La Escuela Agrotécnica Nº 50 José Hernández, de Colonia El Carmen, en el departamento Colón, atraviesa un estado de inquietud y desazón: un grupo de padres, docentes y alumnos envió una nota al Consejo General de Educación (CGE) en la que pidieron una “revisión urgente” de una designación al frente de la institución y alegan “conflicto de intereses” y “falta de ética”.

Todo deriva de la investigación que pesa sobre la exrectora, Mariana Ramat, quien fue separada del cargo debido a una investigación administrativa en su contra dispuesta por Educación. Ante la vacancia en rectoría se llamó a concurso y quien quedó al frente de la Escuela Agrotécnica de Colonia El Carmen es José Sivila, esposo de la docente apartada del cargo.

“Somos un grupo de padres, docentes, alumnos y personal, que queremos manifestar nuestra profunda preocupación ante una situación irregular ocurrida el día de la fecha en la Escuela de Educación Agrotécnica N°50, vinculada al inicio de una investigación sumaria a la que fuera rectora de la Escuela Agrotécnica Sra. Mariana Ramat –dice la presentación ante el CGE-. Según consta, en el marco de dicha investigación se ha convocado a docentes, padres, alumnos y personal de la institución a prestar declaración. No obstante, lo que resulta particularmente alarmante es que, de manera simultánea al inicio del proceso, el cargo de rector ha sido asignado al cónyuge José Sivilla de la persona actualmente investigada quien se presenta y gana el concurso de rector, estando en total conocimiento de todas las situaciones por la que su cónyuge Mariana Ramat ha sido destituida de su cargo”.

En la presentación, señalan que la designación del esposo de la rectora investigada al frente de la Escuela Agrotécica Nº 50 “podría configurar un conflicto de intereses y comprometer la transparencia, imparcialidad y objetividad que deben garantizarse en todo procedimiento administrativo”.

La nota señala que “hay muchas personas involucradas (padres, alumnos, docentes y personal) de quienes figuran sus nombres en el expediente y ahora deben interactuar con el marido de quien fuera rectora, ¿no es esto una falta de ética, respeto e irónico? Tal circunstancia, además de atentar contra los principios éticos que deben regir en el ámbito educativo, podría afectar la credibilidad y legitimidad del proceso investigativo en curso, generando un clima de desconfianza y vulnerando los derechos de quienes participan en la institución”.

“No se trata de un caso aislado ni de un conflicto personal, sino de un síntoma alarmante de cómo el sistema educativo puede permitir que se naturalicen los abusos de poder, el silencio institucional y la falta de responsabilidad moral –destaca la presentación ante Educación-. El ámbito educativo debe ser un espacio de crecimiento, no de miedo. Debemos formar personas libres y no sometidas”.

En ese marco, solicitan “respetuosamente a esa autoridad que evalúe la situación descripta, disponga las medidas urgentes y necesarias para garantizar la transparencia y la independencia del procedimiento sumarial, y asegure el estricto cumplimiento de las normas éticas y administrativas vigentes”.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora