Fernando G, 40 años, creyó que la suerte se había fijado por una vez en él.

Lo pensó después de colgar, atender ese llamado, hablar con ese hombre que le habló al oído con un suave acento cordobés.

“Es de un call center”, pensó. Un call center de Volkswagen, la multinacional automotriz, que se había fijado en él.

¿Pero cómo es que se habían fijado en él?

Eso pensó Fernando G cuando colgó.

Quizá algún sistema informático, una lotería cibernética, un azar surgido de un sistema operativo.

Algo de eso habrá sido puesto a funcionar: una ruleta que gira, con millones y millones de rostros, y que finalmente se detiene en ese punto, ahí, justito, en el rostro de Fernando G.
“Usted –le dijo la voz de call center—ha sido seleccionado para ser la cara de la camioneta Amarok. La empresa Volskwagen lo ha seleccionado para ser la cara de nuestra marca de camionetas. Y por eso, se le pagará un millón de pesos. ¿Le parece bien?”

La oferta era tentadora. Que todos conocieran su rostro, que su perfil fuera familiar para cientos de miles, y encima le pagaran por eso.

Pero primero, por cuestiones impositivas, argumentó la voz desde el otro lado del teléfono, debía depositar una determinada cifra de dinero. Y el premio, en vez de un millón de pesos, sería una camioneta Amarok OKM. “Para evitar cuestiones impositivas”, le arguyeron.

Primero depositó 25 mil; después, 50 mil, al final 4.700 pesos más. Nunca recibió nada. Y perdió 80 mil pesos, que todavía debe de préstamos sucesivos.

Claro, al poco tiempo, Fernando G cayó en la cuenta de que había sido estafado.

Todo eso, la certeza de que no sería la cara de Amarok, que había perdido dinero y que jamás recibiría ningún premio, la tuvo después: tarde.

Entonces llevó la denuncia a la Justicia.

Ahora el caso está en manos del fiscal Agustín Gianini, de la Unidad Fiscal de Gualeguay: ya fue condenada por asociación ilícita una mujer de Córdoba a tres años de prisión condicional; una segunda, será indaga mañana en Gualguay; y la Policía ya tiene la orden de captura de un hombre. Todos de la provincia de Córdoba.

La sospecha que manejan en la Justicia es que el ardid se planificó y se ejecutó desde alguna unidad penal, que los autores serían presos con acceso a teléfonos celulares, y que sus víctimas son personas de distintos puntos del país elegidas en forma azarosa. Esta vez, le tocó a Fernando G, de Gualeguay.

El fiscal Gianini explicó que desde la supuesta oficina de Volkswagen dijeron que, antes de entregarle el premio a la “cara de Amarok”, debía efectuar un depósito de dinero. “Le dieron un número de cuenta bancaria, y esta persona deposita primero 25 mil pesos. Cuando lo deposita, lo llaman y le argumentan un error de sistema y que debía efectuar un nuevo depósito.

Entonces, deposita 50 mil pesos. Para cumplir con ese segundo depósito, tomó un préstamo. Y después hace un último depósito, a través de Wester Union, por 4.700 pesos. Pero ya después del tercer depósito, empezó a sospechar que se trataba de una estafa. Entonces, hizo la denuncia”, contó el fiscal.

La Justicia ordenó peritajes y cruces telefónicos, y así pudieron dar con una de las primeras involucradas en la maniobra: una mujer, cómplice de la estafa, que fue quien retiró, en Córdoba, el depósito de Wester Union. A esa persona se la trajo detenida a Gualeguay desde la localidad cordobesa de Marcos Juárez: fue imputada por el delito de asociación ilícita y se la condenó a tres años de prisión de cumplimiento condicional. Otra de las involucradas, una segunda mujer, que llegó a Entre Ríos detenida ayer desde Córdoba, es la que retira el dinero de un banco, y que será indagada este viernes. Junto a ellas dos, otro coimputado que está siendo localizado en estos momentos. “De modo que mañana ya vamos a tener la segunda imputada por asociación ilícita a raíz de esta estafa, con esta modalidad, de nombres supuestos”, reveló Gianini, quien dijo además que hay una segunda investigación, de modalidad similar, en manos del fiscal Ignacio Telenta.

Y amplió: “Ya hubo varios casos con esta modalidad de engaño telefónico acá en los Tribunales. Pero así, invocando a la firma Volskswagen, tenemos dos. Y no descartamos que esta banda, que integra una asociación ilícita, tenga más integrantes, y que puedan operar dentro de alguna unidad penal de Córdoba. Hasta ahora, tenemos tres involucrados, uno condenado, una detenida, que va a ser imputada mañana, y un tercero que va a ser imputado y llevado a juicio una vez que se lo localice”.

Mientras, Fernando G quedó sin premio y con deudas. Y la suerte le jugó una mala pasada.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.