El abogado defensor del cura Juan Diego Escobar Gaviria, Milton Ramón Urrutia, finalmente este viernes recuperó la voz. Después de permanecer silente durante las tres primeras jornadas de debate que se desarrollan en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, donde se lo juzga a Escobar Gaviria por cuatro gravísimos casos de corrupción y abuso de menores, este viernes, día libre en el desarrollo del juicio, eligió hablar con FM Sensación, de Lucas González.

Lo que no dijo en el juicio en Gualeguay, ni con los periodistas que con insistencia lo abordaban a las puertas de los Tribunales, lo contó por una radio de pueblo, Lucas González, 4.600 habitantes, a 133 kilómetros de Paraná. Dijo que su defendido debería ser “sobreseído” por una de las tres denuncias, con el argumento de que no se presentó a juicio. No consignó que sí  declaró su madre, Miriam Farías, porque el chico está en un  centro de salud, internado. Insistió Urrutia en que la causa tiene como pruebas de la acusación “sólo dichos”, soslayando que se trata de delitos de instancia privada.

Aunque también olvidó señalar  la presentación de S, de 17 años, nueva víctima, para lo cual se comenzó a instruir una causa paralela, testimonios que, además, aportó un dato de envergadura: lo hizo como testigo en el juicio que se tramita en Gualeguay. Se trata de una figura que hasta ahora no existía, y que no existe en las causas contra los curas Justo José Ilarraz, en el que el abogado Urrutia es, paradójicamente, querellante, ni el la causa contra el cura Marcelino Ricardo Moya. “Hay mucho comentario. Mucha habladuría. Cuando se le preguntaba (a los testigos), usted me lo puede corroborar a eso, me lo ratifica a eso, y no”, chicaneó el abogado.

Respecto de la quinta denuncia, dijo que “es otro caso del que me tengo que reír porque en su momento declaró una cosa, y ahora cambia la declaración. Bien sabido es que la  primera declaración es la que vale. Pero ahora cambia sus dichos. Y no es una persona que denote que haya estado amenazada o angustiada. Las víctimas de abuso tienen un dolor tan grande en su ser, que están en estado somnolencia constante, y te lo digo con conocimiento de causa”, reveló el abogado.

Después, entró en un juego de supuestos con el conductor de FM Sensación que transitó por un camino de cornisa.

–Hay gente que dice: a mí me gusta el dulce de leche. Pero sé que el dulce de leche engorda, pero igual lo sigo probando. A mí me gusta la Cocacola Light, y sé que me hace mal, y la sigo probando. Y hay gente que dice (que seguía yendo con el cura) porque me daba buenos consejos. Me están cargando –lanzó Urrutia.

–Me abusaba, pero yo seguía yendo porque me daba buenos consejos –dijo, con ironía cuestionable, el conductor Delgado.

Urrutia reveló en el diálogo radial que durante los tres días de audiencias en el juicio oral en Gualeguay, entre martes y jueves, fue agredido verbalmente en la calle, que han “mancillado” su buen nombre. E insistió en que el cura, que está preso en la Unidad Penal de Victoria desde el 21 de abril, está “injustamente” detenido por lo cual insistirá con un recurso de queja ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ).

Cargó contra la “mediatización” del juicio y la “condena mediática”, y lo hizo desde un medio de comunicación. También, cuestionó la “arbitrariedad con que se ha manejado todo esto”, y se ha demostrado la falta de “decoro” de parte de la Fiscalía al haber “filtrado”, usó esa palabra, documentos incorporados a la causa “que deberían estar preservados”, y se refirió concretamente a la nota, inconsistente, que mandó el arzobispo Juan Alberto Puiggari para informar por qué no mandaría ningún dato del cura Alfredo Nicola, que había sido citado como testigo por la defensa y luego desechado sin razón. “Esto es un evidente ataque a la Iglesia”, razonó el abogado defensor de Escobar Gaviria.

«Acá ha quedado demostrado que abuso no hubo de parte del padre. Nosotros estamos muy tranquilos», aseguró Urrutia.

–A ver, a ver: quiero que repitas esto último –lo conminó el conductor de FM Sensación.

–Que no hubo abuso de parte del padre. Quedó más que demostrado. Son dichos, que agregan sus condimentos especiales. Así como yo tenía un pañuelo blanco, y después, voy, y digo un pañuelo blanco, y recuerdo que tenía puntillas, y después, que también tenía el nombre grabado. Van agregando condimentos para que quede más rico, más espectacular, más impactante. Pero yo pregunto dónde están las pericias psiquiátricas. Estas son meras entrevistas de veinte minutos.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.