La puesta de la sandwichería ubicada en calle Buenos Aires no reconoce límites. Pensada como una alternativa para los adolescentes, ahora busca competir con el fast food insignia, Mc Donalds, aunque a muchísima menor escala. Sólo que en su afán de despegue no reconoce límites: un día instala cajones vacíos en la vereda –el espacio sobre esa calle es mínimo, y el peatón hace malabares para cruzar–, y al otro pone un cartel a mitad de la calle para llamar a potenciales comensales. Todo vale en esta ciudad, donde los bares hacen propios el espacio público.
De la Redacción de Entre Ríos