Ninguno de los docentes que se desempeñan en los Centros de Actividades Infantiles (CAI), un plan de contención que financia la Nación y que está dirigido a aquellos chicos que no van a clubes o no desarrollan actividades fuera del horario escolar, ha podido percibir sus sueldos, un monto mínimo unos $5.000 por 18 horas cátedra, cuando un profesor en el aula, por esa misma cantidad de horas, percibe $7.000.

La situación se mantiene así desde marzo, o sea, desde que comenzó el ciclo lectivo.

El alerta lo dio a conocer la seccional Uruguay de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) al revelar una muy mala nueva: los docentes a cargo de los alumnos que asisten a los talleres de los CAI no cobran sus salarios desde marzo. La situación se agrega al recorte de partidas que ocurrió al inicio de la gestión de Cambiemos a nivel nacional.

Según Agmer Uruguay, las partidas para los funcionamientos de los CAI «se encuentran congeladas desde el 2015, lo que significa que sueldos del personal y montos destinados a materiales didácticos no aumentan desde ese año enmarcándose esto en una estrategia de vaciamiento de los programas socioeducativos nacionales, se le suma que en la Provincia de Entre Ríos esas partidas no han llegado a cada uno de los CAI en lo que va de este año».

«Esto es extremadamente grave: estamos hablando de trabajadores de la educación que tienen sus sueldos congelados desde el 2015 y que este año aún no han percibido sus salarios siendo que están trabajando desde el mes de marzo. Vemos así como el Estado incumple su responsabilidad de pagar los haberes y lo hace con total impunidad», dijo el gremio.

Gustavo Blanc, titular de Agmer Uruguay, reveló que esos docentes llevan adelante talleres de teatro, de dibujo, de expresión artística o deportes, y lo hacen fuera del horario de clases, y constituyen actividades optativas para los alumnos. «Son planes pensados para aquellas comunidades cuyos pibes no van a clubes ni a otras actividades fuera de la escolar, y es para que tengan algo, una actividad para desarrollar», apuntó.

Al inicio del ciclo lectivo 2016 el recorte de partidas nacionales para el Consejo General de Educación (CGE) había sido tema de agenda de los gremios docentes. Ahora, la cuestión vuelve a presentarse.

Desde los sindicatos sostienen que el congelamiento de los montos de las partidas hace que un trabajador de un CAI cobre poco más del 50 % que un trabajador de la educación que se desempeña en el ámbito formal.

Los CAI no es el único plan nacional en el ámbito educativo.

El financiamiento nacional es clave en el sistema educativo.

De cada 100 pesos que el Estado entrerriano dedica a la educación, 82,40% se destina al pago de sueldos de los docentes de las escuelas públicas, y otro 14,48% va a las escuelas públicas de gestión privada, también para el pago de salarios.

De modo que el 96% del presupuesto educativo provincial se los lleva salarios.

Por eso, el financiamiento nacional es clave para el sistema educativo entrerriano.

Una vez que se separan los fondos para el pago de salarios docentes del presupuesto educativo, quedan $344.506.000 para bienes de uso, servicios no personales y bienes de consumo.

Pero no todo es con fondos provinciales.

De ese total, $191.120.000 provienen desde la Nación, y están contemplados como “transferencias nacionales corrientes” ($136.977.000) y “transferencias nacionales de capital” ($54.143.000).

O sea, el 55,52% de los recursos presupuestados en educación como gastos operativos está en riesgo si no se logra un acuerdo con la administración del presidente Mauricio Macri.

Ningún programa educativo provincial puede funcionar sin los fondos nacionales.

En los últimos años, han crecido mucho los planes educativos con financiación nacional. El más relevante es el Plan de Mejora Institucional, que sirve, entre otras cosas, para pagar docentes tutores que, en contraturno, auxilian a estudiantes de secundaria con serios problemas para promocionar asignaturas.

Pero también están el Plan de Finalización de la Escuela Secundaria (Fines), los Centros de Actividades Juveniles (CAJ) y los Centros de Actividades Infantiles (CAI), y el programa de capacitación docente continua. Todas, estrategias educativas que requieren fondos de la Nación para funcionar.

Pero los recursos llegan en cuentagotas, y hunden en la zozobra a docentes y alumnos.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.