.
Su víctima, una menor de 13 años a la que entrenaba en la ciudad de Victoria, Nahir Segovia, hoy de 20 años, no pudo contar los hechos sino hasta los 17 y se enfrentó a una sociedad dividida: aún después de que Balbi fue condenado a 16 años de cárcel, hay miradas condescendientes hacia él, y de reprobación hacia la denunciante. El hombre, que tuvo proyección nacional como entrenador, fue a parar a un calabozo el lunes 3 de marzo luego de que el Ministerio Público Fiscal advirtiera riesgo de fuga después de que se comprobase que estaba enajenando todos sus bienes.
Lo enviaron con prisión preventiva a la Jefatura de Policía de Victoria, y de allí fue derivado para su tratamiento por parte del área de Salud Mental del Hospital Fermín Salaverry ante intentos de suicidio. Luego, fue derivado, con custodia policial, al Hospital Escuela de Salud Mental para su evaluación. Finalmente, en abril último Casación lo envió a la cárcel.
Una resolución del cuerpo médico forense dictaminó que por su estado de salud era conveniente que Balbi continúe alojado en el Hospital Escuela de Salud Mental a la espera del alta hospitalaria por parte del equipo tratante. Esa evaluación ocurrió, le dieron el alta médica y Casación dispuso que Balbi sea llevado a la Unidad Penal Nº 1.
El caso
El 28 de febrero un jurado popular encontró a Eugenio Balbi, entrenador nacional de triatlón, culpable de los delitos de «abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por la condición de educador y agravada por la condición de guardador»; de «abuso sexual simple agravado por la condición de educador y agravado por la condición de guardador» y de «abuso sexual con acceso carnal agravado por la condición de educador y guardador».
Su víctima, una menor de 13 años a la que entrenaba en la ciudad de Victoria, Nahir Segovia, hoy de 20 años, no pudo contar los hechos sino hasta los 17 y se enfrentó a una sociedad dividida: aún después de que Balbi fue condenado a 16 años de cárcel, hay miradas condescendientes hacia él, y reprobación hacia la denunciante. El hombre, que tuvo proyección nacional como entrenador, fue a parar a un calabozo el lunes 3 de marzo luego de que el Ministerio Público Fiscal advirtiera riesgo de fuga después de que se comprobase que estaba enajenando todos sus bienes.
Lo enviaron con prisión preventiva a la Jefatura de Policía de Victoria, y de allí fue derivado para su tratamiento por parte del área de Salud Mental del Hospital Fermín Salaverry ante intentos de suicidio. De allí fue luego derivado el 25 de marzo, con custodia policial, al Hospital Escuela de Salud Mental para su evaluación.
Los hechos de agresión sexual ocurrieron cuando Nahir Segovia tenía 13 años. Denunció cuando cumplió 16. “La investigación fue una investigación bastante rápida. En menos de un año se había pedido la remisión a juicio, y se resolvió que fuera mediante el sistema de juicios por jurados”, detalló el fiscal Yedro.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora