Los dos militan en el Movimiento Evita, de Concepción del Uruguay. Y, hasta hace una semana, eran pareja, según la versión de él, Daniel Castro, profesor de Física.

Eso fue hasta el sábado, cuando ambos se encontraron por última vez, mantuvieron relaciones, según él totalmente consentida, pero que después derivó en una denuncia en la Justicia por violación: la chica, de 19 años, dijo que fue forzada por Castro a mantener relaciones.

Lo que siguió fue la viralización de la foto y el nombre del dirigente en las redes sociales –su agrupación, la Evita, fue la primera que publicó su nombre, y anunció su expulsión de la agrupación, aunque después corrigió el comunicado y eliminó el nombre del comunicado que posteó en Facebook—y la suspensión de los dos cargos docentes que ocupaba.

La Dirección Departamental de Educación de Concepción del Uruguay lenotificó que quedaba pasivo de sus dos puestos de trabajo en la Escuela Teresa Ratto y en el Instituto Martín Fierro, ambos de La Histórica.

Además, hubo escraches, pintadas en la calle, y un calificativo que se colgó de su imagen: “violador”.

El sitio uruguayense www.03442.com.ar lo entrevistó, y Castro contó su versión de los hechos en primera persona, ya que hasta ahora su nombre sólo se había conocido a través de posteos en las redes sociales.

“El sábado (9 de septiembre) por la noche yo salí con mi hermana y mis amigos. Ese mismo día, yo había quedado con ella en encontrarnos, ya que veníamos hablando hacía unos días. Como no sé dónde vive, le pedí que me espere cerca del barrio donde la busqué y nos vinimos a mi casa, donde estuvimos juntos. Luego de mantener relaciones, yo me quedé mensajeándome con mi hermano. Me preguntó si los iba a buscar al boliche ya que yo andaba en el auto pero tenía que llegar antes de las 4 porque si no cerraban el acceso. Yo me quedé con ella charlando en la cama y ella hablaba conmigo y hacía chistes, lo que no se condice con una persona que se hubiera sentido violentada. La llevé y la dejé cerca de la casa, y no pude seguir más porque el auto (que no era mío sino de un amigo) es muy bajo y tocaba en los pozos y tenía miedo de romperlo. Le pedí disculpas por dejarla ahí pero no se molestó. Yo volví al boliche y después salimos a desayunar, pero a la mañana me llamaron al celular y comenzaron las amenazas. También fueron amenazados familiares y amigos míos”.

El lunes ya estaba presentada la denuncia en la Justicia, ya había intervenido la fiscal Melisa Ríos y su casa fue allanada. “La Policía tuvo un trato amable y en ningún momento fueron autoritarios, llevándose la CPU, pendrive y celulares, pero no me informaron los motivos del procedimiento”, explicó Castro.

 

“Desde ese momento, no tuve más novedades de nada, ya que no me llamaron desde la Justicia, pero lamentablemente me tuve que ir de mi casa, porque me sentía muy amenazado constantemente y después el martes fue el sorpresivo escrache. Ya el miércoles tuve que presentarme en la Departamental de Escuelas, porque Ana María Díaz me notificó que quedaba pasivo de mis dos puestos de trabajo en la Escuela Teresa Ratto y el Instituto Martín Fierro. Después comenzaron a aparecer los afiche con mi nombre “Daniel Castro Violador” y también en los cordones frente a la Departamental. Como verás me quedé sin los trabajos hasta que esto sea aclarado, más allá de que no hay imputación alguna. Me quise poner a disposición de la Justicia, pero no me dejan porque no hay nada en mi contra”, destacó en su relato.

Castro dijo que se enteró que primero fue la madre y después ella la que se presentó a denunciarlo, pero no entiende los motivos, remarcando que ellos ya venían de tener encuentros anteriores, pero que se siente apenado por el aprovechamiento que algunos sectores le están dando al caso, desprestigiando tantos logros.

“Estoy tranquilo porque soy inocente y creo que la Justicia encontrará la verdad de todo, pero estoy muy mal por lo que le toca pasar a mi familia y esta situación ya me está trayendo problemas de salud, pero me amarga los perjuicios que esto le genera a tanto trabajo y logros de la lucha. Yo no imagino como puede llegar a ver la gente cuando se encuentren ante una denuncia por abuso o violencia de género, ya que todo esto va a generar dudas. Me apuntan más porque yo milito en una agrupación feminista y la verdad es que yo pertenezco al Movimiento Evita y dentro de las ramas que este tiene yo milito en la Economía Popular, pero además apoyé siempre la lucha de género de las compañeras, de las cuales soy un permanente acompañante”, dijo Daniel.

 

Respecto a que entiende está detrás de su situación, Castro dijo que “Creo que está claro que acá hay un trasfondo político del cual ella no tiene nada que ver, sino que hay sectores que quieren aprovecharlo. Esto se ve reflejado en las imágenes que se publicaron mías, fijate que ponen una foto de más de cuatro años donde yo estoy con la remera de la Juventud Evita y haciendo la “V”, cuando podrían haber elegido infinidad de fotos mejores y más actualizadas. Tengo el apoyo de mi familia y amigos, lo que me da más tranquilidad, pero temeroso por las amenazas. Mi vida está arruinada y esta mancha la voy a llevar siempre. Tuve que dejar hasta la facultad y no sé si podré terminar mi carrera. Lamentablemente también tengo el dolor de ver que mucha gente que me conoce y estaba a mi lado, no dudó en difundir mi foto sin ni siquiera llamarme y preguntarme nada, que es lo que al menos hubiera esperado. Entiendo que mucha gente dude, pero otra cosa muy diferente es salir a escrachar, pero también hay gente que no me conoce o que me conoce de vista y me demostró su apoyo. Estos son los momentos que se conocen los verdaderos amigos y ese es el lado positivo de lo que me toca vivir, cuando jamás me lo hubiera imaginado” manifestó el joven denunciado, quien finalizó diciendo que tiene confianza en que se llegue a la verdad de todo y espera que termine este 2017, donde ya tuvo que vivir momentos terribles con lo que el pasó a Micaela García y ahora esto en forma directa y personal.

 

 

Con información publicada por www.03442.com.ar