El exgobernador Sergio Urribarri se siente atacado.
Y golpeado.
Lo dice en sentido figurado.
Aunque en sentido estricto, Urribarri está acorralado, y lo está por las varias investigaciones que hay en la Justicia sobre su gobierno, todas ante la sospecha de hechos de corrupción.
Lo investigan por un delito grave, peculado: los fiscales Santiago Brugo y Alejandro Cánepa lo imputaron. Es en una causa que investiga cómo fue que su gobierno pagó $28 millones a la productora Nelly Entertainment SA, que bastonea el farandulero empresario Jorge «Corcho» Rodríguez, para difundir cuatro spots televisivos relativos a la Cumbre de Presidentes del Mercosur, que tuvo lugar en Paraná en diciembre de 2014.
Tres de esos spots se hicieron para ubicar su figura en el escenario de la lucha interna del Frente para la Victoria (FPV) por la presidencia. No pudo Urribarri. La pulseada la ganó el exgobernador de Buenos Aires, Daniel Osvaldo Scioli.
Pero el «Sueño Entrerriano» tuvo costo. Y un costo alto. Y lo que la Justicia busca determinar si aventura electoral personal fue financiada con recursos del Estado.
No es, claro, la única investigación.
Pero Urribarri, montado a esa escenografía publicitaria que le trazaron sus exégetas, porfía en que aquello fue un proyecto político de grande aliento, que su gobierno marcó un mojón en la historia y que nada hay para reprocharle. Y que en todo caso, los críticos son la derecha.
Urribarri contó en su muro de Facebook que tuvo una reciente reunión con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y que tuvo una plática que abordó una agenda bastante mínima: qué se hizo durante el kirchnerismo y qué se está desahaciendo durante el gobierno de Mauricio Macri.
«Son tantas las cosas que pudimos recordar en esa charla: los programas de cobertura social más importantes de Latinoamérica, los convenios colectivos de trabajo, las políticas educativas, el desarrollo económico, el fortalecimiento de la industria nacional y las inversiones en ciencia y tecnología. Arsat representó para los argentinos el orgullo y la emoción de haber entrado al selecto grupo de 8 países que fabricaban satélites. Hoy estamos viviendo la contracara: Arsat a punto de ser privatizada, perdiendo así, no sólo los puestos de trabajo, sino también independencia, soberanía y futuro.
«Nada de lo que se hizo en esos años se debió al trabajo de una sola persona. Fue producto de una construcción colectiva, con millones de argentinas y argentinos que acompañaron esas políticas de estado. Y justamente si hoy nos pegan y nos atacan es por todo lo que hicimos juntos y por lo que ellos no hacen desde el gobierno nacional. Afortunadamente en Entre Ríos tenemos un gobierno peronista que soportó los embates, un gobernador que se está haciendo cargo, sin hacer un solo ajuste, de muchísimas de las obras que se iniciaron con fondos nacionales».
Eso dice Urribarri.
Dice que le entregó a Cristina un ejemplar de «El pueblo manda», el libro que le prologó el exasesor de su gobierno, Pacho O`Donnell, y le contó a los suyos –estuvo en una presentación de la lista Somos Entre Ríos en el comité de Luche y Vuelve, la agrupación del exministro de Cultura y actual diputado Pedro Báez– que el macrismo «ha destruido tantas cosas; y lo hacen porque están convencidos de eso, es su matriz ideológica que piensa solamente en un pequeño porcentaje de argentinos. Es así que la economía se deteriora día a día, se pierden puestos de trabajo, disminuye el poder adquisitivo y a lo único que ellos apuestan es a la bicicleta financiera. Esa es la política de estado del gobierno nacional, que está enriqueciendo a los más ricos, olvidándose de los trabajadores».
«Estoy contento de haber compartido este momento con compañeras y compañeros –sostuvo Urribarri–. Estas reuniones son necesarias y es una obligación que llevemos nuestras consignas a la gente y contarles lo que está pasando y cómo están destruyendo el tejido social de la Argentina. Es necesario también recordar todo lo que logramos en años anteriores, no con la idea de hacer historia solamente, sino de sentirnos orgullosos de lo que hicimos».
En la Justicia, mientras, siguen revisando la «historia», y acumulando pruebas y documental en las causas que comprometen seriamente a sus dos gestiones de Gobierno.
De la Redacción de Entre Ríos.