“Se cortó ahí, no se puede llegar hasta arriba”. Así explica un funcionario judicial el caso en el que se investiga el presunto delito de dádivas por parte de empresarios al ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Daniel Urribarri. “Llegar hasta arriba”, para este hombre de la justicia, es alcanzar al exmandatario.
Se trata del caso del Audi A1 que habría sido ofrecido por empresarios de Kaskira SA al exgobernador. El caso se conoció el 7 de septiembre de 2016, a través de una publicación de Análisis Digital, que reveló que Urribarri y su esposa fueron habilitados a conducir el automóvil que entonces era propiedad de la firma con domicilio en Uruguay 775, piso 4, de Capital Federal.
El vehículo de alta gama fue adquirido por la empresa el 11 de mayo de 2015 y después emitió permisos –cédulas azules- para que puedan conducirlos Urribarri, su esposa, Ana Lía Aguilera, y una tercera persona, que sería chofer de la empresa.
Los abogados Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet fueron quienes presentaron una denuncia en fiscalía ante el presunto delito de dádivas. El 21 de septiembre de 2016, la empresa vendió el automóvil a una mujer llamada Marta Teresa Castro; y el 7 de diciembre, la Justicia le secuestró el auto a esta nueva dueña.
Jorge Aníbal Peréz y Gustavo Adolfo Vázquez, presidente y vicepresidente de Kaskira SA, respectivamente, son los empresarios que quedaron en la mira de la Justicia. Pérez es socio de la empresa Kaskira SA, y participa de la explotación del Hotel Howard Johnson Mayorazgo. También era titular de la firma Productores Independientes Asociados (PIA) SA, que explota la señal de Canal 9 Litoral.
El pasado 22 de mayo ambos declararon como imputados ante los fiscales Santiago Brugo y Patricia Yedro. Negaron la imputación y solicitaron acceder a toda la prueba de cargo para luego ampliar su indagatoria.
Ahora los empresarios negocian una salida al proceso judicial. “Se está avanzando en una negociación con los empresarios en la que van a tener que ponerse con una buena suma de dinero”, dice la fuente judicial y acompaña el comentario golpeando el puño derecho sobre su mano izquierda. Repite el gesto dos veces, para remarcar que deberán desembolsar una suma de dinero importante.
—¿De cuánta plata se está hablando?
—Lo que te puedo decir es que no van a ser cinco mil pesos. Va a ser mucho más que eso—dice la fuente al tanto de que la jueza de Garantías de Paraná, Paola Firpo, aprobó la probation para los familiares y amigos del ex titular de Sidecreer, Juan José Canosa, en donde dos de los cinco imputados como partícipes necesarios de negociaciones incompatibles con la función pública acordaron pagar esa cifra a la fundación “Los sin Techo”, de Santa Fe.
La fuente consultada muestra seguridad respecto de que la negociación que entabló el Ministerio Público Fiscal con los abogados de los empresarios llegará a buen puerto. La salida sería un juicio abreviado en el que los acusados accederían a pagar una especie de multa que ponga fin a la historia.
Cuando se pregunta qué pasará con Urribarri en esta causa, aparecen las muecas, y un silencio que antecede a la negativa. “Se cortó ahí, no se puede llegar hasta arriba”, dice la fuente y desliza que la principal sospecha investigativa no se ha podido comprobar, esto es: que Urribarri aceptó el Audi, la supuesta dádiva.
Lo que sí tienen probado los investigadores es que la firma Kaskira SA emitió las cédulas azules –permisos- para que Urribarri y su esposa, Ana Lía Aguilera, puedan conducir un Audi A1 modelo 2015, chapa patente OVS 226, valuado en unos 50.000 dólares.
A los empresarios se les imputa el delito de dádivas, que involucra a dos partes: el que la ofrece y el que la acepta o recibe. Los investigadores sólo han podido avanzar sobre los empresarios ya que habrían ofrecido el vehículo al ex gobernador y hoy presidente de la Cámara Baja provincial. En el caso de Urribarri el asunto es más complejo, según dicen fuentes tribunalicias, ya que los fiscales deben probar que utilizó el vehículo.
El 23 de septiembre de 2016, poco después de que se conociera la investigación periodística, Urrribarri habló del tema con el periodista Antonio Tardellli, que conduce el programa En el dos Mil También (FM Litoral). Reconoció que se le ofreció el Audi, pero afirmó que nunca lo usó: “Cuando mi señora tuvo un problema de salud, que muchos conocen, hubo una persona que puso un auto a su disposición. Mi señora nunca lo usó. Después, cuando lo vendieron, pregunté: lo habían vendido con trescientos kilómetros. Era un Audi chico; yo de ‘audis’ no entiendo nada…”.
Especial para Entre Ríos Ahora.