Gustavo Rivas no se atrevió hoy a desafiar a nadie. No se asomó al balcón, no entornó la puerta de ingreso a su vivienda. No se mostró hoy Gustavo Rivas.
Hoy un grupo de vecinos de Gualeguaychú se movilizó en la Plaza San Martín, batiendo palmas, reclamando Justicia, y después marchó hasta la vivienda de Rivas, sobre calle Mitre, a media cuadra del lugar, y algunos le pidieron que se asomara, «da la cara», le gritaban».
Fue en medio del escrache público que se había convocado por las redes sociales, y aunque tuvo convocatoria menguada sirvió para expresar el dolor y la indignación de los gualeguaychuenses cuando el velo de los abusos y de la promoción a la prostitución que ejerció Rivas durante años con adolescentes de la ciudad empezó a correrse.
“En el reino del revés, un señor con poder, tiene 2000 abusos en su haber, que si no miras, no los ves”.
“A guardar, a guardar, cada abusador en su lugar”.
Los carteles fueron exhibidos por los manifestantes como muestra de repudio.
La marcha también contó con la presencia del abogado Martín Daneri, víctima de los abusos, el primero de los cuatro denunciantes en la Justicia que decidió mostrarse públicamente.
“Rivas usó su inteligencia, su perversión, más allá de que a esto lo tienen que decir los peritos, para meterse en todos los ámbitos culturales y deportivos de Gualeguaychù, como el Colegio de Abogados, donde fue presidente. Fue presidente de Neptunia, estuvo en la Comisión de Carrozas, en el Instituto Magnasco, también en el Carnaval, en la Cooperadora de la Agrotécnica, en todas las instituciones culturales, estudiantiles y deportivas de Gualeguaychú estaba. Incluso en la política: fue candidato a gobernador, fue concejal y por 185 votos no fue intendente. Tenía una cierta protección por el conocimiento incluso que había”, contó.
Esa inserción social, analiza Daneri, recubrió de un manto de protección a Rivas y por eso pasaron tantos años sin que haya sido denunciado en la Justicia. “Hoy existe el apoyo de mucha gente, más allá del miedo”, contó al canal Todo Noticias.
Fotos: El Día y Paola Robles Duarte.